viernes, 7 de febrero de 2014

Mi cincuenta cláusulas 81


A la mañana siguiente a Minerva volvía a esperarle Ifema y otro agotador día, cubriendo la semana de moda. Apenas estaban montando el equipo, su ayudante Tomás pudo comprobar por los continuos bostezos de Min, que la fotógrafa poco o nada había dormido.

- Yo acabé ayer tan rendido, que hasta me costó conciliar el sueño- habló Tomás colocando el último trípode y Min sonrió. Los recuerdos de la noche, estaban sumamente latentes- ¿Min?- tuvo que preguntarle al no obtener contestación y ahora quien sonrió fue él, Minerva miraba su anillo de compromiso sin tan siquiera pestañear.

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Los placenteros espasmos aún sacudían su cuerpo, como las gotas de sudor deslizaban por el mismo. En ese estado cercano al limbo, ni aquí, ni allí, en tierra de nadie, estiró los brazos sonriendo. Su princesa interior gateaba encantada por la cama. Su ferviente doma, navegaba por su cuerpo sin vestigios de saciedad alcanzada.  El fuerte mordisco en uno de sus senos la hizo arquearse por el placentero dolor.

- Julia- la nombró al tiempo que su mano tropezaba con la pequeña cajita escondida bajo la almohada. Los ojos de Julia buscaron los propios, sin dejar de absorber su seno. Tan excitante como placentero, era ver y sentir su boca abierta y su húmeda y caliente lengua. Y lo fue aún más, cuando la magnate lo acompañó de una caricia desde su aún palpitante sexo hasta su boca. El impacto del olor a su propio aroma, la hizo cerrar los ojos alterando su respiración.

- Come-ordenó Julia con los ojos llenos de deseo, ofreciéndoles sus mojados dedos- cometelos Minerva.

- Ahm Julia- gimió obedeciendo a la boca y ojos, calientes como el mismo fuego.

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- Ufff- expulsó todo el aire retenido en sus pulmones por el excitante recuerdo- ¿Me decías Tomás?- preguntó tratando de calmar el acelerado latir de su corazón y Tomás no pudo más que reír al verla perdida.

Y pérdida no estaba Julia. De regreso a sus oficinas en Madrid, se detuvo en el Hall. El nuevo personal masculino contratado se movía por su edificio y un fuerte olor, la hizo detenerse intentando averiguar que era. Aunque, sus fosas nasales y su boca, aún retenían otro aroma. Otro olor mucho más agradable y excitante, el de Minerva.

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La deliciosa lengua de Minerva degustando su propio aroma a través de sus dedos, provocaba su deseo con verdadero ardor. Su seno llenandole la boca, su pezón erecto, duro, vivo en definitiva le provocaba unas ganas infinitas de moderlo sin compasión. La que no tuvo atrapándolo entre sus dientes. El dulce manjar se encorvaba presa del dolor.

- Julia- la nombró con la voz rota, buscándole el vientre con su sexo. Allá donde masturbar sus ganas. El deseo de posesión resurgió voraz y la hizo abandonar su seno para acudir a su boca y morderla por igual.

- Quiero hasta tu última gota, Minerva- exigió deslizando las manos por los muslos de Minerva. Un mordisco más y abrió cuanto podían abrirse las piernas de Min.

- Uhm...Ju..Julia- balbuceo Minerva disfrutando del hambre voraz de Julia- Uhm

Abierta para ella, a Julia se le nublaron los ojos en pasión. Su fruto abierto, brillante, henchido, húmedo y expectante.

Bastaba un giro, el que hizo hacer a Minerva, y lo tendría todo. Su hermoso culo y su deseado sexo.

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- Señora, el nuevo personal está listo para su presentación- la voz de la secretaria que sustituyera en su tiempo a Verónica, la sacaba de sus pensamientos.

- Ejem- carraspeó necesitando aclarar su garganta- Bien…¿A qué huele?- preguntó sin poder evitar cierto desagrado, regresando al fuerte olor.

- Pues- se encogió de hombros su secretaria alertándose por la seriedad de la magnate.

