jueves, 4 de septiembre de 2014

112- Emergencias 53



En silencio recorrieron los últimos kilómetros hasta Suances y así siguieron una vez llegaron a la casa. Sin cuerpo para nada, Inés se buscó la vida para ser la primera en ducharse y poder así, escaparse de silencios más que incómodos. Tras la ducha esquivó hasta a su hermana, necesitando salir de la casa. Natural en ella, buscando altitud. Karla desde la ventana, se aseguró de ver a donde se dirigía antes de chocar con la frente de  Marina en la puerta de uno de los baños.

- Lo siento- se disculpó tocándose la frente. Menuda cabeza dura tenía Marina, en ambos sentidos.

- Ya..no pasa nada- la pasó Marina sin ninguna gana de verla y Karla entendió su nula simpatía. Por eso la siguió a la que en teoría sería la habitación que compartiría con Inés.

- Me refería a lo que dije en el coche, no estuve muy acertada- se explicó y tuvo que sonreír. Las dos estaban cogiendo el petate de Inés, dejado por ésta en la cama. Normal, lo soltó sin que Marina se diese cuenta.

- Ujum...así fue- le contestó escueta Marina y Karla tuvo que reprimir la carcajada que le producía viéndola intentar abrir el petate de su hermana- Puedes reírte una vez que me digas, como se abre la cosa ésta- desesperada optó por la opción más fácil. Que Karla ríese y le ayudara.

- Jajaja, es fácil...- enseguida Karla le mostró como abrirlo. Siete anillas y un gigante y duro clik que las unía. Hasta a ella, acostumbrada a manejarlos desde pequeña, le costó abrirlo- Bueno, si estas cachas...porque vamos, te dejas la vida aquí- concluyó mirándose los sufridores dedos que habían conseguido abrirlo y se dejó caer en la cama. Era ciertamente bonito, ver a Marina colocando la ropa de Inés. Tan mágico y a la vez tan natural, como decía Laura. En verdad eran toda una pareja, de apenas unos meses.

- Ya que vas a vaguear, cuéntame porque usa esto- le pidió, porque fue abrir el petate y sumergirse en el delicioso aroma de Inés. Era eso, o ponerse como una pirada a oler cada prenda.

- Petate, se llaman así- la consintió Karla, acomodándose en la cama- Ten cuidado porque ahí mi hermana puede llevar de todo- le advirtió al verla meter la mano como si nada y Marina enseguida la sacó con evidente temor- Jajaja, nada peligroso.

- Ja ja ja..graciosa- le dijo Marina, sin ningún humor para  bromas.

- Lo justo para ver tu cara de susto. Los usa desde pequeña, ya sabes...lo hacía mi padre, pues ella también. Después tuvo los suyos propios y ahora pues, los prefiere aunque vaya dando el cantazo por ahí- le explico con repentina prisa. La mujer que colocaba la ropa de su hermana como si fuesen las prendas más caras del mundo y su misma hermana, no habían protagonizado más que un bronca de puros celos. Normal, pasa cuando todo es tan intenso que cualquier cosa te supera. Lo mejor era dejarlas solas y para eso, venía estorbando ella misma y Laura- Me llevo a Laura y así os quedáis un rato a solas- informó a Marina de sus inminentes planes saltando de la cama y aunque ésta se extrañó, en verdad se lo agradeció- Ya mañana me pagas unos vinos- le dijo entendiendo la sonrisa que Marina le regalaba agradecida por el detalle- ¿Sabes donde encontrar un pájaro?- le preguntó ensanchando la sonrisa de Marina. Vale, apretar contra su pecho un jersey de Inés, bien valía parecer una pirada. Pero seria peor, quedarse sonriendo sin contestarle.

- A éste si- lo hizo oliendo el jersey. Gorriones durmiendo en el suelo, desde luego que ella no había visto.

- Genial...voy a que Laura me arree con un zapato o cualquier otra arma arrojadiza- bromeó aunque en el fondo lo temía y no, no fue tan fácil  domar a Laura y su cabreo hacia ella. Después si que lo fue, convencerla para tomar algo en el pueblo y tomándolo, se volvió a ver, hablando de su hermana.

