lunes, 14 de julio de 2014

112-Emergencias 14


Encarni subida al coche de Inés, después de leer a la borde, para ella de la doctora, le empezó a parecer mala idea haberla pedido llevarla. Inés nerviosa era un auténtico polvorín, falto de salidas de seguridad.

- Por mi, esta Doctora tiene dos trabajos, cabrearse y descabrearse. Ni caso le hagas- trató de alentarla, sin olvidar agarrarse al pomo de la puerta. En buena noche había decidido marcharse al pueblo con Inés.

- Pero es que...- enredada en el correo, que casi ni comprendía, Inés trataba de calmarse, y mirar el asunto con perspectiva, pero la veía tan negra como la misma noche- ¿Que me ha dicho del todo?

- Jajajaja- a Encarni le dio por reír. Tampoco entendía lo escrito por Marina- Ni idea cariño...que si no es absoluto o yo que se churro migado..se le notan los estudios, ¿no?

- Pues claro...es una listilla que se la pasa estudiando, se ve que para liarme más con sus respuesta. Yo lo siento, Encarni...pero callada no me quedo. Vamos que no. Contestar correo- indicó al ordenador de a bordo ante la mirada curiosa de Encarni- Pues fíjese que no, no vamos a empezar con mi conciencia, que está muy limpia, por cierto. Gracias a esta ególatra que soy, hoy un hombre de solo 32 años esta a salvo y sus dos pequeños hijos felices. Ah...el equipo de rescate, también. ¿Ahora que?- realizó la pausa necesaria, para que el ordenador redactara sus palabras y dio la siguiente orden- Enviar correo con dos ovarios.

- Y un ole- la secundo Encarni, cada vez más entusiasmada con la extraña pareja que formaban Inés y la Doctora- Jajaja, a ver por donde sale ahora pero ay madre mía, Inés. Que es Jefa.

Lo era, pero en esos momentos, no era más que una mujer tratando de controlar el ataque voraz de curiosidad. A Marina no le sirvió de mucho el beso que al girarse entre los brazos de Xavier, le dio a este, enloqueciéndolo. La culpa no la tuvo el delicioso gemido de Xavier estrechándola contra el, ni su lengua carnosa y de agradable sabor, puede que la tuviera la infinita curiosidad por un baile entre dos mujeres. Claro que ella prefirió echarle la culpa, a la barba rasposa de Xavier, demasiado parecida a la de Manu. Como fuese, manejo el beso como quiso y manejando a Xavier, planeo regresar a la mesa escudándose en el correo enviado, que en teoría, era de trabajo. Al separarse de Xavier, una mano en su espalda, detuvo su paso hacia atrás.

- Perdona- sintió como una voz femenina se excusaba y sin consciencia se giró rápido. Eran las mismas chicas, caminando de la mano supuso que hacia su mesa. No siguió sus pasos, siguió las manos de ambas entrelazadas.

- ¿Estas bien?- se interesó Xavier al notarla ida.

- Si, disculpa- reaccionó Marina sonriéndole. Removida no pudo saber que le estaba ocurriendo. Sería su pésimo día o sería la mala leche que se había instalado en ella, pero no era capaz de centrarse en él. Por suerte, Xavier resultó además de atractivo y animado conversador, cariñoso. Y él fue quien terminó por guiarla hasta la mesa, sin acorralarla por el beso entre ambos. Y en la mesa, la esperaba su móvil con lucecita roja parpadeando.

- No te preocupes, haz lo que debas- siempre amable Xavier le animo a cogerlo y Marina cerró los ojos. La luz roja era correo y si era correo a esas horas, no podía ser más que Inés.

Con el móvil entre sus manos, se sentó aparentando normalidad. Como no hacerlo, con la sonrisa de Xavier sobre ella. Nada más activar la pantalla, la mala leche empezó a hervirle y fue más cuando lo leyó. Xavier la miró contrariado, el rostro de Marina cambiaba por segundos mirando el móvil.

- ¿Todo bien?- se interesó sin poder remediarlo. No quedaba una sola mota de dulzura en Marina.

