Tres 5

4.

El sonido del móvil, insoportablemente constante, terminó por despertarla, odiando a quien fuese el culpable de que el puñetero móvil, sonase una y otra vez. Sin poder aun moverse, la humedad bajo su boca, le hizo arrugar el ceño, asqueada. Estaba con la boca abierta, como lo estaban sus piernas, ocupando prácticamente la totalidad de la dimensional cama, y continuaba sin poder moverse.

- Cállate- pidió con la garganta totalmente seca e intento mover un brazo sin ningún éxito.  No solo era incapaz de abrir los ojos, sino que todo el cuerpo se mostraba igual de pesado que sus propios párpados- Sush…ya esta….anda, cállate pedazo de cabrón.

De  seguro el imbécil que no tenía nada mejor que llamarla a las doce del mediodía, no se había metido la mierda que ella se había metido, no había perseguido en moto a un pibón de tía y no se habría tirado a ese pibón durante horas. Si lo hubiese hecho, no estaría dañando sus oídos con el repetitivo y elevado tono del puto teléfono, al que pensaba asesinar una vez consiguiera moverse en la cama.

- Cago en su puta madre- maldijo consiguiendo cubrirse el rostro. Los rayos del sol le entraban directos y comenzaba a notar un ligero quemazón. Debía llevar horas dándole directo en la cara, sin que nadie se hubiese ocupado de cerrar las cortinas- Cris joder, cierrala- pidió como si su personal assistant estuviese con ella, y la mención de la chica, le hizo abrir los ojos, topando con un balcón abierto y tras él, el mediterráneo, dándole los buenos días- ¿Dónde cojones estoy?- desorientada y tomando conciencia de que estaba sola en esa habitación, logró hacerse con su propio cuerpo y se arrastró por la cama en busca de su móvil, que tirado en el suelo, continuaba sonando incansable. No sin esfuerzo a punto de caerse de la cama, logró cogerlo y sin mirar la pantalla iluminada, descolgó precipitándose- Cris estoy frente al puto mar,  ¿Por qué no me habías dicho que Madrid ya tiene playa?

- No soy Cris, ¿Qué narices haces en la playa?- la voz de Rocío al otro lado del teléfono le rebotó en la cabeza, provocándole una pequeña náusea, que controlo in extremis.

- Agh…veo el mar, Ro- contesto realizando un verdadero esfuerzo y tras conseguir simular una visera con su mano, al fondo el azul mar, le daba una pista y ella gentil, se la participaba a Ro, buscando su ayuda- Lo veo..Está ahí fuera y yo aquí dentro…auch- se quejó, al caer de cara al suelo de la habitación. El golpe, las náuseas y su penoso estado en general, la desorientaron más todavía-  ¿Tu donde estas?- le preguntó con la esperanza de verla aparecer y arrastrándose desnuda, llegó al balcón- ¿Y dónde está Cris? Necesito a Cris, dile que venga- jadeo por el esfuerzo y se olvidó de su pesadez, a distinguir claramente el puerto deportivo de Alicante. De un salto, se pegó a la barandilla, incrédula.

- Estamos en Madrid, donde esta tarde tenemos una actuación, ¿recuerdas? Joder…puta manía de liarla tienes…dime donde estás- pidió escarmentada Rocío. Tontería era molestarse en querer saber más, lo mejor era atajar e ir al grano, saber dónde narices estaba y ver cómo hacerla volver cuanto antes.  Pero Vega contestaba ahora en monosílabos incomprensibles- Que me digas dónde estás- exigió perdiendo la paciencia, con Cris a su lado, sin saber muy bien donde mirar.

- Alicante…estoy en la puta Alicante- confesó Vega retirándose el móvil de la oreja, el grito de Ro llegaría directo a Alicante, sin necesidad de tecnologías.  Temerosa cerró los ojos y cuando los abrió, se fijó en las palmeras que podía ver enfrente y en dos paparazzi que la enfocaban con los objetivos de sus cámaras- Hijos de puta- exclamó mirándose. Los paparazzi seguían a lo suyo, Ro continuaba cagandose en ella mediante el teléfono y ella estaba en un balcón del Melia de Alicante, en pelota picada- Esto…ejem- carraspeo caminando hacia atrás con el móvil ahora bien pegadito a su oreja- Ro…te….tengo que dejarte, debo cargarme a dos cabrones que me acaban de fotografiar en bolas por la puta ventana- le dijo olvidando cualquier atisbo de resaca y tiró el móvil, para lanzarse a correr, dispuesta a llegar  a los paparazzi.

Corriendo salió de la habitación olvidando su desnudez, hasta que por el ascensor de servicio apareció una joven camarera, que se quedó petrificada, viéndola llegar hasta ella desnuda. Bastó verle la cara, para darse cuenta, que la frecuencia ordenada por su cerebro, de primero jeans y camiseta, después correr, su cuerpo no la había ejecutado como debía.

