Hay
una cita muy utilizada en la defensa de los presos penitenciarios, de
la gran e inigualable Concepción Arenal, “odia el delito y
compadece al delincuente”
Cita
que refleja por entero mi estado actual. Mi delito es ser una hija de
puta, que engaña a su marido y se me debe compadecer, porque ni se
ni quiero detener esto que siento, pero soy consciente del daño que
puedo causar.
Estoy
en nuestra habitación, ya es nuestra por derecho, con la luz
prendida, de pie frente a mi morena ojos miel, que continua como
cuando la prendí, sentada en la cama y sin mirarme.
No
eres tu el delito y no eres tu, la delincuente. Soy yo la que esta
casada y soy yo, la que ha irrumpido en tu vida. Solo espero, que no
sea demasiado tarde y continúes a salvo de mi.
No
puedo quedarme mas quieta, dejo caer el bolso y consigo su atención,
levanta la cabeza despacito y dios, que bonitos son sus ojos color
miel a la luz. Sonrío como buena hija de puta y pago la condena de
serlo, ennerviandome como nunca antes, tengo el pulso acelerado, la
garganta seca y corro el peligro de echarme a llorar en cuanto vuelva
a pronunciar mi nombre.
Bendita
oscuridad e intimidad, que te protegía de mi.
- Yo....Miranda yo
Tartamudeo como imbécil, sumando defectos a mi lista y ella alza la mano, seguro fría y suave, deteniendo, no se si mis palabras o mi inevitable avance.
- No, no digas nada y apaga la luz.
Miedo,
sus hermosos e increíbles ojos denotan miedo. No ha sonado una
alarma, no se ha disparado el detector de humos, nada nos ha
sobresaltado, solo puede haber una causa. Evidente, soy yo.
-
MirandaSuplico como una delincuente profesional, yo no he sido, yo no he querido, todo tiene una explicación, jamás quise, bla, bla y bla. Mil excusas contenidas en su nombre y todo para que no me tenga miedo.
- Hagamos como que nada ha ocurrido, sigamos como siempre- me dice levantándose y juro, que casi me mareo, es tan indescriptible para mi, verla a dos pasos y con luz.
Bien, genial y fantástico, la he convertido en la poli corrupta que prefiere mirar para otro lado y no perseguir el delito.
Identifica
el delito y huye de mi, cariño. Soy tan egoísta, que siento unas
ganas inmensas de abrazarla y hacerle caso. Volver a nuestra
oscuridad y ser eternamente feliz, aunque lo eterno en este caso
tenga duración, exactamente tres horas.
- Dani
No me ayuda en nada acercándose a mi y menos pronunciando mi nombre en diminutivo.
- Solo.....solo si eres consciente de que.....dios Miranda
- No te pido mas, no lo estoy haciendo.....apaga la luz
- No, solo prométeme que si esto....si esto llega hacerte daño, tu...
- Sush, no la apagues si no quieres y bésame.
- Miranda
...... Con pocas palabras....y ha dicho...¡¡tanto¡¡...Ya se han descubierto...ya...y prefieren seguir en esa ''su oscuridad'''...poco más queda por decir..
ResponderEliminarY.....FELIZ CUMPLEAÑOS ESCRITORA...
TE DESEO...LO MEJOR PARA ESTE DÍA..
Celeste-Noegro..
Apaga la luz... o no la apagues pero bésala!
ResponderEliminarDios mío, empiezo a sufrir con estas dos, ambas ya sienten algo mucho más fuerte de lo que reconocen. Amenaza mucho sufrimiento, veremos. Un auténtico deleite está historia. Besos, Jayssel.
ResponderEliminarQué Delicioso manjar...
ResponderEliminarse sienten y llegan tan a dentro...Hasta cuando dicen sus nombres...
NO QUIERO SUFRIR
gracias artisstazaaaaaaaa
como me gustan estos encuentros a pesar de la oscuridad
ResponderEliminarGracias dúo dinámico por esta linda historia
Saja