- Genial- le contestó en un murmuro Marina, antes de apretar los labios. Una listilla sabelotodo y contestona, estaba resultando Inés y como ésta, no se quedó callada y contestó al correo escribiendo: ¿Ahora que?.. Ahora nada, pero si tu afán de protagonismo hubiese fallado, ahora mismo podríamos estar hablando de varias vidas pérdidas para salvar una. ¿Vale tanto tu ego?- nada más escribirlo lo envío y soltó el móvil en la mesa con genio. Xavier no trago saliva, pero si subió las cejas. No quedaría dulzura, pero en Marina estaba brotando un fuerte temperamento que aumentaba sin duda su atractivo.

El correo no tardó mucho en llegar al móvil de Inés y de ahí, al ordenador de a bordo de su coche.

- Jajaja- estalló en risas nerviosas Encarni, nada más leerlo. Menudo carácter el de la Doctora.

- ¿Pero por que me ha cogido manía?- se preguntó Inés restregándose la cara más allá de nerviosa y no le ayudó el descojone de Encarni, espectadora de lujo- Que no ha follado, eso es- soltó cómo le vino y le llegó sin verlo una buena colleja de Encarni- Auch

- Machista- no le bastó a Encarni con la colleja soltaba y lo remató regañándola. Pero para Inés, el todo del que hablaba Marina, se había reducido a la propia Marina.

- Se va enterar...contestar correo- volvió a ordenar, y Encarni comenzó a desear que el pueblo de ambas estuviese más lejos de lo que estaba- Piloto del 112 Emergencias, ¿que se supone debía hacer? ¿Esconderme y mirar para otro lado? Y mi ego esta muy bien, gracias por preguntar....enviar correo. Me va a poner nerviosa al final, verás- terminó resoplando o más bien bufando. La única que se lo estaba pasando pipa era Encarni. Divertidísimo el intercambio de correos, aunque no dejaba de estar atenta a Inés y estar al quite, por si al final la tontería del tu más, se les iba de las manos.

- Volviendo a lo nuestro, mañana os preparo yo la comida en mi casa y vamos a almorzar con vosoras- le dijo Encarni regresando a la conversación interrumpida por el correo de Marina, y a Inés no le dio tiempo a contestarle. El ordenador avisaba de un nuevo correo e Inés, freno el coche en seco.

- La madre que la parió- exclamó  con la vena de la frente bombeandole enfado- Mostrar correo- ordenó y a Encarni le faltó tiempo para ponerse las gafas y leer junto a Inés- Que le de mi teléfono, dice ahora- resumió deseando contestar de nuevo-  Se va a cagar- encendida Inés ni pensaba, directamente actuaba- Responder....Si le doy mi teléfono me quedo sin él. Chula...Enviar correo.

- Jajaja... Ay madre mía, Inés...se lía, se va a liar- sacudió ambas manos Encarni, apoderándose de ella una risa nerviosa incontrolable. Paradas en la nacional, las dos se miraban intermitentemente, esperando una respuesta.

Mientras Marina, sentada al lado de un Xavier que empezaba a no saber que hacer, leyó el correo y con verdadera acidez pensó- Y ahora en plan payasa. Lo tiene todo la niña- para teclear otra rápida respuesta- Dame el número quería decir, graciosa- escribió, envío y Xavier cerró los ojos esperando que de nuevo estrellase el móvil contra la mesa. A kilómetros, Marina y Encarni abrían los ojos al máximo, llegaba otro correo de Marina.

- Mostrar correo- ordenó Inés faltándole muy poco para cambiar de sentido y conducir hasta Pedraza. Pero se quedó inmóvil, mirando la exacta orden de Marina. Darle el número de su móvil. Tan inmóvil que a Encarni se le volvió a escapar una colleja.