Más allá de la bronca protagonizada casi por las cuatro, para Laura comenzaba a ser primordial, el tremendo marrón que se le venía encima a Marina con su posible embarazo. Creyéndose astuta, sacó el tema como pudo y suerte tuvo, que Karla estuviese encantada degustando las tapas que habían pedido.

- Me ha gustado a mi ese rollo de pregunta y respuesta, que usan ellas...tengo pregunta- dijo todo lo rápido que pudo y se enorgulleció, había sido una estupenda jugada. Si señor.

- Ehm...pues, venga..dale- encogió los hombros Karla. Total, nada tenía que ocultar y el rebozado de la gamba que acababa de morder se le antojó perfecto en textura y sabor- Uhm..se sale.

- Si, de la grasa que lleva. A ver pues, ¿quieres tener hijos?- astuta y sin dilaciones sorprendió a Karla, que hasta dejo las gambas para echarse a reír.

- Jajaja, pero...¿yo?- le preguntó incrédula. Laura podía tener más de mil ocurrencias, pero ésta era de lo más increíble- ¿Hijos? Tengo 24 años, ni me lo he planteado- contestó volviendo a la tarea de degustar las tapitas, obviando por ignorancia que justo a ese punto, era donde quería llegar Laura.

- Lógico y normal, si es que eres mi peque- tonteo con ea un poco Laura, que disimulada debía seguir siendo, y llegó su momento- ¿Y tu hermana?

- Mi hermana pues....no, definitivamente no- volvió a contestarle Karla, con contundencia y sin extrañarse de la pregunta. Total, Laura era de lo más curiosa.

- Vamos ya...definitivamente dice, eso es muy exagerado- mostró su desacuerdo Laura, que poco le hubiese importado en otro momento. Al fin y al cabo, creía en la libertad por encima de todo, pero es que justamente ahora, Inés debería querer hijos, a mansalva si hiciera falta.

- A ver como te explico...- hizo el esfuerzo Karla al verla tan sorprendida por la decisión personal de su hermana. Mejor hacerlo rápido y meterle mano a la magra con tomate que olía a comida de diosas- Le gustan los críos, jugar y esas cosas..pero hijos, ni de coña- sentenció y toma, primera pinchada en un trocito de magra que al llevarlo a su boca, estuvo a punto de hacerla gemir. Un ole por la comida casera mediterránea, le rugió su estómago.

- Que no puede ser eso. Te estarás equivocando- insistió Laura, gracias a su amiga, a dieta repentina. Porque como siguiese con el tema Inés-hijos, Karla poco a probar le iba a dejar.

- Jajaja, mi hermana es bien facilita. Te digo que no, es no- de nuevo le contestó Karla con toda la claridad del mundo que se puede tener degustando magra mientras miraba a sus próximas víctimas, unas papas bravas de quitar el sentío.

- ¿Cómo estás tan segura?- le preguntó Laura a esas alturas más que preocupada.

