miércoles, 18 de marzo de 2015

Take a Chef 7


Vera, el nombre de su reverva para el sábado se fue convirtiendo en una obsesión para la Chef. Recordar su presencia e imagen, unido a lo contado sobre ella por Mel, creó una curiosidad en Arel impropia. Siendo cocinera, podía hacer una fácil analogía. Vera era todo un producto gourmet. Lo que se entiende como un producto especial, de alta calidad, elaborado con mimo y respetando el producto al máximo para que se conserven todas sus propiedades y cualidades organolépticas. Lo era su físico portentoso.
A Arel le bastaba recordar como se giró buscando la mirada sobre si que intuyó y la vió. Alta y de físico acaparador de miradas no por una belleza perfectamente conseguida, sino por un aura que indicaba su alta calidad. El mimo con que fue "elaborada" Arel no se lo achacaba a quienes fueran sus padres, sino a según lo contado por Mel, por haberse hecho así misma. De las cabezas que hubiese pisado en esa elaboración no quiso pensar a pesar de que estaba segura, las habría habido.
Todo producto gourmet, posee un sabor excelente, de una exhaustiva selección de la materia prima, también en su presentación o envase se nota su amor por la calidad y por el producto de lujo. En este punto, Vera daba de lleno en todas y si alguna duda le quedaba a la Chef, el sábado de su reserva quedó sepultada. 
Producto gourmet con denominación de origen, todo un placer para cualquier sibirita y un sueño para el resto de mortales. Sibirita casaba y muy bien, con Candela, la dueña verdadera de su reserva. La mujer que le abrió la puerta, de estatura similiar a la de Arel, perlo cortisimo y cargados modales , tenía toda la pinta de una sibirita obligada, sin ninguna devoción. Para Arel carecía de devoción en la falta de ganas de que la cena, según merecía en una pedida de Matrimonio, fuese perfecta. Había una recreación excesiva en sus formas de mirarse a cada rato en cualquier espejo con el que se cruzase en el camino que le indicó hasta la cocina. Fue muy ostentoso que le mostrase la cocina como si fuese la de Ferrá Adriá, Arel incluso estuvo por buscarlo en algún armario. Lo mismo la snob que se miraba en una copa lo tenía por ahí escondido. En español, Arel la habría resumido como todo "un peñazo de mujer". Si ella tuviese el renombre del maestro Adriá, de buena gana le hubiese pedido que saliese de la cocina y la dejase trabajar en paz. Pero claro, así Candela no tendría ante quien pavonearse de lo que esperaba de esa noche. 
- He esperado mucho tiempo, para lo que esta noche haré, no puede fallar nada- le dijo volviendo a repasar su imagen en la ventana de la cocina.
- Y una mierda- pensó Arel escueta, a la hora de mantener con ella una conversación. Bastaba ver su comportamiento para saber que si había esperado, pero sólo por asegurarse un si en la respuesta de Vera. Esa mujer tan egocéntrica no se permitiría nunca una negativa. Por suerte para la Chef, alguien llamó al teléfono de la casa y pudo disfrutar de su trabajo sin los comentarios de esa mujer. De ser romántica, podría haber pensado entonces en lo fría que se le estaba antojando esa cena. Dos mujeres, una pedida y ninguna ilusión. Por lo menos, no la encontró en Candela y poco le importaba. De mentalidad muy abierta, Arel no se iba a poner a juzgar, allá cada cual en su forma de gastar la vida. 
Minutos tuvo de tranquilidad que aprovechó, sin olvidarse de su musa esa noche. Aunque, como olvidarse si en un momento dado necesito la ayuda de la obligada sibarita para encontrar algo en la cocina y buscándola, tropezó con una fotografía de su producto gourmet.
En su presentación o envase se nota su amor por la calidad, como buen producto gourmet. Ese era el resumen de lo que vió en esa foto a la que se quedo enganchada. En blanco y negro, Vera posaba con sólo un negligee puesto. Abierta de piernas y con las manos juntos entrelazadas en su entrepierna, los tirantes del negligee caían armoniosamente por sus hombros, provocando que Arel se perdiese recorriendolos. Rápido y con el corazón a mil por si Candela la pillaba, trató se retener la foto en sus retinas. Naturalmente sensual y escandalosamente perfecta. Toda una tentación y la ostentación perfecta para la snob que llegaba hasta su lado y como ella, contemplaba la foto. 
- Es Vera, mi pareja. No puede ser más bella, sería imposible.
Toda snob de obligado sibarismo, debe alardear de sus logros u objetos de colección. Candela no falló a sus preceptos y a Arel le apeteció cero seguir mirando semejante joya en su compañía. 
Pero esa imagen tan íntima de Vera, se quedó guardada en sus retinas como ella misma había querido y la atormentó a golpe de calor en su sexo el resto de tiempo que tuvo que permanecer en esa casa. De haber podido habría cambiado todo el menú, recreándose en la sensualidad de Vera. Su voz, le faltaba escuchar su voz, comprobar así que el producto era perfecto y tras su voz o antes, su olor. Saber como olía, cerrar los ojos y empaparse de él mientras la escuchaba. Por más que intentó recordar los segundos compartidos en la cafetería cuando Vera saludó a Mel, no habló rastros de esos dos componentes, maldiciendose. Toda una obsesión, entendida como perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente, que aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él. 
En eso se volcó Arel, en librarse de esa atracción brutal que le hacía recrearla una y otra vez. Por mucho que fuese una mujer venida de todo y con la mente abierta, no podía estar cocinando para esa pareja obsesionada con una al punto de estar de lo más mojada. Su idealización de la feminidad convertida en menú a degustar, la obligó a acelerar su cocina. Necesitaba salir de esa casa y respirar, aunque fuese el aire contaminado de Madrid. 
Pero, no hay nada peor para una obsesión, que el destino se alinee para acrecentarla alimentándola con "cachitos" de esa obsesión. El destino, la casualidad o a saber. La cuestión es que para terminar los postres necesitó de los frutos  olvidados en su furgoneta y tuvo que bajar por ellos. 
Al subir, su obsesión con nombre de mujer, la acompañaba en el ascensor, noqueándole todo intento de huida.