- Que se lo des membrilla, ay dios mio...de ésta te expedientan- la removió pero nada, con su risa nerviosa que seguía- Jajaja, esto lo cuentas y no se lo cree nadie...pero que se lo digas ya- insistió e Inés terminó por responderle enviándolo su número de contacto y otra vez, las dos se quedaron calladas y mirándose intermitentemente. Ambas, como si algo sobrenatural estuviese por pasar, tanto así que Inés cogió la mano de Encarni, mientras seguían paradas en la nacional. Solo les faltaba un antiguo reloj de cuerdas marcando un tic tac, tan constante como desesperante. Por suerte para los nervios de ambas, Inés recibió o más bien, su móvil recibió una llamada de un número no registrado en su agenda, haciéndola apretar con fuerza la mano de Encarni.

- Ayyyy, Inés no aprietes- se quejó la mujer, dudando en darle otra buena colleja. Cada cual, aliviaba la ansiedad como bien podía e incluso Inés, la espero.

No podía ser otra más que Marina, quien llamaba a esas horas y el bluetooh del móvil conectado al ordenador de a bordo, cumplió cómo llevaba haciéndolo todo el tiempo y en el monitor, las dos vieron el número desconocido que disparo el latido del corazón de ambas. Tan calladas y nerviosas, que ninguna contestó y a los cinco tonos, la llamada se cortó.

Ahora si a Encarni de puros nervios se le soltó la mano y le arreo a Inés, una señora colleja que por poco le hace comer volante a la paralizada piloto.

- Auch....¿pero por que me pegas?- se quejaba Inés por el tercer pezcozon recibido que ya empezaba a picarle y conseguido, al menos reaccionaba.

- Yo que se...me viene de dentro y lo dejo salir- contagiada por los nervios y ansiedad de Inés, Encarni se mecía entre querer sacudirla y reír- Jajaja, ahora solo falta que en verdad sea cualquier vendedor de cualquier cosa- volvía a descojonarse al tiempo que a Inés le volvía una parálisis extrema, solo rota por el latido salvaje de su corazón. Fuera de collejas, nervios y bronca por correo, Marina la estaba llamando. La canción del Correcaminos, había sonado en su móvil por ella. Era tan bonito y tan especial, que Inés comenzó a emocionarse y si ella se emocionaba, Encarni se contagiaba de su emoción.

- Ven aquí- en pleno ataque emotivo Encarni la atrapaba entre sus brazos- Con lo que yo te quiero, madre- se la comía a besos y por supuesto, Inés los disfrutaba a placer y entre abrazos, besos y declaraciones afectivas, escuchaban: Si estando en la carretera oyes un bip bip, ten la seguridad que se trata de mi y si intentas seguirme se va a anochecer. ¡Pues ni el feroz coyote me puede comer!.- Cógelo, corre- le exigió Encarni, el número desconocido volvía a llamar. Inés reaccionó, secándose las lágrimas que tímidas caían por su rostro, acepto la llamada y cogiendo aire, no espero a que Marina, dijese nada.

- Estaba todo controlado, el equipo de rescate guardaba la distancia de seguridad y la única que estaba en riesgo era yo y mi helicóptero claro. Me encanta mi profesión y mi ego no es tan alto como para arriesgar más vidas que la mía propia- se excusó totalmente sincera y sin saber como continuar guardo silencio esperando que Marina dijese algo. El algo de Marina fue un Inés, prácticamente susurrado que rebotó en el corazón de la piloto, con auténtica fuerza. Ambas callaron y Encarni miró a Inés,  sin atreverse a hablar. Hasta se le habían pasado las ganas de meterle collejas. El susurro de Marina, llevaba algo sobrecogedor. Sin collejas que dar, se agarro al pomo de la puerta, mientras Inés intentaba salir del coche sin retirarse el cinturón de seguridad.

La voz de Marina, llamaba a la intimidad más absoluta y aunque Encarni fuese otra madre para ella, le apetecía guardarse esa primera posible conversación con Marina por teléfono para ella sola. Sujeta por el cinturón como prisionera de sus propios nervios, tardó en conseguir salir del coche y cuando lo hizo y pudo, llevar el móvil a su oreja, un trailer pasando a centímetros de ella, tocando la bocina con vehemencia, le congeló la sangre. La parálisis extrema sufrida con anterioridad se quedó en nada, cuando el trailer le dejo el cabello con liso asiático para toda la vida. Así, de su boca solo salieron titubeos al borde una parada cardíaca, mientras en el coche Encarni, estaba a punto de sufrir otra del tremendo susto.