- Porque..uhms, no es una razón única, aunque pueda ser principal- comenzó a contestarle Karla, pasadas las ansias de probar todas las tapas. Ahora podía hablar, en tanto las degustaba más tranquilita- La muerte prematura de unos padres, cambia a cualquiera, es algo que arrastras por siempre. Ni ella, ni yo..seríamos las mismas si mi padre hubiese seguido con vida, porque sin irse él, mi madre no habría cambiado- prosiguió dándose cuenta, que tampoco era tan fácil explicarlo-  Vale, te lo dije complicado...la relación de Inés con mi padre, iba mucho más allá de un padre y su hija. Eran únicos, por lo menos para mi. Podían pasarse horas y horas juntos, sin necesidad de más nadie. No se, su unión era tan bestial..que se entendían sin hablar y los dos, se contaban secretos como si fuesen amigos. Su muerte para Inés fue...ufff, jodida fue para mi..que digo jodida, fue lo puto peor...pero para ella fue como perderlo todo. Traición es lo que mejor lo definiría. Se sintió traicionada por quien más quería. Después le tocó sufrir a mi madre, sus largas depresiones y su acoso constante- continuó comenzando a desarmar a Laura. Una cosa era conocer el porqué no quería hijos y otra volver a lo duro que para unas crías tuvo que ser, pero ahora Karla iba lanzada y sin pausas- Se volcó en sobre-protegerla de una manera, que era de locos. Estando en el grupo de rescate, llegaba a llamarla más de cincuenta veces al día, y nada le gustaba. No quería que fuese piloto, tampoco que sirviera en el ejército, menos en rescate. La vi sufrir ataques de ansiedad, cuando Inés le decía que se iba a Afganistán o cualquier otro país. Me llegaba a despertar en mitad de la noche, queriendo que moviera cielo y tierra, porque Inés no le había contestado un mensaje. Las cartas de los cojones, las del tarot de Inés- preciso al ver la cara de desconcierto con que Laura la escuchaba- Esas cartas la obsesionaron con que Inés, iba a morir como lo había hecho mi padre. Por suerte, cada vez que Susana podía acompañarnos la calmaba, pero entonces sucedió la movida del accidente, e Inés...terminó dejando el ejército para ingresar en el 112. Naturalmente más tranquilo y así pudimos respirar algo. Pero bueno...estaba escrito que a nosotras la alegría y calma cero, Malta tres. Porque entonces enfermo mi madre...y hasta aquí. Uff....no se, si me fui del tema. Cuando su relación con Silvia comenzó a hacer aguas, Silvia quiso que tuviesen un hijo y la respuesta de Inés fue tajante...ella no le haría a una criatura el daño que ella había vivido en sus propias carnes. Supongo que es su principal baladí para no querer un hijo- concluyó satisfecha, para lo que solía liarse contando algo, esto le había quedado medio bien. Aunque, al mirar a Laura, dudó. Tuvo que hacerlo al verla llorar a moco tendido.

- ¿Me...me puedes abrazar?- le pidió Laura desencajada por completo. Sufriendo por lo pasado e incluyendo el futuro más inminente.

- Jajaja...- ni tiempo le dio a ir a abrazarla, Laura había tirado de ella y la abrazaba cómo si fuese un salvavidas en mitad de un naufragio. Por eso, quiso relajar el ambiente- es una puta mierda y por eso me gusta tanto Marina. Porque mi hermana se merece un poquito de suerte y Marina...en Marina veo cosas, comportamientos...que me parecen únicos y sobre todo, reales y sinceros. A pesar de que debamos acostumbrarnos a sus buenas broncas- terminó de nuevo e intento que Laura la soltase.

- No me sueltes- se enganchó a ella Laura, sufriendo por todo a la vez.

- Vale, pero...- titubeo Karla, que aún no había acabado con las tapitas.

- Sin peros- la corto Laura. Esa era la mayor putada, le Encantaba  que la abrazase, por mucho que no tuviese pene.

- Vale...ya esta, ay mi bombón- trató de animarla Karla a su forma.

- Jijiji, más- enseguida quiso más Laura.

- La cosita más bonita del mundo- siguió Karla, cogiendo disimulada un cachito de pan.

- Ayyy, siii...yo estoy segura de que ya se han reconciliado y están follando como posesas- por suerte a Laura se le fue pasando y entonces, fue que distinguió los platos medio vacíos- ¿Pero cómo eres tan gorda?

Y no, lo que se entiende por estar follando como posesas, no es como se encontraban las chicas. Marina había salido buscando el pájaro, como le había dicho Karla. Sin árboles cerca, la altitud más fácil de conseguir sería al final de la pequeña finca donde estaba situada la casa se los padres de Laura, que terminaba en un pronunciado acantilado. A los pocos metros andados en esa dirección, vio su figura sentada al borde. El frío propio de las noches en el norte, pese a ser verano, la hizo abrazarse mientras acababa de llegar a ella. En camiseta y pantalones cortos, con la brisa del mar que comenzaba a dar fuerte, Inés debía estar congelada. Pero no, al llegar más cerca de ella, pudo distinguir como incluso disfrutaba de ese aire. Bueno, no suelen verse disgustados a los pájaros cuando lo hace. Su imagen así, con el cabello removido, apoyada en sus manos y cuello alzado, se le antojó bellísima en forma y modos. Sin obviar, su pequeño temor a que Inés, la recibiera con su sonrisa marca de la casa..."No pasa nada, aunque esté bien jodida", por eso al llegar a ella, bromeó.

