Verano, playa..tú

A primera hora de la mañana el sol ya tostaba su piel al mismo ritmo que en las llanuras el trigo espigado se quebraba esperando su recogida. Si ese solazo reinaba en junio, ¿como se le sobrevivirían en agosto?

Dándose una vuelta sobre la arena, Martina gruño ante el contacto directo con la misma. Debía anotarse traer a la playa, además de las gafas de esnórquel, el kayak, los remos, la nevera con sus cervecitas..una simple esterilla. Tan simple como comprada en los chinos o de promoción, pero algo con el suficiente grosor para dejar de notar la arena exfoliando su piel a cada giro o movimiento dado. En fin, nadie que la conociera podría venderla como una turista de playa capaz de estar horas tomando el sol, cuchicheando a su vez a los vecinos de apartamento ni juzgando la estética final de las nuevas tetas de su prima. Poco dada a esos menesteres, volvió a girarse, quejarse y finalmente, optó por sentarse. Quizás no estaría tan mal cuchichear a los paseantes playeros. ¡No ni ná! 

En un cigarro, ya estaba resoplando y con mil cosas que hacer mejor en su cabeza, hasta que el paso en su opinión, demasiado sensual y sobreactuado de una mujer al fondo, llamo su atención. Según la veía caminar hacia ella, bueno..hacia su lado de la playa para ser precisos, creyó reconocerla como la mujer que la noche anterior, había dado prácticamente el mismo paseo con distinta túnica.

Esa,  la de la noche anterior, lo  había dado con una túnica  corta y negra, la de ahora era absolutamente blanca y larga, tanto como para arrastrarla por el agua a su paso. ¡Toda una portada de revista! 

Así mismo le había parecido la noche anterior y en ese mismo momento. Pronto los que como Martina, intentaban disfrutar de un día de playa, miraron a la mujer curiosos y más aún, al percatarse que a la mujer le seguían dos tíos con cámaras fotográficas y paneles solares, entre otros objetos. 

Martina pronto dejo de echarle cuentas, sería alguna publicidad  de perfume o vete tú a saber. Desde luego la tía estaba buena para eso y más, pero tanta sobreactuacion y pomposidad le restaban atención. 

Para ella, porque para el resto se había convertido en el acontecimiento de la mañana. Algo de lo que Martina, de nuevo tumbada no se percató hasta que, algo se acercó demasiado a ella, para su gusto.

- Perdona...no quería molestarte pero..- dijo el tipo que acababa de invadir su espacio. Martina lo escucho torciendo los labios y de buena gana, lo hubiera mandado de paseo, pero la educación la llevo por delante..de momento.

- Perdonado...ya te puedes ir- le dijo sin levantar la cabeza. Lo cual, no la libro de que el tipo insistiese.

- Si..veras, estamos haciendo una serie de fotografías y necesitaríamos, querríamos..- conforme fue hablándole y sin que Martina moviese un dedo, el tipo lo fue viendo complicado por eso prefirió atajar- ¿Nos harías el favor de acercarte a Ría? Serán un par de fotos a lo sumo- concluyó esperando que la tipa al escuchar ese nombre por fin se levantase y cooperase, pero Martina aún estaba procesando lo escuchado.

 ¿Acercarse a quien? Mientras se lo preguntaba y con desgana se incorporó, para en silencio primero mirar al tipo y después a la tal Ria, que a lo lejos se dejaba fotografiar junto a bañistas. Ante tal visión, las quejas de Martina no tardaron en llegar.

- Vamos a ver ..¿te parece poca gente acercándose a ella para necesitarme a mí?-inquirió creyendo no necesitar proseguir la conversación. Pero el muchacho, no se iba a rendir fan fácil.

- Bueno si..pero no son lo que necesito y es Ría. Joder, que solo te estoy pidiendo acercarte a ella- bramó el chaval. Venga ya, a cualquiera que le pidiera eso mismo, le faltarían pies para hacerlo. Ría era la actriz española del momento, no había una alfombra roja sin ella, ni una película de renombre y la tipa de tatuajes desgastados y mercadillo de deportes acuáticos, iba y se le ponía tiquismiquis. Su nuevo atajo, provocó que Martina subiese las cejas. Al menos el chaval tenía agallas y por ahí con ella...si.

- ¿Y que le digo? ¿ Ola k ases?- le preguntó con evidente sorna y el chaval, no pudo más que reír.

- No..me basta con que te acerques sin aparentar ser una fan loca, que parezca que os conocéis y acabáis de encontraros dando un paseo por aquí-

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