- Ma...Ma...Marina- logró pronunciar Inés, incapaz de caer en el silencio protagonizado por Marina. Hasta que ésta lo rompió.

- Inés- hablo Marina en un nuevo susurro inexplicable.

- Marina- volvió a pronunciar Inés, en una secuencia totalmente ilógica de susurros entre ambas.

- Puf...- escuchó resoplar a Marina, sin todavía poder gobernar su cuerpo y con él sus reacciones- Será mejor que te deje...lo siento, mañana hablamos, ¿si?

- Mañana si- contestó a la despedida de Marina, completamente autómata Inés.

- Bien...hasta mañana entonces, Inés- se despidió Marina y a Inés, solo le quedo un "pi" constante al otro lado del teléfono.

Encarni tuvo que ser, la que frenara la entrada en parada de ella misma y de Inés. Con todas las precauciones del mundo salió a por la estatua en que se había convertido Inés, con mimo la introdujo en el coche y con necesidad, busco en el maletero del coche su cesto de mimbre, cargado de dulces caseros. Con él volvió a su asiento y disponiéndolo entre sus piernas, se quedó como la misma Inés, mirando al frente.

- ¿Que te ha dicho?- preguntó sin sangre circulándole por las venas sin dejar de mirar la carretera solo iluminada por los faros del coche.

- Inés- respondió la piloto, tan congelada como Encarni, pero con excelente liso en su cabello.

- Ah- murmuró Encarni sin la suficiente sangre como para pensar en algo más.

- ¿Tienes rosquillas?- le preguntó Inés, realizando el mínimo movimiento necesario con su boca para realizar la pregunta.

- Todas las del mundo para ti.

Les llevó un buen rato recuperar la normalidad y ya habría tiempo para Inés, de revivir la escueta conversación y el río de contestaciones por correo entre una y otra.

Distinto fue para Marina, quien aún miraba estática la imagen que le había dejado muda.
 
 
 
 

4 comentarios:

  1. Estas dos son un caso, y Marina otro de estudio, mira que casi se la traga el camión por no mirar antes de salir del coche, una de las primeras reglas que nos enseñan dentro de la seguridad vial. Me mola, y la forma en la que piensa Marina de los hombres que todos raspan por la barba, jajaja como escusa es muy válida. En cuanto pruebe a Inés ya no la suelta.

    Gracias.

    A.

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  2. En lo personal me fascinan las mujeres heterosexuales como Marina que en un dos por tres logran ponen el mundo patas para arriba. Pelean y discuten por todo sin razones concretas poniendo de manifiesto la impotencia y la angustia q sienten ante una inminente realidad alterna… Esa realidad que cuesta reconocer y aceptar y desde luego afecta a muchos… Pero quien realmente la sufre y la vive es la otra parte. Si aquella otra parte que delinque sus pensamientos causando sus desasosiegos y su inestabilidad emocional de la esencia de sus deseos.
    Y también en lo personal me enternecen y me agradan las mujeres como Inés que no se dejan imponer, ni dominar tan fácilmente, que dan pelea sin tregua y que mediante su aparente fachada de inmadurez y desfachatez de nada me afecta, nada me duele, todo lo puedo y todo lo tengo hace circo, maroma y teatro alrededor de la mujer que le gusta, que le provoca, que le fascina y que sin proponérselo le ha robado el corazón sin darse cuenta con la única finalidad de agradarle, de hacerla sentir cómoda pero sobre todo por verla Feliz.
    Y aunque paresa tonto el amor muchas veces suele ser tan complejo, tan caprichoso, tan sublime, tan palpable que expone libremente la vulnerabilidad emocional cegándonos y haciéndonos sufrir pero al mismo tiempo nos desborda de felicidad con un simple susurro.

