Wilson S.L. 43 (editado)

Había dejado a Adri leyendo antes de dormir, había preparado el vestido y complementos que luciría esa noche y con el pelo ya arreglado para la ocasión, se había dado una reparadora ducha.
Ducha, que pese a su brevedad, le había dado para como le gustaba, apoyar las manos en los azulejos y sin mas ruido que el agua cayendo sobre su cuerpo pensar.

Debía hablar con Maca y antes encontrar la forma, de que la noticia de su embarazo no fuese otra tempestad entre ellas. Que diferente a la primera vez que surgió la idea, ahí no se hubiera planteado nada, mas que llegar y soltarle su embarazo como el que a la mesa pide le pasen el  pan.

Pero lo estúpida y emocionada, que la tenia el embarazo y los días pasados con ella, ahora le hacían dudar y buscar otra vía de comunicación.

Sin querer que el mal humor acudiera a la cita de esa noche, por su falta de ideas, sale de la ducha y en un acto reflejo, busca la toalla que debería estar colgada en su habitual sitio. Pero la toalla no está.

F: ¿Buscas esto?- pregunta el señor Wilson sobresaltándola y Anna reacciona rápido arrebatandole la toalla de las manos, para cubrirse como puede con ella.

¿Cuanto tiempo llevaba ahí? ¿Como era tan cerdo y descarado? El viejo no le quitaba la vista de encima y juraría que hasta se relamía mirándola. Tragando el nudo de asco y odio, finge como puede y sonríe como si el hecho de que verla desnuda, fuese habitual entre ambos.

F: ¿Te asuste?

An: No, pero no le oí llamar.

F: ¿Debo hacerlo en mi casa?

Pregunta y patada en el estomago, las ganas de vomitar ante su presencia aumentaban, su desnudez no estaba cubierta del todo y debía sonreír como estúpida, para no provocar la ira del viejo cabrón.

An: No seré yo, quien le diga que hacer en su casa, Fancisco- sonreía de lado y seductora, pero por dentro bramaba y maldecía.

F: Siempre tan diplomática, Anna- por primera vez dejaba de mirarla y apenas daba dos paso mirando el baño- pronto es el acto benéfico de los Soler.

An: Ujum- contestaba y en sutiles movimientos, recoloca la toalla sobre su cuerpo.

F: Tengo un negocio, poca cosa y se de lo bien estimada que estas por Joaquin Soler.

An: Aja- otra breve contestación y ya con su desnudez bien cubierta, se limita a observar la espalda del viejo zorro, quien ahora guardaba unos segundos de silencio, hasta que proseguía girándose hacia ella.

F: A veces eres mas Wilson que mi propia sangre. Llegado el momento en esa cena te pediré que me acompañes y ya sabes, seas un poco Paredes.

Segunda patada en todo el hígado que Anna aguantaba pese a que las ganas de vomitar por el viejo y por ella misma, amenazaban con acabar vomitando encima de la cara americana del viejo.

An: Por supuesto

Tercera patada que se daba ella misma ante tal contestación, ¿pero que podía hacer?

F: Fantástico- avanza hacia ella y tras una mirada que la revisa por entero, le acaricia una mejilla con los nudillos- te dejo, mi hija enseguida subirá.

An: Claro- vuelta a sonreír y vuelta a traicionarse, pero cuando el viejo sale y cierra la puerta del baño tras él, se retira de un golpe la toalla y se introduce de nuevo en la ducha, reteniendo las ganas de llorar- la puta era mi madre, no yo.

Exclama en alto dentro de la ducha y el viejo Wilson, sale de la habitación de Anna y su hija, topando de bruces con esta última.

M: ¿Paso algo?- pregunta frunciendo el ceño, es muy extraño que su padre visite el ala de la vivienda que ellas ocupan, pero que salga de su mismísima habitación no solo es extraño, es simplemente incatalogable para ella.

F: Nada, ¿no me saludas?

M: Claro Padre- pese a los mil pensamientos que la recorren sin tregua, muestra sus respetos como él mismo la enseño y baja la cabeza, para recibir su frío beso. Pero cuando levanta la cabeza,  a su rostro le es imposible no mostrar la incertidumbre que siente en su interior.

F: Le comentaba a Anna, que en el acto de- detiene sus palabras al ver como su hija le rehuye la mirada y mira la puerta de su habitación.

Error, su padre advierte la incertidumbre, los celos y el malestar en general que su hija siente por su visita a esa habitación, por ello en un solo segundo, deja caer su habitual bastón y agarra con fuerza y una sola mano la barbilla de su mirada, obligandola a mirarlo.

M: Padre- aprieta las mandíbulas y nuevo error, no muestra ningún miedo y si un velado reto.

F: Podría haber entrado en esa habitación y hacerle lo que yo quisiera, ¿o acaso lo dudas?- aprieta con mas fuerza la barbilla que sujeta y prosigue- pero es tu mujer y la respeto. ¿Has dudado de mi?

M: Padre

F: Contesta

M: No

F: Bien, recuerda siempre que eres lo que eres, porque yo te hice. Ahora iros a cenar- suelta su barbilla y mira hacia el bastón, indicándole así que lo recoja por el. Con él ya en la mano, palmea levemente la cara de su hija sonriendo y avanza por el pasillo- Macarena

M: Dígame, Padre

F: Lucela, tiene un hermoso cuerpo- apostilla sonriendo victorioso sin volverse hacia su hija.

Y esta no puede mas que apretar los puños con rabia y abrir la puerta de su habitación. Cuando lo hace, sus ojos tropiezan con los de Anna, y lo que ve en ellos, le hacen volver a cerrar y huir hacia el despacho que tiene en esa ala.

En él entra como si un golpe de viento se tratara, rápido y con la sangre envenenada, se sirve un whisky que bebe en dos sorbos y después, después abre un cajón cerrado con llave y quita el doble fondo, para sacar de ese hueco una papelina.

M: Mierda...- exclama, sirviéndose otro trago y  cuando se dispone a prepararse una raya, una personita irrumpe en el despacho en pijamita y restregándose los ojos.

Ad: ¿Que haces mami?

M: Adri

Ad: Mama te espera, ya sabes le gusta que le subas la cremallera del vestido- inquieta como es, sus ojos revisan a su madre y peor, lo que tiene en sus manos- ¿Que tienes?

M: Nada- aprieta la papelina en su mano, tapándola- solo basura.

Ad: Pues tirala, mami- concluye y va a su encuentro, abrazándose a ella.

Es basura tirala, que fácil lo ven los ojos de una niña, pero que difícil es hacerlo para quien trata de evitar ceder a las ganas inmensas que tiene de bajar a por su padre, olvidándose de que justamente, es su padre.

An: Maca. Llegamos tarde.

¿Como miras a la cara de tu mujer ante lo dicho por tu padre? ¿Como aguantas de pie al sentirte tan pequeñita? ¿Como puedes continuar manteniendo tal situación?

PD: está editado porque me equivoqué de trozo y colgué otro que no tocaba aysssss jajaja