- Lo que sea, hagamos la presentación en mi despacho- dijo caminando hacia el ascensor y para sorpresa de su secretaria, le cedió el paso a ella y a los dos jóvenes que la acompañaban- Hace un excelente día- sonrió de lado de inmejorable humor- ¿No les parece?- preguntó sin necesitar respuesta entrando al ascensor tras ellos. Cuando las puertas se cerraron el olor aumento y creyó hallar la causa- Uno de ustedes lleva un perfume demasiado fuerte y varonil, mañana no quiere tener que volver a olerlo- exigió al más puro estilo Arango y los tres se miraron entre sí en silencio- Siento el tono, pero detesto ese olor- se excusó llevando el brillante anillo que adornaba su dedo hasta su nariz. Oliéndolo, Minerva regresó a ella, de seguro ya estaría fotografiando.

- Perdona Min, pero llevo tiempo mirándote y dios…¿Te has comprometido?

En Ifema la pregunta de una compañera a Minerva le hacía mirarse el espectacular anillo, regresando a su apoteósica noche.

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De rodillas y cara a la pared, no ocultó su increíble aceleración. Las estimulantes caricias propiciadas por Julia y su lengua, la habían vuelto a bañar en deseo. Con las piernas abiertas, se mordía los labios anhelando que su palpitante sexo fuese atendido por Julia. Pero ésta se limitaba a morder su espalda y acariciar sus muslos, sin llegar a él, provocando pedírselo.

- Julia...Julia- de nuevo su nombre entre gemidos. De nuevo las inmensas ganas de sentirla dentro, llenándola. Colmando sus ganas.

- Sush- le pidió Julia, abrasando la piel que a su paso, chupaba, lamía y mordía. Dulce como el néctar de un fruto y salada como la misma mar.

- Julia por favor- a la súplica le acompañó buscar una de sus manos, cogerla y llevarla allí, donde más la necesitaba.

El deseo más profundo se apoderó de ella, Julia sonría a su espalda, sobre su misma piel y su princesa interior premió a su doma con una coqueta bajada de pestañas. Su doma quería aún más anhelo, más fuego y más delirio.

- Minerva- ahora fue ella quien la nombró temblando. No se puede jugar sin ser jugador y si juegas, te arriesgas a perder. Tocarlo, sentir sus palpitaciones y su humedad, provocaron que tuviese que morder su cuello, tratando de retomar su rol. Lo cual fue imposible, gimiendo sin ningún control, Min tomó sus dedos, hundiéndolos en ella.

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- Disculpa- se disculpó Minerva ante la nula respuesta a su compañera- Tomas cúbreme, necesito ir al aseo- con prisas corrió a refrescarse la cara. El recuerdo era tan palpable, que su cuerpo reaccionaba traicionándola. De cara al espejo del baño, río sintiéndose excitada- Jajaja, ¡es la leche Julia!- exclamó exultante sin poder dejar de pensar en Julia.

Quien, nuevamente debía carraspear, a cada recuerdo su garganta se secaba y los nuevos empleados esperaban alguna palabra de ella.

- Disculpadme un momento, necesito refrescarme- se disculpó adentrándose en su baño y al cerrar la puerta, sonrió pletórica- Así no puedo concentrarme, Minerva.

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Los dedos empapados en Minerva, la boca llena de de su sabor y su sexo pidiendo a gritos, algo de compasión. La deliciosa figura que ambas formaban arrodilladas en la cama, cayó a esta y sobre Minerva, posó su cuerpo buscando consuelo. El roce de su ardiente sexo sobre el culo de Minerva, la hizo gemir sobre ella.

Dispuesta a sofocar los siguientes gemidos en la siempre apetecible piel de Minerva, abrió su boca dispuesta a morderla, pero Minerva giro su cabeza, deseando que fuera su boca, la que sufriera el castigo de su deseo.

La postura y lo entregadas a la pasión que ambas estaban, inició un beso abierto y un excitante enredo de lenguas. Provocaba la de Min y absorbía la boca de Julia, cuando era la de Julia lo hacía Minerva. Mas profundo, mas excitante y mas caliente. Transpirando sus cuerpos, humedecidos sus sexos y mojados sus labios.

El placer del roce entre su sexo y el culo de Minerva le hacían endurecer los movimientos buscando mas placer y Min los acompañó a la par que busco la mano izquierda de Julia. Olvidándose de la cajita bajo la almohada, encorvo su cuerpo dejando que  los dedos de Julia saliesen de su interior, para arañarle la espalda, culo y volver a ella, desde atrás.

