lunes, 18 de noviembre de 2013

Mi cincuenta cláusulas 55


La montaña rusa para Minerva, se accionó esa misma tarde. La editorial española, de Vanity Fair, quería probarla en la sección de sociedad aludiendo, renovar la sección moda con entrada de fotógrafos nuevos y renovables.

La explicación arduamente argumentada, no pudo ser rebatida. Ella sólo podía aceptar o marcharse. De buena gana los hubiera mandado muy lejos, pero ya tenía un nombre en esa revista y en esa explicación, hablaban de un periodo de pruebas.

Frustrada y con Julia volando hacia Nueva York, despotrico cuanto quiso con sus tres mosqueteras preferidas. Pero en la noche y cenando con su familia, no podía evitar la desilusión que el cambio le producía.

Sin hambre alguna, mareaba su plato intentando abstraerse. Sus padres no estaban especialmente conversadores y su hermano Nicolás, había intentado sin éxito, hilar dos temas de conversación.

Finalmente, fue su padre el que rompió el silencio de la mesa.

- Si quieres, puedo hablar con alguien y conseguir llegar a la editorial- se ofreció al verla tan desilusionada. Con la conversación con Julia Arango fresca, dejo a esa mujer de lado y a la ocultación de ésta por parte de su hija, para centrarse en lo que ahora preocupaba a su hija.

- No- contestó rápido Minerva, dejando su plato a un lado- Quieren probar, que prueben. Pero no voy a usar ninguna influencia para que cambien de opinión- defendió su argumento. Mientras su madre, dejaba de comer prestandoles atención.

Sabía que no debía sacar a relucir cierto nombre con Guillermo presente, pero los celos de madre sobre-protegiendo a su cría, pudieron más que hacer o no lo correcto.

- Me dijiste y mucha gente en el Club lo ha comentado, que el reportaje de Julia Arango, gusto en demasía. Puede que ahí este la clave.

Todos los presentes en esa mesa, dejaron de prestar atención sobre sus palabras, en cuanto de su boca salió el nombre de Julia Arango.

Nicolás resoplo disimulando lo que pudo. Le costaba horrores no contarle a Minerva lo descubierto por su padre. El padre de ambos, resoplo más fuerte, no pudiendo disimular la repulsa que ese nombre le producía y la madre, miró a los tres, incomodándose por el silencio creado.

- ¿Le hiciste un reportaje a esa mujer?- preguntó Guillermo reponiéndose, causando que Minerva se revolviera inquieta en la silla. Su padre la miraba esperando una contestación y ella quería contestarle con toda la verdad.

- Si te lo conté, Guillermo- interrumpió la madre de Minerva a propósito- No lo recordarás.

Esa fue el primer veloz ascenso de Minerva  en su particular montaña rusa. El cambio de sección en su editorial y la oportunidad pérdida de hablar con su padre sobre Julia.

A toda subida en montana rusa, le sigue una curva en casi lo más alto. Es el tiempo de mirar lo ascendido, tomar aire y buscar agarre, porque en segundos, llegará la primera caída.

Poco dada a las relaciones sociales y mucho menos a las íntimas, Julia esa misma noche, miraba por la web cam a Minerva, sin tener idea de como consolarla.

- Si dijeron un periodo de prueba para evaluar la acogida del cambio, seguro tras ese periodo te recolocan en moda- le dijo creyendo en sus palabras. Aunque el inesperado cambio, la tenía en cierta alerta.

- Ya- contestó desanimada Minerva- que como soy la mejor, volverán a dármela- repitió de carrerilla lo dicho como ánimo por sus amigos.

- Correcto, señorita Minerva- la prosiguió Julia, no entendiendo la burla de Minerva- Es usted la mejor.

- ¡Julia!- se alteró Minerva. Buscaba en ella el consuelo sincero. Patalear a pierna suelta y que ella sólo la escuchará entendiéndola. No ofreciéndole consuelos de niña consentida.

- ¿Qué Minerva?- se alteró por igual Julia. Tenía la capacidad suficiente de conseguir que Minerva fuera respuesta en su cargo, con un sólo click. Pero estaba tratando de comportarse como alguien normal y a cambio recibía un grito de Minerva- Estoy intentándolo y no lo ves.

- Si lo veo es sólo que...déjalo- se hundió Minerva. Tenerla en una pantalla y no a su lado, la cierta incomprensión de Julia y lo jodida que la tenía el cambio, hicieron que al final, no pudiera evitar llorar.

- No llores, es sólo una revista. Dime donde quieres ver tus fotos publicadas y lo tendrás- la rabia que sentía al verla llorar, propició que hablase sin escuchar los "No, Julia" constantes de Minerva. No era eso lo que Minerva necesitaba y en el fondo lo sabía- Joder, me basta un click, Minerva.

- No quiero eso, Julia. No busco que soluciones mis problemas sino que me des consuelo, que de alguna manera me acompañes....y...¿que son esos vendajes? ¿Volviste a pasarte con las pesas?

Sin consuelo, con Julia pérdida en su interna lucha por aprender y mostrarse más humana para ella y el obvio ejercicio físico al que cada vez más recurría Julia, propiciaron que ambas se quedaran en silencio, sin saber muy bien, como reconducir la situación.

Esto suponía una bajada mínima, para tomar consciencia que esta viajando en una montaña rusa. Viene curva y ascenso al máximo nivel de altura. Una vez allí arriba, comenzará el recorrido más vertiginoso. Y ese recorrido, sólo podía llegar de manos de una mujer, Victoria Davo.
 
 
 

5 comentarios:

  1. mas gemooooooooooooooooooooo pq vc demorou muito

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  2. Parece que estamos en un momento de transición... Minerva necesita un poco de la participación de Julia en sus "cosas cotidianas"... A pobre Julia un poco de asustada y perdida.... No sabe qué hacer com "estas cosas cotidianas"....
    Gracias...gemo
    beijos

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  3. julia sabe que pode ser vitoria no meio disso. julia precisa se abrir com minerva e colocar vitoria pra longe da sua vida para que possa ser um ser humano completo

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  4. .......Esa montaña rusa que es la VIDA las absorbe ....a las dos....Minerva necesita ser oída...comprendida..y sobre todo acompañada...Y Julia se pierde entre lo que fue y lo que ahora quiere ser...quiere dar a quien ya ama...esa montaña rusa puede ser ''un viaje de placer con vértigo que haga subir temperaturas de locura'' o puede convertirse en un viaje ''donde los mareos provoquen malestar'''...son ellas quienes deben decidir como hacer ese viaje...si¡¡¡¡

    GRACIAS.........

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  5. se puede sentir TANTO lo q sienten sin hablar, que fuerrrte ARTISSTAZAAA lo tuyo no tiene nombreeeeeeee

    GRACIASSS

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