Un
nuevo día amanecía y el deseo de nuevo recorría su cuerpo.
A la dueña del Cortijo La Malvarrosa, no le bastaron las citas de
cada noche, con la niña de sueños toreros y sus ojos comiéndosela
en la distancia. Fuegos que traspasan distancias y desconocimientos.
Un solo paseo al fresco y la encontró, apoyadita en su ventana. Así
comenzó un juego, que durante días la mantenía expectante,
caliente y en espera.
Una
locura, que creció noche a noche. Retando las ganas de quien la
miraba desde una ventana. Hoy camisón largo, mañana corto y pasado
túnica. Le era altamente excitante, sentirse observada. Cada paso,
cada gesto y cada noche. Pero a la noche se le unió el día y un río
tuvo todita la culpa. Que ya lo dijo Lorca; “me la lleve al río,
creyendo que era mocita…”
Una
mañanita como otra cualquiera, había visto al grupo de chicos salir
a sus rutinas de ejercicio y conociendo los oficios de ese día en el
Cortijo, decidió montar a caballo en intimidad, con un destino muy
fijo, las cataratas del río Mimbres, que cruzaba sus tierras. Le
gustaba y mucho, bañarse en esas aguas y aprovechar la intimidad de
los álamos, para dorarse al sol, en completa desnudez. Lo hizo como
siempre que podía. Se desnudo despacio, respirando el magnifico olor
de ese divino lugar, alzo su cuello al sol, empapándose de él y se
introdujo en el agua paso a paso.
Conocedora
de su feminidad, mas que admirada por muchos, dejo que el agua
disfrutara erizando su cuerpo, los mismo que los rayos del sol
creando destellos a su paso y cuando el agua cubría su generoso
pecho, se dejo guiar por las aguas del río.
Fue
un chasquido de hojas, fue un murmuro y fueron unos ojos clavados en
ella. No se asusto ante el descubrimiento. Por varias noches, esos
mismos ojos la habían primero espiado y después observado sin
ningún reparo. Aquí y allí, pregunto por la “niña” que
apoyada en un alfeizar la miraba sin vergüenza ninguna. Promesa del
toreo, futura figura del mundo taurino, una de sus ahijadas. Otra
loca con veneno en la sangre, el veneno del toro, el mismo veneno que
se llevo a su difunto.
Cada
noche, un propósito roto, el no acudir a su cita con la niña en su
alfeizar y cada noche, unas nuevas ganas. A la dueña del Cortijo le
daba igual que fuese una locura, que la niña aun fuese muy niña y
que ella, ella era su madrina. Madrina de ese apasionado mundo que es
el toro y madrina de una niña que no podía saber, que era su
madrina, la que noche a noche, la tentaba como el picador al toro.
Y
ahora se unía el día y sus baños. Después de ese primer día,
vinieron varios mas hasta que, otra mañanita, cabalgo con su
caballo, esperando el momento en que, de nuevo sus pasos se dirigían
al río. Su deseo era cada vez mayor, ahora tampoco bastaba mostrarse
para ella. Y miedo, lo que esa niña le inspiraba, comenzaba a darle
miedo. Pero la viuda de Pavillas, tiene mucho de canalla y esa
mañana, eran demasiadas las ganas que tenia de niña.
Parada
donde sabia, sus miradas tropezarían, comenzó su ritual, dispuesta
a que no solo tropezasen sus miradas. A pie de río, sus ropas
cayeron con maestría, despacio para que pudiese contemplarla a sus
anchas. Primero las botas, después el pantalón de montar y a
conciencia, detuvo su desnudar, para buscar sus ojos con apremio. El
brillo hallado en ellos, le hizo sonreír con orgullo- Deséame con
locura, niña- pidió bajito y un nuevo brillo obtuvo.
Candela,
la niña los picos, la dueña del brillo de ojos, busco apoyo en un
álamo. La mujer que se había adueñado de sus sueños, la
misteriosa mujer que noche a noche jugaba con ella y sus ganas,
estaba parada a pie de agua y en solo una camisa. La niña deseo ser
esa camisa, esa tela que tenia el privilegio de rozar su piel y hasta
a las aguas bravas de ese río. Bravas, como parecía esa mujer de
fuego. Demasiado deseo contenido, para que un solo álamo apoye sus
ansias. No pudo el álamo con ella y ni ella misma pudo aguantarse
más. Con decisión, dejo el apoyo y camino.
Por
primera vez, caminó hacia ella.
Y
ella, la dueña de cortijos y sueños, escucho un crujido de hojas
secas y lo supo. No había más prisiones que encerrasen las ganas de
fundirse con esa niña. Sus manos jugaron un ratito con la camisa,
botón a botón, mientras esperaba su llegada. La dejo caer después,
mostrando aun el sujetador que albergaba su pecho. Lento otra vez y
mas lento fue, cuando sus ojos volvieron a engancharse, viéndola
caminar hacia ella. Al suelo cayo su ultimas prendas y cubriendo su
osado por hermoso pecho con ambas manos, se introdujo al río. De un
golpe seco había tirado sus bragas al suelo y secas eran las hojas
que de nuevo crujían dándole a entender, que cerca tenia a quien ya
quería dentro de sí.
