lunes, 29 de abril de 2013

Wilson S.L. 53

La amabilidad del recibimiento en las "Mimosas" no podía durar mucho. Lo sabia Macarena y sus chicos y lo sabía Montero y los suyos.

Hablar primero, fingiendo educación, sobre los negocios de cada uno, examinar la situación policial en la zona, haciendo válido el dicho de "entre bomberos no se pisan las mangueras" y llegar al punto álgido de la noche.

Mon: Por suerte Wilson, tú no eres como tú padre, contigo no hay necesidad de dar rodeos.

Retrepado en su butaca, se cruza de piernas y hace lo propio con las manos. Iniciando un juego cíclico con ambos pulgares.

M: No corren buenos tiempos para la lírica, Montero. No me toques los cojones con puestas en escena peliculeras.

Mon: Te sigue faltando humor, para este mundo.

M: Me acabo el cigarro y me voy. De ese tiempo dispones.

Mon: Huevos para ser mujer siempre has tenido....quiero el cuarenta por ciento de tu próxima entrega.

M: Ni tengo humor ni tengo cara de gilipollas- concluye levantándose de la butaca y guarda el zipo que hasta ahora giraba entre sus dedos en el abrigo. Olvidando la tensión del despacho. Nada más abrir el abrigo, las armas vuelan y el reto apuntándose unos a otros comienza- para exigir tratos, te noto demasiado nervioso- sonríe ajustando su abrigo sin importarle las armas que siguen apuntando.

Mon: El trato te beneficia más a ti que a mi, no veo porque deba estarlo.

M: Explicate- alza una mano bajando el arma de Toncho y pronto sus chicos imitan a Toncho.

Mon: Toma asiento

M: Tengo prisa

Mon: Ya ha subido por tu estúpida chulería,  quiero el cincuenta

M: Ya me has tocado los cojones bastante.

Un segundo, es lo que tarda Maca en desenfundar y apuntar directa a la frente de Montero y como una perfecta cadena de piezas de dominó se tratara, las armas vuelven a desenfundarse.

Pero Maca cogió ventaja y los suyos apuntan a los de Montero mientras ella no deja de hacerlo con Montero y un salto, y no hay mesa que los separe como no hay centímetros que separen el hierro de la frente de Montero.

Mon: Te vas a arrepentir de esto, me has puesto en bandeja ver como Wilson S L vuela por los aires.

M: Jajaja, ¿sabes cuantas veces he escuchado los mismos deseos de imbéciles como tú?

Mon: Vuestro tiempo terminó y recordarás esta noche el resto de tu vida.

Silencio....sólo roto por las ropas de los chicos cuando alternan a quien apuntar. Hay sinceridad en sus palabras y en sus ojos, y eso eriza más a Maca que unas burdas amenazas.

M: No tienes nada- concluye dejando de apuntarlo.

Mon: Jajaja, saberlo te costará el ochenta por ciento. Subiste el trato tu solita.

M: No hay trato ni lo habrá- ajustado de nuevo su abrigo, se agacha hacia el hombre que recupera una digna postura en la butaca- mas vale que gastes tus energías en hacerla saber a tus chicos que en este pueblo no manda ninguna polla, lo hacen mis santos ovarios.
Mon: Consulta la hora, Macarena. La recordaras el resto de tu vida.

Las tres, treinta y cinco. ¿Que cojones de especial tenia? Puede que mucho o poco. Era solo una amenaza, una mas de tantas. Pero no, no lo era, si le había hecho hacer que Toncho llamase a su hermano para asegurarse que en su casa dormían sin novedad, y ahora, en vez de regresar a casa temprano como quería, estaba caminando por las calles de un gueto.

Su abrigo se abre ante su larga zancada, no camina rápido, se conoce ese suburbio y sabe que ahí, es mas señora que en ningún otro lugar. Es muy fácil con los pobres desgraciados, asegurarles su consumo diario y te venderán el alma. Muy diferente al político, al policía o al funcionario. Avaricia, a este grupo le mueve la avaricia, mas, mas y mas. Al pobre desgraciado solo le interesa continuar viviendo.

“Pobre cabrón”- recuerda a su hermano mayor, y no ahorra no retiene el apelativo. De su mano conoció este gueto y recordar aquellos tiempos, le producen arcadas.
 
Fr: Le diré a padre que no tienes ovarios, vamos es solo un bastardo. Escoria que no sirve para nada, mas que para propagar enfermedades. Jajaja, se retuercen como lagartijas.
 

M: Vale ya Fran.
 

Fr: No lo toques, puede pegarte cualquier cosa. Ni se, que sexo es.
 

M: Necesita ayuda.
 

Fr: Pegale un balazo, sera su mejor ayuda. Siempre con tus tonterías, menos mal que no seras tu quien dirija Wilson el día de mañana, lo convertirías en la Cruz Roja. ¿Robert?
 

M: No lo metas, es un crío.
 

Fr: Pues que aprenda. Quitate de en medio Maca.
 

M: Vamonos Fran
 

Fr: Quitate de en medio
 

M: Tendrás que pegarme a mi primero.
 

Ro: Tengo miedo
 

Fr: Malditos cagados, nunca puedo divertirme con vosotros dos. Algún día tendré mi propio grupo y haré lo que me plazca. Padre me tiene esposa, es la niña mas guapa e inteligente de las Carmelitas, sera mi esposa y todo esto sera mio. Seré el señor y me deberéis respeto.
 

M: No estaré aquí para verlo. Pienso marcharme, mi caballo es veloz y me llevara muy lejos.
 

Fr: Jajaja, estarás. Padre nunca te dejara ir, eres una Wilson
 

Ro: Yo también
 

Fr: Tu no eres mas que un enano, callate.


Pa: Señora, estuvieron por aquí

M ¿Quien?

Pa: Era pequeñaja y llevaba tu sello

M: Uhm....¿a que vino?

Pa: Estuvo con el fleky.

M: Ah, ¿como estas Pablo? Has engordado. ¿No fuiste al medico?

Pa: No deja comer lo que Pablo quiere. ¿No te enfadas con la pequeñaja? Yo la vigile, cuido de ti, señora.

M: No, no me enfado con ella. Solo cuida de su familia, por eso está conmigo. ¿Tu abuela?

Pa: Te mira por la ventana, desde que has llegado. ¿Vienes a verla?

M: Si

4 comentarios:

  1. ee, creo que no tengo nada que decir,ahora,veo veo muchas cosas y espero equivocarme.
    PD: Espero que no demore mucho la proxima actualizacion
    Saludos.

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  2. Guao....este trozo me ha dejado cargada de intriga. Será i no sera clave? Gracias Udont. Besos, Jayssel

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  3. quedamos en la expectativa de saber como sigue ... llegó el momento de los grandes cambios?...

    Udont, gracias...

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  4. Eh? quien es la señora? madre mía ahora me quede mas intrigada que antes,ja,ja.
    Gracias "Sombra"
    Saja

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