- He visto un lindo, pajarito- le dijo a baja voz. Inés estaba lo suficientemente al borde, como para temer sorprenderla e Inés, dobló la cabeza más hacia atrás, casi apoyándola en sus rodillas.

- ¿Eso no era un gato?- se apoyó finalmente en sus piernas. Después de todo, por fin compartiría altitud con Marina, aunque no fuese la que ella quería. Marina sonrió, por lo menos estaban demostrando que tenían la misma predisposición a las riñas que a reconciliarse, sin grandes dramas. Teniéndola apoyada, aprovechó para disfrutar de la suavidad de su pelo, sin querer mirar la negrura que podía contemplarse desde el acantilado.

- En mi caso es un pájaro celoso hasta el extremo, he de decir- acabó por contestarle dando un gran suspiro. Seria perfecto si hiciese luna llena o no, porque así vería donde realmente estaba sentada Inés, y la mala leche de puro miedo, podía regresarlas al epicentro de una nueva bronca. Inés se limitó a sonreír sin decirle más, pero tiro de su mano con toda la intención de sentarla encima de ella- Inés, no.

- Vine cuando había luz, confía en mi- insistió Inés y Marina se dejó arrastar, pero se sentó cara a ella, sin olvidarse de agarrarse bien a su cuerpo- Jajaja, mujer precavida

- Vale por dos- acomodada en ella y viéndola reír, Marina hasta chuleo un poco, lo justo antes de abrazarse a ella- La primera que lo pasas mal siendo así de celosa, eres tú...¿eso lo sabes?- le hablo sobre lo ocurrido con toda la suavidad que pudo. Y sería cuan cerca lo hizo, o sería que los ojos de ambas no paraban de buscarse o simplemente que la conexión tan brutal entre ambas, restaba importancia a todo o quizás por todo, pero Inés se derritió teniéndola tan íntimamente para ella.

- Si- afirmó prendiendo una nueva obsesión a su cuello, el de su aroma.

- Y yo puedo ser poco dada a la cursilería, pero creo que te he demostrado que eres mi presente, que es lo que más nos debe importar- insistió Marina, queriendo dejar por lo menos algo claro.

- Si- de nuevo afirmó Inés, haciéndola reír.

- No te pongas ahora en modo obediente, que me lo creo- le advirtió besándola Marina. Un beso corto, que de a poco se abrió humedeciéndose, consiguiendo enredarlas por largo rato. Cuando concluyó, Marina dejo la frente apoyada en Inés. Con ella los besos podían prorrogarse por minutos incontables.

- Uhm- gimió Inés de auténtico gusto. No le hacía falta su cronómetro para saber que Marina rompería todos sus récords- Se está genial aquí, pero no te imaginas las ganas que tengo de volar contigo- le digo deseándolo de veras.

- Cuando volvamos buscaremos el hueco y ahora venga, fanfarronea un poco enseñándome como pilotas- confiada en ella se giró, quedando como si estuviesen subidas a los mandos del helicóptero. La sonrisa de Inés tras ella, la adivinó provocándole querer jugar- Si se que te encanta pavonearte y además, si lo haces bien, después seguro estaré rendida a mi piloto y me dejare hacer de todo.

- Jajaja, facilona me acabas de pintar, pero que narices, contigo lo soy mucho- la abrazó dejando los mandos por un momento y también ella quiso ser sincera- Todo está siendo tan intenso que a veces me desbordo- confesó en un hilo de voz, al que Marina cada vez más se estaba prendiendo. Y así..

- Cielo...estoy aquí sentada en tus piernas al borde de un precipicio. Ya te digo yo que por un rollo, no me siento así, así que...créeme que te entiendo y ahora va...liga un poquito conmigo- retomó el juego, sabiendo que Inés se sonrojaría al momento, como ocurrió.

- Jijiji, Marina...- trató de escabullirse escondiéndose en su espalda, pero de poco le iba a servir.