- Ahm- mordió las sabanas Minerva, al sentir como regresaban a ella, prácticamente clavándose y estiro las manos unidas de ambas, tropezando con la cajita- Uhm….dios Julia- entrelazo fuerte los dedos con los suyos y volvió a morder las sabanas bajo ella. Moviéndose al unisono el placer se intensificaba y el gemir alterado y loco de Julia en su oreja, le hacia precipitarse hacia un profundo orgasmo- Ahm..si...si- estallaba contra la sabana empapada de gemidos y atrapaba en su vagina los poderosos dedos de Julia, alargando las múltiples sensaciones.

Oírla y sentirla, fue el punto final también para la magnate, quien como ella gimió sin control, llegando al orgasmo.

- Uff- soltó el aire sin poder dejar de moverse sobre Minerva y cuando tras gloriosos segundos de extremo placer quiso moverse, Minerva detuvo sus dedos dentro de ella.

- Quedate así- le pidió Minerva con la voz rota de placer. Exhausta y con la boca seca, busco la cajita y extrajo el anillo, sin que la magnate, más atenta a continuar besando cualquier tramo de su piel, se enterase. Bajo la almohada volvió a coger su mano y en su dedo anular colocó el anillo, en un último esfuerzo- Joder….jajajaja- se carcajeo feliz contra el colchón. De repente la idea de entregarle el anillo de compromiso en un momento así, le parecía chistoso- Como veras, fue idea de mi princesa interior.

- Jajaja, oh...ella siempre sabe como tratarme- hablo Julia liberando a sus dedos del idílico encierro en Min.

- Pero no se lo digas, se puede poner muy pesada...Uhm- gimió sintiéndolos salir de ella- Ahora es cuando empiezas a pesarme- dijo buscando la risa de Julia, pero esta naufragaba feliz entre el anillo en su dedo y el delicioso cuerpo de Minerva- Y también es ahora, cuando me dirás lo mucho que me quieres y lo muy felices que seremos- prosiguió queriendo deleitarse y no necesito de palabras, Julia cerro los brazos, encerrándola entre ellos, en un abrazo muy intimo y cargado de “eso” que en palabras había pedido.

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Dejando el recuerdo de la noche vivida, las dos al mismo tiempo contemplaron su sonriente reflejo en diferentes espejos con un mismo pensamiento, la una en la otra y la otra en la una.

- Minerva- pronunció Julia, cerrando los ojos aferrada a su anillo.
 
 
 
 






3 comentarios:

  1. amooooooooooooooooooooooo gemo, amo julia e min a cada dia mais
    obrigada gemoooooooooooooooooooooo
    brigoninha

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  2. Niñaaaaaaa que tengo que seguir trabajando,je,je
    Saja

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  3. ......CALIENTES COMO EL MISMO FUEGO''''.....ASÍ SON ELLAS....LAS DOS...Y ASÍ ES ESTA HISTORIA...Y ASÍ NOS REGALASTE ESTE ARDIENTE TROZO TÚ ESCRITORA...ASÍ¡¡¡
    SUMERGIRSE EN SU MUNDO...EN EL DE ESA JULIA..QUE..QUE..PARA DEFINIRLA HABRÍA QUE DECIR MUCHO...O SE HARÍA EN UNA SOLA PALABRA...¡¡EXPLOSIÓN¡¡ LLENA DE LOCURA...DE PODERIO..DE MAGNETISMO..Y OTRA VEZ DE LOCURA..ESO QUE TODA MUJER ..ESTOY SEGURA QUERRIA UN POCO PARA LLEVAR Y PARA ENCONTRAR...EN EL AMOR..EN LA CAMA...EN LOS NEGOCIOS..AL MOVERSE..AL HABLAR...TODA ELLA LO ES¡¡¡ EXPLOSIVA¡¡¡¡ Y TANTAS COSAS MÁS..QUE..QUE LA IMAGINACIÓN PUEDE LLEGAR A SER TAN CALIENTE COMO ESE ENCUENTRO SUYO....ESE IMPERIO DE LOS SENTIOS...ANDANTE¡¡¡
    LEERTE HOY ESCRITORA A SIDO..UN PLACER..UN AUTENTICO PALCER..CON TODO SU CONTENIDO¡¡¡ TODO¡¡¡

    GRACIAS......
    POR HABER CREADO...ESTA DIOSA DEL DESEO MÁS ABSOLUTO....

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