Wilson S.L. 42

Conducía hacia las afueras del pueblo, en un coche de alta gama con el sello Wilson, el mismo que lucia por primera vez en su dedo índice, justo al lado del dedo corazón y en consecuencia justo al lado de “la señora”.

“Estoy embarazada y....pensé decíroslo mas tarde, cuando hubiese atravesado la barrera de los tres meses”

Recuerda las palabras dichas por su hermana Anna, y el corazón se le encoge igual que cuando la escucho en directo.

“Es mi tercer intento, el primero no fraguo y en el segundo tuve un aborto a las diez semanas”

¿Cómo diablos era Anna capaz de haber pasado algo así sola? ¿Por que narices se empeñaba siempre en luchar en la mas absurda soledad? ¿Y como diablos podía ser tan fuerte?

Justo en el peor momento su hermana estaba embarazada y justo por ese motivo, conduce ese coche hacia un gueto de las afueras. “La familia se cuida”

Maca tenia plan A y B, ella solo contaba con un A, y la noticia del embarazo de Anna, le apremiaba a buscar un B. Confiaba casi ciegamente en el plan de Maca, sabia de los apoyos de Montoya, pero en contra estaba el viejo zorro, el vengativo Roberto y lo peor, nadie sale o entra de la droga a su aire. No puedes decir hasta aquí llegue, me retiro de la partida, sabes demasiado, conoces a demasiada gente involucrada, hacerlo así, seria garantizarte ser comida de peces.

Lo único que la tranquiliza es que Maca es muy consciente de este hecho, por eso era tan necesario el refugio de los Montoya. Pero había un pero, Colombia.

“¿Lo has hecho por las bodegas?”

Fue la pregunta de Valeria, nada mas soltar Anna la bomba de su embarazo y con tal pregunta, dejo a Anna callada por segundos o quizás minutos.

Y como pocas veces ocurriera, la respuesta de Anna fue dudosa, nerviosa y algo emotiva.

“ La primera vez lo inicie como una estúpida maniobra para conseguir mas votos en el Consejo....y.....y bueno, no salió, decidí esperar un tiempo y entonces volví a intentarlo, me quede embarazada llego el aborto y....hasta esta vez”

“Imagino que Maca desconoce todo esto”

“Si”

“¿Y ahora?”

“Ahora me importa muy poco el Consejo y con él las bodegas, quiero ser madre nuevamente”

“Me encanta y estamos contigo. Es hora de olvidarnos de las Bodegas, rescata nuestra parte y vayámonos de este pueblo”

“No”

“Has dicho que han dejado de importarte las Bodegas, cerremos este capitulo de una vez”

“No es tan fácil, Val”

“ Por Maca, seguro. ¿No te das cuenta que es el mejor momento para por fin separarte de ella?”

“Te olvidas de Adri”

“¿Solo por Adri no lo haces?”

“Ya vale, Val”

“¿De verdad crees que tenéis una oportunidad? Detestas su mundo, pero ¿sabes que? No tiene otro, y esto no te lo digo como la cuñada que no traga a la mujer de su hermana, no, te lo digo como la amiga y compañera de clase que fui de Maca. Es su mundo, es como los educaron y es que no saben hacer otra cosa. Por no hablar de que no creo que el viejo zorro, le de la venia para poder dejar Wilson S L, si es que te hiciera caso y decidiera dejarlo, joder. A tomar por culo mis sacras otra vez”

El viejo zorro, Maca apenas lo mencionaba en sus planes, solo hablaba de Roberto, pero en verdad, ¿cómo se lo tomaría? ¿qué poder guardaba aún?

Debía trabajar en ello, aunque el viejo es tan astuto, que lo mismo ya sospecha algo. Podría ser esa la causa, de que personara en el Satanás con el Juez Arteta y la Jefa de Aduanas, eso es. Fue una advertencia, “no estoy retirado y puedo plantar batalla”.

Por suerte, Maca contaba con el ¿fiel? apoyo de Montoya y ¿qué poder real tendría el viejo en Colombia? Oh dios, ¿y Anna en Colombia?

Son las ultimas divagaciones que puede hacer, ante el alto que una patrulla de Guardias Civiles le da. Inquieta, porque no ha escondido el arma, gira el sello en su dedo y se incorpora mas recta en el asiento. Antes de detener el coche donde le indican recuerda las palabras de Faus;

“El sello te abrirá puertas que creerás cerradas a cal y canto”

Primera vez que lo lucia y primera vez que iba a necesitarlo. Con el coche detenido, baja la ventanilla, tras asegurarse que la americana cubre el revolver.

- Buenas noches, documentación por favor- solicita un Agente, previo saludo.

Es: Si- contesta sonriendo y le mantiene la mirada- Soy Estefania Paredes- se presenta rascándose la nariz con la mano que luce el sello.

- Eh...- es lo único que dice el Agente, clavando nervioso su vista en el sello.

Es: ¿Se la muestro?

- No, perdone. Identificamos el coche como de “la señora”, pero lo siento, no la reconocimos. Puede continuar.

Es: Ey, es normal. Llevo poco aquí.

- Gracias y....presente nuestros respetos a la señora- dice escribiendo el numero de su placa en una pequeña libreta, tras ello arranca el papel y orgulloso se lo ofrece.

Es: Por supuesto, que tengan buena noche.

- Igualmente

Es lo ultimo conversado entre ambos, en nada Estefa pone el coche en marcha y a pocos metros, no puede evitar, exclamar eufórica.

Es: Joder, eso ha estado bien, uff.

Pocos kilómetros mas tarde, su estado eufórico se transforma en uno temeroso, era mucho mas difícil de lo que en un principio pensó.

Acudía sola a un gueto y con la única ayuda de un revolver. “Oh si, del sello también” Sabia donde debía aparcar, sabia como debía caminar y sabia como debía exigir. Pero una cosa es saber lo que debes hacer y otra hacerlo.

Aparco enfrente del numero treinta y siete de esa calle, justo el numero al que acudía, nada mas salir del coche, concluyo “Si la delincuencia tiene un olor, sin duda es este”

A pocos metros a la derecha, podía ver una pequeña fogata hecha en un bidón, “punto de venta de droga”, y a pocos a la izquierda, un muchacho bastante entrado en carnes, hablaba a una ¿pegatina?....”avisador”, es el que avisa si llega la pasma.

La calle era de libro, no faltaba nada, el grupo de chicos reunidos en circulo que fijaban su atención en ella y el coche, el ruido que salía de las diferentes ventanas y puertas, el olor y el avisador, que la llamaba haciéndola detener el paso y apretar el puño nerviosa.

- ¿La señora esta en el coche?

Es: No

- ¿Quién eres? No deberías estar aquí sola, ¿y la señora?

Es: Déjame pasar

- Uhm..uhm...¿ese sello es tuyo?

Es: Ultima vez, déjame pasar

- No cabrees a Pablo.

Es: ¿Quien es Pablo?

- Ey Pablo, deja a la muchacha

Pa: Lleva el sello de la señora, ¿quieres que se lo quite?

- No, ya me ocupo yo. Tu vuelve a tu sitio.

Pa: Pablo se lo dirá a la señora. Pablo siempre cuenta a la señora.

- He dicho que te vayas Pablo. Y tu, ¿quién cojones eres?