sábado, 23 de noviembre de 2013

Madrina 9



Parada frente al estanque, la Niña los Picos, miraba totalmente quieta, el camino de polvo por donde se marchase su Madrina.

No había un día, que no se quedase descuajaita al ver a tan poderosa mujer. Era tanto el parecido con su serrana, que comenzaba a tener mala sangre contra esa mujer, y la única testigo de sus malos pensamientos, era su madre como guardiana de sus secretos. Así en sus cartas, se lo relataba la niña:

"Yo preguntó aquí y allí madre, y todo el mundo de este Cortijo, me dice que mi serrana, lleva años sin querer salir de su habitación. Las lenguas vivas y sin nada mejor que hacer, dicen que se volvió loca por un querer y que María Eugenia, mi madrina, la tiene encerrada en su habitación.

¿Se da cuenta madre de lo que le estoy escribiendo? Tengo que sacar a mi serrana de este Cortijo, llevarla lejos de su hermana, sus tierras y su dinero.

Que mi serrana merece ver el sol desde su orto hasta su ocaso, ver la manzanilla crecer y los geranios aguantar los cambios de estación. Me la llevaré con usted madre, y le haré construir un Cortijo donde el agua corra como en la misma Alhambra. Que a mi serrana le gusta el agua y la vida que ese agua trae.

Me doy tres lunas, para conseguir mi alternativa como novillera con picador y entonces, María Eugenia sabrá que su hermana no está sola, y que estoy yo aquí para defenderla. Que echando dos lagrimillas mientras le escribo madre y siempre bajo la guarda de mi Virgen de las Angustias, le digo como lo siento, que para tres cosas vine yo a este mundo, la primera para quererla a usted sobre todas las cosas, segunda para hacer sonreír a mi serrana y tercera, para bailar al toro bravo cualquier tarde de mayo.

Juraito queda, que para esas tres causas vivo y que esa mujer, con nombre de reina, no será para mi un obstáculo".

Así escribía a su madre y quieta seguía, cuando las mozas del Cortijo pasaron por su vera, caminito a los viejos Olmos, que en el Sur se vive del Sol y bajo él se almuerza entre cantes y soleas.

Viéndola parada, la moza de nombre Carmela y dueña de muchos hablares por sus tientas con el capataz, la llamaba haciéndola reaccionar.

- ¡Niña! ¿Nada nos cantas hoy?- le preguntó Carmela, adornando su figura con las manos puestas en su cintura.

Candela se giró hacia las mozas y una sonrisa les regaló. Culpita ninguna tienen las mozas del Cortijo y ella también nació para piropear.

- Envidia os tienen las rosas, que ellas su belleza no pueden pasear- improvisaba el piropo y pronto las mozas la invitaban almorzar.

- Vamos Candela, acompáñanos hoy que viene la vieja Caridad. Esa mujer lee en los ojos y alguna pista de tu futuro, seguro te da.

Inquieta como estaba, acepto el almuerzo. No desmintió a las mozas, quienes creían que Candela por sólo toros preguntaría a tan misteriosa mujer.

Vestida de luto andaluz, con delantal sobre su falda y una carita arrugada de mucho sufrio y pasado en la vida. Así era Caridad y así le hablo a Candela, nada más verla.

- Una tarde muy lejana, te encerraras con seis toros y lo harás vestida de negro. Muchas almas se emocionaran viéndote torear y cuando al toro le cantes, lloraras la pena que arrastraras hasta el día, que la muerte venga a buscarte. Ay pena de torera, que en la arena a la muerte no hallarás, aunque te pases toda la vida provocando su llegar.

- Ningún torero viste de negro, señora Caridad y si así visto, será por los ojos negros, a los que tanto estoy queriendo.

- El querer es pasión, niña. Y la pasión no siempre es buena. Guárdate de las malas lenguas y hazle caso a quien bien te quiere.

Asustada por las palabras de la anciana mujer, Candela no halló respuesta para las profecías de esa mujer y a pesar de las advertencias, busco ver a la dueña de los ojos morunos que invitan a la locura.

Con cautela camino hacia el Cortijo principal, necesitando calmarse en brazos de su serrana. Atrás quedó su promesa de no buscarla en esa casona y en esa casona se coló.

Lo que la niña no sabía, es que la dueña de esos ojos y del Cortijo, le había visto marchar con las mozas, despertándose en ella una de las pasiones que lleva ataito el amor, los celos.

Encelada por la moza que descarada se colgaba del brazo de su Candela, decidió darse un baño y tranquilizarse. Desnudándose estaba, cuando escucho unas botas que la hicieron mirar a hurtadillas. La niña de sus ojos era, la que avanzaba directa a la habitación de su hermana.