- Que si, venga...hazme caer rendida a ti- siguió Marina, encantada con poder sentirla así. Aunque sería mucho más gustoso viéndola de frente, por eso de nuevo entre equilibrios consiguió sentarse sobre ella y cara a cara. Que le diesen al abismo al que abrazada a Inés le daba la espalda. Pero claro, estando de frente Inés no tenía resguardo a la timidez única que Marina le provocaba.

- Presionada no me sale- tuvo que excusarse Inés y no estuvo mal, sin saber cómo, se llevó un nuevo beso.

- Ay Dios...pues a ver, imagina que soy la nueva jefa de coordinación, ha habido un fatídico accidente y es necesario tu helicóptero. Nos saltamos tu llegada super sexy pilotando con tus chulas gafas, subimos al herido y la doctora se sube contigo..¿uhm?- planeo la situación Marina atentisima a cada reacción de Inés y al final, hasta ella misma se animó, imaginándose la situación que podría darse cualquier día- Me pone muchísimo imaginarme así contigo- confesó envolviéndolo con su tonalidad más íntima, rozando los labios de Inés. Labios que enseguida tomó para soltarlos tras un excitante mordisco. Lo dicho, su voz, las formas, sus gestos y el descomunal deseo por ella, suspendieron a Inés como si fuese su helicóptero.

- Pues si- suspendida, sin subir, ni baje, ni desplazarse..alineada perfectamente entre todas y cada una de las sensaciones que Marina podía hacerla sentir, dijo lo primero que se le ocurrió.

- Jajaja, ¿pues si que?- quiso saber Marina, no tan inconsciente del estado provocado por ella misma.

- Que a mi también me pone mucho...y podría hacerte mogollón de guarradas- le contestó agarrándole el culo con vehemencia. Vehemencia que para nada molestó a Marina, más bien lo contrario.

- Eso me pone todavía más...- excitándose le apeteció jugar un poquito más con el deseo de ambas- Pero no- negó deteniendo el beso que Inés pretendía darle con un dedo-antes debes seducirme. Soy una estúpida engreída, ¿que haces conmigo?

- Joder...- se quejó Inés, encendida y atrapó el dedo de Marina, con suave lascivia- Estúpida engreída, terrítorial, dominante, consentida y guapísima..haría lo que ya hice, enamorarme de ti- confesó sin reservas y le hubiese encantado disfrutar de la sonrisa de Marina absolutamente complacida pero era mucho más lujurioso morderla directamente, como hizo. Arrancando el primer gemido de Marina, que atrapó su rostro con las manos, no dando por concluido el juego.

- ¿Y que pasa con las guarradas que pensabas hacerme?- le preguntó mirándola a los ojos en completa seriedad, provocando más ganas en Inés.

- Están ahí...esperando la orden- la imitó en seriedad pero igual, la hizo reír.

- Jajaja, ¿seguro? Ni siquiera me estas mirando las bufas- quiso asegurarse y aprovechando que la tenía sujeta, fue lo suficientemente malvada para alzarse sobre ella, encarándoselas.

- Ayyy..- suspiró exagerando Inés, en cuanto las tuvo a la altura de su boca, la misma que se le hacía agua contemplándolas- Si que lo hago, todo el tiempo ademas, es imposible no hacerlo- confesó atrapándolas con sus manos.

- Ah ya creía yo...y cielo, da la orden porque nada me apetece más.

Provocativos juegos entre una pareja que se reconcilia tras una pequeña tormenta, y más tarde, otros más atrevidos y directos entre un par de amigas con algún vino de más tomado.

Con Laura intentado abrir la puerta, Karla se dejó llevar por las risas compartidas, los bailes y algún flirteo entre ambas, pegándose  a su espalda, provocando con su contacto que a Laura se le cayesen las llaves nerviosa.

- Me da igual seguir ignorando lo que ocurrió en el coche...distinto es lo que la otra noche me dijiste- habló cortando el intento de Laura por girarse, encerrándola entre sus brazos.

- ¿Que..que, que te dije? Jaja ay que cabeza tengo, ahora no me acuerdo- sin huida y como única vista la puerta de sus padres, trato de escabullirse de Karla y de su propio deseo. Pero Karla se pegó a ella, y no pudo más que morderse los labios.