Las
aguas no calmaron el fuego que amenazaba con quemarla, nado como
hasta ahora todo lo había hecho, lento, de a poco, quemándose en
deseo y quemando de deseo. Se adentro en esa pequeña piscina
natural, y como las hojas crujían, crujió su sexo de hambre, cuando
supo que Candela, había abandonado por completo aquel escondite que
había sido su cómplice para verla, para observarla y para desearla
más y mas.
Los
ojos miel de Candela, llenándose de esa mujer, brillaron cuanto
podían brillar, bailando al son de la divina y misteriosa mujer que
amenazaba con volverla loca y dejarla sin querer remedio para su mal.
Ojos, que le gritaron a esa mujer de forma callada, cuanto deseo
albergaba la niña por y para ella.
Pero
la dueña, su madrina, cuando la vio avanzar hacia ella, tembló. Y
lo hizo de puro deseo por ese cuerpo de mujer con cara de niña, que
avanzaba decidida hacia ella. Cuerpo moreno, de sol y trigo, que tras
sus pantalones negros y su camisa blanca, adivinaba y tanto había
soñado.
No
podía creerlo, pero lo deseaba. Era ella quien invento el juego,
ella era quien quería verla rendida y en cambio, era la novillero
quien la hacia avanzar, abriendo la boca en una clara invitación.
Una invitación que llamaba a la más absoluta de las pasiones.
Fue
Candela, quien llego a pies de agua y se detuvo esperándola y fue su
madrina, la que dejo de nadar y poniéndose de pie, expuso su cuerpo
hambriento por ella. ¡Ay sus los ojos de ambas!, cuanto decían y
que corta es la distancia cuando dos cuerpos se buscan enloquecidos
por un deseo. El de la dueña, era claro como la misma agua que la
había mojado- Apaga mi fuego, niña. Apagalo- y pidiendo llego hasta
ella, desnuda, mojada y encendida, como lo estaba Candela
esperándola.
Y
llego y con ella llego su boca. Boca por la que Candela quiso morir
ahí mismo y murió, cuando con los brazos la atrapo, aferrándola a
ella. No se dio cuenta la niña, miro sus ojos perdía en su locura y
no se dio cuenta, que de esa locura, ya había sido advertida. Porque
las malas lenguas dicen; “que la dueña del cortijo, tiene ojos de
locura”.
Encendidas
la una por la otra, con una tomándola y la otra retándola. Volvía
a resurgir la dueña del cortijo y volvió a retarla, alejando su
boca. Pero Candela había mirado a la locura de sus ojos y no había
marcha atrás. Usando la fuerza de sus manos, la pego más a ella y
que la dueña subiera su carita, no fue más que el empuje necesario,
para unir sus bocas, en un fiero beso.
La
beso y como lo hizo. Las manos de la madrina llegaron a su cabello y
tiraron de él, no queriendo dárselo tan fácil. Al notar la presión
en su pelo, la novillero presiono mas su boca, robándole un
mordisco.
La
lucha continuaba, el deseo subía y como lo hacía. La pierna de la
novillero se coló entre las piernas de la dueña, asegurándose su
posesión, aferrándola a ella, para que la corriente no la alejase,
de ese fuego en el que quería arder. Y se dejó, la dueña se dejo
aferrar, perdida por su aliento quemando primero su cuello y después
su pecho.
Arrastrada
fue la dueña por Candela y sus brazos, y quiso poner resistencia,
pero ni la dejaron los fuertes brazos de Candela ni sus propias
ganas. Esas que como el fuego, amenazaban por consumirla.
La
tendió sobre la hierba, volviendo a su boca sin dejarla respirar,
hasta que quiso probar, cada rincón del cuerpo que tanto había
recorrido en sus noches cortijeras. Su boca robo suspiros prendidos
de la pasión con la que recorría cada milímetro de su piel.
La
piel que palpitaba bajo su boca, que se movía con locura, con poder,
con fuerza y con fuego. Dibujando líneas de pasión sobre esa piel.
Hasta que su avance fue detenido por las manos de la dueña,
rompiéndole las ropas.
Cada
botón de la camisa salto perdiéndose en esa hierba donde ya se
mezclaban sus deseos, donde ninguna podía estar más mojada. A piel
descubierta, Candela cubrió su cuerpo, enredando las piernas con las
suyas, suspiros escaparon mas allá de los álamos, que continuaban
su improvisada custodia. Dos amantes escondidas que ni nombre tienen,
ni nombre pueden tener.
Candela
cabalgo su cuerpo, marcándola con su deseo, mientras la dueña
rendida, se acomodaba a su fuerza y furia. Hasta que con furia
desatada, abrió sus carnes, miro sus ojos y vio en ellos, lo que
quería- Lléname, niña. Lléname de ti-.
Jugo
desarmándose con los ojos de esa mujer, con lo caliente y mojado de
su sexo, y no pudiendo contenerse más, la hizo hablar, escuchando su
voz por primera vez.