    Sublime gemo que un simple gracias no basta.

    Cari

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  3. Ambas están sintiéndose poco a poco más atraídas...me encanta ese juego de susurros cargados de muchas palabras no pronunciadas. No me gustaría que Marina cayera en algo con el tal Xavier, quizá porque a un parte de mi le gusté idealizar las cosas.
    Muchas gracias por el trozo.
    Esperando con muchas ganas el siguiente!
    L.a.c.e.r

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  4. ........ ATRAPADAS...SIN REMEDIO ATRAPADAS....ASÍ ESTAN LAS DOS...CONECTADAS POR EL TIC TAC DE UN RELOJ LLAMADO TIEMPO...EL MISMO QUE LO MIDE..EL MISMO QUE SE HACE INSOPORTABLEMENTE ETERNO SI ES PARA ESPERAR ESE CORREO QUE LES HAGA SABER QUE ESTA PRESENTE UNA PARA LA OTRA....Y QUE SE DESEA PASE RAPIDO PARA ESA CONTESTACIÓN QUE LES TRAERA UN CACHITO MÁS DE LA OTRA....
    .......ATRAPADAS....CORTANDO LA MISMISIMA RESPIRACION QUE YA QUEDO DAÑADA CUANDO CON UN SUSURRO QUE RECORRE CADA FIBRA DE SU CUERPO...ESCUCHAN COMO SUENA SU NOMBRE EN BOCA DE LA OTRA...SUSURROS QUE SE REPITEN QUERIENDO QUEBRANTAR ESA RESISTENCIA QUE BUCAN PARA NO CEDER A LO QUE YA SABEN.....PERO QUE CALLAN....USANDO CAMINOS QUE ESTRECHEN CADENAS DESEADAS....QUE LAS LLEVEN A ENCONTRARSE...A BUSCARSE...USANDO TODOS AQUELLOS QUE PUEDAN TENER A SU ALCANCE...LETRAS QUE LAS ENREDEN EN ESOS CORREOS QUE CON EXCUSAS YA SURCAN LOS AIRES....Y PALABRAS QUE QUERRAN QUE SEAN SUSURRADAS MÁS ALLÁ DE SUS NOMBRES...SUBLIME ...GRANDIOSO EL PODER TENER EL PLACER DE ESCUCHARSE...A SOLAS....EN LA INTIMIDAD..DONDE NADIE LAS OYE...SIENDO DISTINTO A CUANDO POR RADIO SE SABEN ESCUCHADAS...DISTINTO....MUY DISTINTO.

    ATRAPADAS.....EN ESA FORMA TAN DISTINTA DE EXTERIORIZAR LO QUE EMPIEZAN A SENTIR....SIN EXPLICACIÓN NINGUNA SE BUSCAN A LA VEZ QUE UNA QUIERE ALEJARSE SIN PODER...Y LA OTRA TAMPOCO....TIERNA HASTA DECIR BASTA UNA...PERDIDA EN SUS PROPIAS DUDAS QUE NI VE...LA OTRA....DISTINTAS PERO DESTINADAS A ENCONTRARSE MÁS ALLÁ DE LO QUE IMAGINAN SIQUIERA....LAS GANAS YA APARECEN...EL SENTIRLAS CON FUERZA..YA ES CUESTION DE NADA....

    ESCRITORA ....CADA LETRA TUYA HACE DE LA HISTORIA ....LO QUE CARI TE HA DICHO Y DONDE YO NO QUITARÍA NI UNA SOLO PUNTO...SUBLIME...ABSOLUTAMENTE MAGISTRAL....

    GRACIAS......

    P.D...SEÑORA DE LAS LETRAS..DIRE AQUELLO QUE DIGO CON NUESTRA DAMA CONTINUAMENTE Y QUE ME SIGUE ENCANTANDO...ESTOY DE ACUERDO CON TODAS Y CADA UNA DE LAS COSAS QUE DIJO...SI....

    CELESTE-NEGRO

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