martes, 10 de marzo de 2015

Take a Chef 6


2.

En la calle la bocina de algún conductor impaciente podía sonar, como las sirenas de alguna ambulancia prácticamente volando, las persianas seguirían siendo bajadas ante la llegada de la noche y el bullicio del turisteo de una ciudad tan viva como Madrid, continuaría escuchándote hasta altas horas de la madrugada. Pero Arel, encerrada en su cocina nada escuchaba. Lo único que salvaba el silencio que adoraba para "crear" era el que aún emitía el aceite en alguna de las sartenes utilizadas.
Vera, así llamaría el menú que en su nombre preparaba. Sin conocerla y sin haber intercambiado con ella ni una sola palabra, y ante sí en un plato, había logrado el equilibrio perfecto que resumía lo contado por Mel, sobre esa mujer de nombre con raza. Podría haberle bastado cerrar los ojos y rebuscar en su memoria, su profunda mirada, su hermosa melena de rastros andalusí, sus marcadas piernas o su imagen en general. Cordobesa a todas luces para una parisina enamorada de España como era Arel. Pero no, tratándose de una velada tan especial como para la que había sido contratada con la intermediación de Mel, debía saber más de la mujer a la que agasajar con un espléndido menú que fuese el broche perfecto a una pedida de matrimonio. Tan arcaico que le sonaba a ella y tan costumbre que seguía siendo en la tierra del ajo y del aceite. Nadie mejor que Mel, amiga desde la infancia de Vera, para que algo le hablase de ella. En otro de los ratos y momentos, que se había hecho costumbre compartir con ella, en una calle, un parque, una plaza o en cualquier cafetería.
- Vera es...te iba a decir, Vera es Vera. De las tres, es la que venía de una casa ehm...digamos más humilde. A día de hoy, no se como pudo seguirnos en muchas cosas o la respuesta la tenga en que así es Vera. Una luchadora incansable que es capaz de dejarse el alma por conseguir lo que quiere- fue algo de lo dicho por Mel sobre Vera, que Arel a su forma, encuadró con la imagen de ella que su memoria guardaba. Mujer de fuerte carácter y personalidad. Bastaba recordar la sobriedad del traje con que la vio en la cafetería y sobre todo, como caminó hasta la barra seguida por los dos trajeados. Para asegurar esa imagen de Vera, tuvo a Mel.
- Si tuviese que resumir su carácter sería algo como...prefiere reinar en el infierno, que servir en el cielo y siempre, lo hará con una clase que creerás que es más angel que demonio. Si, esa es Vera. Distinta es su pareja, una snob a la que nunca he tragado. Será por lo distintas que somos o será porque la pareja que forman nunca me ha gustado. Tu sabes, son de ésta gente que viven vidas inconexas pero que convergen a la hora de dormir. No te olvides de meter en el menú algo que huela a mucho dinero y tendrás ganada a Candela. Candela es la snob, para más información una estirada de lo más pedante. 
Cuánto pudo reír escuchando a Mel hablando sobre la pareja de Vera. No por las críticas abiertas hacia su persona, sino por imaginarla compartiendo con alguien tan distinto a Mel. Seguro en más de una ocasión se ensarzaría con ella discutiendole tal cual cosa. Y hasta ahí fue el resumen de Mel sobre Vera, que ella cuadro reuniendo piezas para acabar preparando un único plato que acompañaría con algún aperitivo francés. Nada más terminarlo, estando contemplandolo perfectamente emplatado, el primer instinto de Arel fue llamar a Mel. 
- Bon appétit- dijo nada más escuchó al otro lado a Mel y algo en el reflejo de si, que veía en una de las ollas colgadas sobre su isla, le hizo acercarse para ver que era. Sonreía, estaba sonriendo como pava, eso era lo raro en su reflejo.
- Mm... Ma belle cuisinier- respondió Mel, estirándose en su sofá. Arel acababa de salvarla de un dolor de cuello espantoso a la mañana siguiente. La misma Arel que ahora nada decía. Como hacerlo, si estaba de muecas con una olla- Arel, si me llamas es para hablar no para que sigas cocinando- le dijo Mel y se acabaron las muecas. Arel volvía a sonreír pensando en como la iba conociendo Mel. Y lo hizo retomando la conversación.
- Estoy a punto de probar el menú que prepararé el sábado para tus amigas- le dijo haciendo girar el plato, sorprendiendo a Mel, no por el plato y si por las horas.
- ¿Ahora?- se interesó Mel, abriendo los ojos al comprobar que eran las dos de la mañana y de golpe se dejó caer en el sofá.
- Si- le contestó Arel como si nada.
- ¿Sabes la hora que es?- insistió Mel, sin creerse que estuviese a esas horas en la cocina. 
- No- volvió a contestarle Arel, apoyándose en la encimera. Desde luego que no le importaba el tiempo medido en relojes.
- Ni te importa- afirmó Mel y Arel no necesitó mirarse de nuevo en la olla. Estaba sonriendo, lo hacía todo el tiempo.
- Si te molesté, si que me importa- le dijo sin poder contener la timidez que Mel sacaba de ella sin darse cuenta.
- No- ahora quien sonrió fue Mel, volviendo a acomodarse en su sofá. Despierta como estaba, enseguida se acordó de algo que quería hablar con Arel- Iba a esperar a llamarte mañana. Estuve buscandote por las redes sociales y apenas encontré algo de tu cocina y servicios. Hoy en día es fundamental aprovechar las redes para darte a conocer. Tu cocina es- dudó y se pellizcó el labio. De lo mejor que ella había probado, pero no era ninguna experta. Su pausa hizo gracia a Arel y bien que la aprovechó.
- Mi cocina...¿es?- quiso ponerla  en un aprieto y como le hubiese gustado a la chef ver la cara de Mel, totalmente pillada.
- Maravillosa e increíble- corrió a contestarle Mel y ambas rieron- Me voy a dormir, pero pienso tener una conversación sobre la poca publicidad que te das- le advirtió con una seriedad impropia que no amedrento a Arel.
- Hoy día, me basta con sobrevivir- le dijo la Chef, temiendo lo que sabía llegaría. Que ella no midiese tiempos, no quería decir que Mel no lo hiciese.
- Ya lo hablaremos. Ahora....macaro- con toda la intención usó el pastelito Mel y eso que se advirtió de no traspasar líneas. 
- Chocolate...magia- enumeró Arel sin pretender alargarlo como lo hizo, haciendo agonizar a Mel por saber como terminaría esa enumeración- tú- concluyó disparando el corazón de Mel. Lo había vuelto a hacer, había jugado en la delicada línea de la amistad con el coqueteo provocando a Arel y ahora se enfrentaba a lo dicho por ésta. El silencio se hizo entre ambas, no incómodo, no podía ser así entre ellas, pero si un poco inquietante- Soy francesa, conmigo se puede jugar sin miedos- rompió el silencio Arel, queriendo tranquilizar a Mel y su evidente apuro.
- ¿Una francesa no se enamora?- le preguntó Mel maldiciendose e incluso mordiendo el coraje sobre un cojín de no saber frenarse y haber vuelto a la coquetería. Y lo mordió más por la respuesta que ahora Arel le podría dar. Pero no, mejor no escucharla- Naah...no me hagas ni caso- cortó de lleno la posibilidad de que Arel le contestase algo para lo que ella no estaba preparada y la Chef aceptó su interrupción sin problemas. Su macaro, el beso de chocolate quedó en medio de una despedida un tanto nerviosa de Mel y muy risueña de Arel. 
Una francesa se enamora igual que cualquier mujer. Pero Arel sabía donde estaba el porqué de la pregunta de Mel y podría haberle contestado ¿de quien ya está enamorada? Habría sido un poco sucio, quizás algo más vanguardista como: se enamora e incluso puede hacerlo varias veces o de varias personas. Aunque al final, lo más sano para la amistad de ambas, es que esa pregunta se quedase sin respuesta. 
Así, Mel no supo el plato que Arel había elegido para la cena de una pedida de matrimonio nada sorpresiva ni secreta, que ella cenaría en la soledad de su ático una madrugada cualquiera antes de ese sábado. 