7 comentarios:

  1. to meio perdida, afinal esse interesse por vera qual e
    para mim ela estava gostando de mel

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  2. A ver en que acaba la cena.. Porque mucho se está obsesionando con Vera.. Creía que le interesaba Mel..

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  3. Yo tambien estoy desconcertada con Arel..no creia que era mujer que se fijara en todas..llamadme romantica pero que vaya de Mel a Vera me
    decepciona un poco...pero me recuperare..jajajaja
    Me encanta la minuciosa elaboracion en la mente de Arel fijandose en detalles y el tono de voz de los menus que prepara .....
    A ver que pasa con Mel...
    Divina_Wilson

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  4. ......NOS DESCONCIERTAS ....SI¡¡¡¡ ESCRITORA
    O ES QUE...ESA CHEF....LE GUSTA ¡¡TANTO¡¡¡ MEZCLAR SABORES COMO HACERLO CON MUJERES??...SERÁ ESO?

    GRACIAS.....POR ¡¡TANTO¡¡¡

    CELESTE-NEGRO

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  5. e iria ficar bastante decepcionada se arel for assim de olhar todas e muito menos se ela se interessar por vera. não gostei muito dessa parte
    na verdade

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  6. ..... Cuando pensamos que algo debe de ser ....aquello que deseamos....aquello que '''sería lo correcto''''...dentro de lo que es ese mundo que diseñamos a medida quizás de unos pocos....porque no todos debemos pensar '''que las reglas son aquellas que están establecidas...o '''que sería ese deseo para que todo fuese bonito...para que todo tuviese ese punto....donde lo fácil es hacer todo sencillo'''....Y puede que sea así....y puede también que ....deseemos que esta HISTORIA tenga mucho o todo de eso....que esa Chef encuentre a esa mujer estupenda que ...que...le haga la vida '''en tonos cálidos '''' pero también puede ser...o podría ser....que quiera abanico de colores...en blanco y negro...o que ese abanico lleve colores cálidos a la vez que colores fuertes...muy fuertes.....
    ....Que puede ser ....no???

    Escritora.....tus letras y esa forma de sorprendernos....son los culpables....que en esta tarde de sábado....donde la lluvia cae constantemente en esa parte de España donde tengo la suerte de estar...De nuevo allá entrado en esa mesa de sabores....pensando .. que quizás no sea la palabra desconcierto la que debí utilizar...o si...pero da igual...lo que si se....es que puede haber y las hay....mil formas de poder llenar unas vidas unos momentos....
    Así que a esperar que estas mujeres '''gemolares''' se muevan a sus anchas bajo tu mano siempre...

    Gracias.....por ¡¡tanto¡¡¡

    Celeste-negro

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  7. .... Lo siento....me lo acaban de decir....y con toda la razón...en mi escrito anterior....al querer expresar algo y luego cambiarlo....deje esa misma expresión que en mente estaba pero que en absoluto al cambiar se escribe así....no es lo mismo pensar sobre '''allá donde quisiera estar ''' que decir '''' de nuevo haya entrado''' ( siendo más correcto haber dicho..'''entre de nuevo'''...
    .... Mis disculpas por tan tremenda falta.

    Celeste-Negro

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