- Que te acostarías conmigo- le recordó Karla muy consciente del leve temblor que sintió Laura al escucharla.

- Ah...jajaja ayyy, habría bebido, seguro que tanto como hoy- volvió a intentar escapar sin hacerlo de Karla, en verdad quería escapar de ella misma y su deseo feroz por esta. El mismo que mojaba sus bragas, imaginándose el mismo contacto entre ellas sin ropa.

- Mejor, así si no nos gusta, puede que ni lo recordemos. Te quiero en mi cama esta noche, Laura...no hay más.

Y más juegos, estos incluso más peligrosos entre dos mujeres de mediana edad, con poco o nada que perder.

Mensaje de Lucía a Susana: Solo unas horas y echo de menos tu bordería.

Mensaje de Susana a Lucia: Tuve que volar...pero estoy segura que no me esperaste aburrida.

Mensaje de Lucía a Susana: A decir verdad...estuve y estoy, ocupada.

Mensaje de Susana a Lucia: Lastima...yo al regresar esperaba encontrarme con una foto de una doctora de blanca bata.

Mensaje de Lucía a Susana: Sería fácil solucionarlo, si te bastase una doctora en sábanas blancas.

Mensaje de Susana a Lucía: No puedo saber si me basta sin verla. Siendo sincera.. Soy muy exigente con mis fantasías.

El último mensaje de Susana leído por Lucía, le hizo estirarse en la cama juguetona. Susana podría ser lo exigente que quisiera con sus fantasías, que de seguro si le mandaba la foto que se le estaba ocurriendo, se convertiría en su fantasía preferida. Dispuesta a llevarse la gloria de derrotarla y despertar en ella auténtica lujuriosa, se dispuso a fotografiarse, pero entonces el cuerpo de hombre que dormía a su lado se movió, recordándole su presencia en esa cama. Contrariada, se quedó bloqueada por unos segundos. No podía fotografiarse queriendo despertar el deseo de otra persona, estando tumbada con otra tras horas haciendo el amor. Pero, no tuvo que regañarse, Susana se lo puso fácil, enviándole una foto donde se distinguían perfectamente cuatro piernas de mujer. Por si le quedaban dudas, le llego un nuevo mensaje de ésta: Para alguien tan liberal cómo tu,  ¿piensas que es ético ponerme cachonda estando con otra?

La rabia al leerlo fue descomunal y así, consiguió que no se fotografiase a ella pero si, las cuatro piernas que como Susana, también tenia en su cama. Asegurándose de escribirle tras mandársela: Ni te lo preguntes, es joven...ya sabes que dicen de ellos, aguantan menos...pero repiten.

Juegos que según las normas propias, suelen tener ganador y perdedor. Ahora solo habría que saber, que papel le tocó a cada cual.
 
 
 



3 comentarios:

  1. Guauuuuu!!!!! Y re guauuuuuu!!!!!!
    Constance

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  2. Lo bueno que tienen estas dos es que no les dura mucho el enfado y luego las reconciliaciones son como son... jejeje
    Laura y Karla, las tengo en remojo, no sé qué pensar todavía, si es un juego o hay algo más. Las dos son la repera, ojalá no se hagan daño.
    Y Susana y Lucía... ayyyyysss, la curiosidad mató al gato.
    besos, genia.
    calypso

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  3. .....ESE JUEGO ESTA EN ESE MOMENTO DE LA PARTIDA..EN QUE TODO...TODO PUEDE PASAR...NO SE LES NIEGA A NINGUNA DE ELLAS...A NINGUNA QUE SABEN MOVER CARTAS..
    ..... Y ESA DOC Y SU PILOTO SE LES VA LA VIDA ENTRE PELEITAS Y CARICIAS...PEROOO....MEJOR MANERA DE PASARLA...¡¡SEGURO NO LA HAY¡¡¡..

    ..... UN GUSTAZO ESCRITORA... PODER YA TENER MÁS TIEMPO PARA...BUSCAR ESTAS LETRAS TUYAS QUE EMBRIAGAN...

    GRACIAS.....POR ¡¡TANTO¡¡¡¡

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