5 comentarios:

  1. Me encanta el tonteo de estas dos, y la forma de mezclar los sentimientos y la comida, en este caso usando el “macaro”, como dardo, que creó para ambas ha dado en el blanco. Es un juego que atrae, esperare para ver el resultado, quien cae primera, y aunque se hayan comprometido a no pasar la línea de la amistad, creo deberían darse una oportunidad

    Gracias, como siempre un placer leerte.

    A.

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  2. louca pra ver elas cairem juntas nessa tentação kkkk as duas estão locas um pela a outra e vai chegar a hora de não aguentarem separadas será um show seguir essa história COMO SEMPRE NÉ GEMITO
    brigoninha

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  3. Aquí hay un trío que pa qué. Vera, Mel y Arel, veremos que se acaba cociendo entre todas ellas.
    Me gusta mucho el fic. Siento no poder comentar más a menudo, pero parece que me faltan horas al final del día.
    Muchas gracias.
    L.a.c.e.r

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  4. Me encanta Arel...sexy y timida....
    Y claro..me gusta Mel...descarada y arrebatadora..
    Y me encanta el relato..como lo llevas y esa relacion que poco a poco creo que se hara mas fuerte porque los sentimientos no se pueden ocultar...
    P.D..Siempre que entro aqui me sigue sorprendiendo la capacidad que tienes para escribir tanto y con la calidad habitual en ti Gemo...
    Eres un caso especial niña..al menos para mi...Grande tu..
    Divina-Wilson

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  5. La más grande historia ayyyyyy
    Quiero y necesito massssssssss artissstazaaaaaaa porfavor

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