- Joder…vale- alzó los brazos pidiendo calma- Vale…estoy en Alicante, ¿sabes? Ni puta idea de cómo he llegado aquí, pero estoy aquí, y tú me estás viendo desnuda, porque abajo hay dos payasos fotografiándome el body, que tan ricamente estás tú viendo. Como he cerrado la puerta, sin bolsillo donde guardar la tarjeta, no tengo tarjeta y es ahí donde tú entras. Necesito me abras la puerta, necesito vestirme, con medio vestirme me vale, bajar, sacudirles, subir tras ello, y devolverte el favor, con dos entradas para el próximo concierto de Mane, en Alicante…que es donde repito, creo que estoy. Por qué estoy en Alicante, ¿verdad?- soltó sin esfuerzo y bajo los hombros al terminar exhausta. La chica pasó de estar sorprendida a estarlo aún más. Sin duda, acababa de reconocerla como la bajista de Mane. Si, su boca desencajándoselo, era una buena pista- Me encantaría cerrarte la boquita tan bonita que tienes con un beso, tratando así de de hacerte reaccionar y que me cruzaras la cara, de un sonoro hostiazo, pero es que llevo prisa, ¿me entiendes?

La chica pareció entenderle y hasta reaccionó. Sin saber muy bien si le cruzaría la cara de atreverse a besarla, busco la  tarjeta maestra y abrió la puerta que le indicaba Vega. Ésta entró todo lo rápido que pudo y como había previsto volvió a correr, esperando llegar abajo a tiempo. Pero joder, en la puerta había dejado a la asombrada y guapa camarera. Tocaba darse la vuelta con las mismas prisas y si, soltarle un besazo al que no le siguió una hostia. 

- Como ves…- alzó la voz de nuevo saliendo a la carrera- Estoy tan pirada como dicen.

Los paparazzi abajo parapetados, no fueron tan amables como la camarera y no les sacudió. Una vez más la fuerza se le iba por la boca y tuvo que conformarse con regresar  a la habitación, cagandose en la prensa rosa en diferentes idiomas, por supuesto solo entendibles por ella misma.

Recapitulando, estaba en Alicante y estaba jodida. Sin tiempo para pensar y mucho menos para recordar, re-llamó a Ro, dispuesta a aguantar una buena bronca de ésta.

- Antes de…te quiero mogollón, recuérdalo y desde bien pequeñas además- se adelantó a la más que probable bronca de Ro, pero ésta estalló en risas, desubicándola.

- Jajaja, ¿Cómo has acabado ahí?- preguntó pasando de abroncarla. Al fin y al cabo, así era Vega, una loca sin ninguna maldad.

- Pues…yo que sé- se relajo al escuchar a Ro sin ánimos de broncas y comenzó a inspeccionar la habitación- A ver...- pidió tiempo tragando saliva y el especial y distinto sabor que encontró en su boca le hizo abrir los ojos, para enseguida hacer partícipe de su descubrimiento a su amiga- Estuve comiendo coño....Joder- exclamó recordando flashes de su loca noche- Me comí un coñito moreno, que digo me comí...me harté a coñito moreno, la cosa es.. ¿Dónde está?- preguntó pérdida en su propia movida personal. Ro al otro lado se quedó callada escuchándola moverse por la habitación- Estoy sola, no hay coñito que no sea el mío- concluyó dejándose caer en la cama.

-  Bueno...parece que has tenido una gran noche- murmuró al otro lado Ro sin disimular el desánimo en su voz. Desánimo que Vega no tardó en adivinar,maldiciendo su falta de pudor.

- Joder...- exclamó claramente en postura enfrentada con Ro- Una puta noche más de drogas, sexo y alcohol. Y mírame, estoy aquí tirada, esperando que Cris me saque a tiempo para llegar a Madrid, tocar y pegarme otra mierda de fiesta para acabar dormitando en un coño nuevo. Moreno, amarillo, blanco o pelirrojo, da igual cómo sea, la cuestión es que a la mañana siguiente, estoy tirada como una puta colilla- trató de sonar lo más clara posible dentro de sus posibilidades, y estuvo a punto de abofetearse por su mala pata.

- Vale...no empieces- le pidió Ro no queriendo ahondar más en su propia mierda.

- Lo has hecho tú- se quejó al momento Vega, quedando sentada en la cama. Su reflejo en el cristal situado enfrente y el recuerdo de lo que tuvo el placer de contemplar a través de él, horas antes, casi le hace volver a soltar su lengua, pero reaccionó a tiempo- Tu culpa ha sido, por ponerme esa vocecilla que me pones- intentó reconducir la conversación tirando del humor que con Ro casi siempre le funcionaba. Pero joder, el puto espejo se empeñaba en recordarle el cuerpo perfecto que encima suya a horcajadas se movía aún más perfecto.

- Puta mierda...- volvió a murmurar Ro, necesitando que Vega la rescatara del filo de su particular pozo, pero cuando estás al filo, todos tenemos la estúpida manía de mirar al fondo, arriesgando caer- Lo teníamos todo, Vega...todo.

- Y lo seguís teniendo,Ro. Se lo jodido que es, más que nadie se cómo te sientes, pero nunca olvides que tienes lo más difícil de conseguir, la mujer que amas te adora, no hay nada más jodidamente bueno que eso....y esta noche nos corremos una buena juerga, para celebrar que dejo a las mujeres....la pedazo mulata de anoche es solo la excepción. Diosito que coñito más rico, de perder la cabeza...de verdad te lo digo.

- Jajaja, por suerte tu no tienes cabeza- rió saltando hacia atrás de la mano de su particular ángel de la guarda.

- Nací en el campo, tú en un palacio, viví en el llanto, tú fuiste amada, juntas formamos un paraíso, somos almas gemelas- cantó adorando el silencio tranquilo con el que Ro la escuchaba- Estoy cayendo ahora, que no llevo pasta encima, ni una simple tarjeta. ¿Le dices a Cris? 

- Si...ahora le digo que te traiga de vuelta….Yo también a ti, calavera.