Con genio salió de su alcoba y con genio encaró a la niña.

- Candela, ¿que haces aquí?- le preguntó con brío, pero los ojos de Candela parecían asustados y guardando alguna pena- Ven aquí, canalla- con el mismo genio tiro de la niña, metiéndose con ella en una habitación cualquiera. Y la niña se dejo arrastrar, miedosa aún, por la profecía escuchada.

Pérdida en los ojos de su serrana, Candela no miró los altos techos del Cortijo, ni sus blancas paredes, ni sus ostentosos muebles, perdía en sus ojos, sólo la amarró a ella, queriendo esconderse en sus brazos.

Y en ellos busco cobijo y en su olor encontró consuelo. Pero Maria Eugenia de Pavillas, es mujer del sur. Carácter cuajado al sor y orgullo de belleza racial.

- ¿Qué hacías con esa moza?- preguntó soltándola de su abrazo- ¿No tienes bastante mujer conmigo?

Con la misma sangre brava que tienen sus toros, la dueña del Cortijo clavo sus negros ojos en ella, pero Candela. Ay su Candela. La miro de tal forma, que ninguna palabra salida de su boca, habría sido más bálsamo del que esa mirada había sido para ella.

- Ahora mismo no se, si darte un guanta o comerte a besos, Candela de mis madrugás.

- Comame a besos, que esta noche tengo cita con el toro y mañana puede que ya no pueda besar, más que mi helada cara.

- Júrame que le darás muerte, Candela- le pidió agarrando su carita, como quisiera poder agarrar si vida, guardándola de todo mal.

- Y a sus brazos volveré- continuo Candela la promesa- Pero debe usted prometerme algo. Cuando ésta noche bajo la luna baile al toro, baile usted bajo esa misma luna.

Promesas de locas amantes, que se funden en la pasión de amarse olvidando dónde están. Que no hay forma mejor para el amante escondido que beberse a besos y a caricias que quedan grabadas en la piel, como grabado queda el hierro a la piel del toro.

Pero no están solas y no sólo la dueña siente celos, hay un capataz que vaga por ese cortijo, queriendo saber y en esa tarea está, cuando Candela sale a escondidas de la gran casona.

- Niña, ¿que hacías tú dentro del Cortijo?

Y de lejos Manolo presenciándolo todo, testigo callado de un amor, que debe ser guardado.

- Por su hijo nuestro Señor padeciendo en la Cruz, cuídeme a la niña Candela, Virgen. Que un mal presentimiento me está quemando por dentro.
 
 
 
 

3 comentarios:

  1. Se masca la tragedia...ese toro ''encelao'' con cuerpo de hombre
    que es ese capataz..es el que va a ''cornear'' a nuestra torera
    ''enamora'' hasta la locura de su ''Madrina''..sin saberlo..

    No se como pero la herida va a ser al corazon y mortal para la niña torera

    ¿Que hara la Madrina ?..lograra parar esa ''corna'' sera ella la que la reciba...?

    ¿ Y Candela se enterara y arriesgara la vida destrozada al saber el
    engaño de su locura con forma de mujer ?...

    Solo dire que me muerdo las uñas por saber escritora..
    Esperando Gemo..

    Divina-Wilson

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    1. Y ese toror enamorado de la Luna...que abandona por las noches la manada despintado de amapola y aceituna y le puso campanero el mayoral!!!

      Sigo la historia atraves de tus ojos y me muero tambien por saber!!!

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  2. ......Candela de mis madrugás''.....le dice esa Madrina que los celos ya le muerden...encuentros entre paredes blancas....pasión escondida o no ¡¡¡tanto¡¡ como quisieran...encuentros con la luna como testigo.....que ya huele a tragedia...arena ensangrenta...que no se sabe si sera el toro...o quien salio de una cama que aún desea...noches de LOCURA....que dan luego paso a amaneceres donde la VIDA sigue....Y donde esa '''Niña de los Picos''' que es para comérsela ya¡¡¡...escribe con lagrimas a su madre....queriendo sacar del cautiverio a quien cree la dueña de su corazón...¡¡¡ que momento ¡¡¡¡
    Ese cortijo tiene tal encanto....tanto encierra dentro...tanta bravura se respira...tantas cosas ''guardadas''....que ..que...que...es para quedarse en el....cerrar la puerta quedándose dentro y tirar la llave....para nunca poder salir..'''...si¡¡¡¡
    Escritora esa forma tuya de hilar las palabras...esa forma de querer decir en verso...todo lo que hay que decir....es sencillamente brutal...

    GRACIAS.............................

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