-
Hazlo…uhm…por dios hazlo de una vez- pidió la dueña,
agarrandole el brazo con la misma fuerza usada por Candela, deseando
que ese mismo brazo embistiera, clavando sus dedos en ella. Y gimió,
y no hubo de agua cayendo, chasquido de hojas, ni viento del oeste,
que pudiesen callar sus gemidos, cuando los dedos de Candela entraron
en ella, tampoco cuando fueron movidos dentro de su ser,
enloqueciéndola aun mas.
Vencida
se rehizo y busco con verdadero apremio entre sus piernas. Piernas
que escondían otros muchos gemidos, al hallar un manantial tibio
para ella. Y bebió de el, sumergiéndose en ella, como se bebe agua
fresca cuando tu boca quiere calmar la sed.
Bailes
de deseo en un escondite de álamos, hierba y agua. Candela se perdió
en el cuerpo de la mujer de sus últimos sueños y la dueña del
cuerpo, se perdió con ella y sus ojos.
Bailes
de deseo y melodías de lujuria, la melodía creada por cada gemido
robado de la otra, por cada suspiro y por cada jadeo. Hasta que
juntas estallaron a ojos enredados.
Rato
mas tarde, tirada aún sobre la hierba, a merced de su mirada,
envuelta en ella, la dueña busco sus ropas y cubrió su cuerpo,
marchándose de allí, con un solo pensamiento:
“Que
la niña va para torero y que yo, yo soy su madrina”.
Y
en la hierba dejo a la niña, creyendo que aquello no había sido
mas, que otro sueño en ese Cortijo. Sin saber que la dueña de
ambos, de cortijo y sueños, eran la misma, su madrina. Aquella que
pagaría sus primeros carteles, aquella que financiaba sus primeros
pasos en ese mundo y aquella que perdió a un buen marido una tarde
de toros.
Así
la encontró su maestro, tiempo mas tarde, la niña en la hierba
desnuda y su traje campero, destrozado por lo que a sus ojos parecían
garras. Pobre maestro, garras son las manos de una mujer encendida
por una pasión.
-
Me cago en la madre que me parió. Llevamos buscándote media
mañana.- despertó así el maestro a la niña y ésta se desperezó
olvidando su desnudez. Que estaba ella muy a gusto, soñando con una
mujer de bandera, mástil e himno.
Sabio
el conductor, hallo allí una prenda interior que poco o nada, tenia
que ver con Candela y con cautela la guardo. Que la niña, no puede
tener mujeres y haciéndolo un secreto, lo oculto.
-
Maestro déme un toro, que he tenido un sueño de morirse. Déjeme
soltar adrenalina, por mi virgencita de las angustias, se lo pido yo.
-
¿Toro? Vas directa al gimnasio, hoy ni toreo de salón, ni
tentadero, ni capea, ni nada de nada, vamos que ni la cabeza del toro
expuesta vas a ver. Así aprenderás.
-
Ya estamos castigándome sin motivos ningunos..jem..jem..jem, ¿le
canto alguna coplilla?
-
Nooo- interrumpió el conductor, que el día tiene sol y él no
quiere ningún chaparrón.
No
hubo coplilla que la niña cantase, pero en el Cortijo, las mocitas
una empezaron a cantar.
“Que
la viuda cada mañana galopa hasta el río, para refrescarse del caló
que entre sus sabanas ha sentido. Que todavía es lozana y a la
viuda, le sobran ganas. Que le muerde el deseo y necesita quien le de
consuelo. ¿Quien será el que la hizo de nuevo galopar hasta el
río?, ¿quien será?”
Sensual...intenso...muy erotico y con muchisima clase...
ResponderEliminarLa que te sobra a ti Gemo..la tienes a raudales niña..
Que decir del esperado encuentro..que a valido la pena esperar tanto
hasta que la Diosa aparecio para volver loca a la niña Candela y arder
ella misma en su propia pasion....
Provocativa..seductora..envolvente..excitante..canalla y con experiencia..
mucha experiencia para volver loquita a esa novillera fascinada
por esa mujer de Luna y Agua que la tiene ''enreaita'' y bajo su influjo....
¿Que iba a hacer la novillera ante ese envite de la mujer que tenia enfrente..?..Claudicar..como hubieramos hecho todas.menos Cari..
claro..jajaaja
Pero...ayyyy Madrina..quiza este juego lo pagues tu con lagrimas
porque esa niña tiene algo que embruja...y el embrujo hace
que a veces nos volvamos locas...y mas si estas bajo en embrujo de la Luna.....
Este trocito me dejo muda Gemo de mi alma...ya no se como decirte que eres buenisima y que yo tambien estoy ''enreaita'' a tus relatos como el rocio a las flores....
Ahh..y tus mujeres me encantan..sobre todo las canallas y provocadoras...
aunque luego caigan por amor niña...ajajajaja.........Grande tu Gemo...
Divina-Wilson
Ole, ole, ole gemo, gemo... Ole. ole ole gemo, gemo.
EliminarMi querida divina verde no olvide que esta historia la disfruto bajo la influencia del Azul intenso y ustede asi que,, YO mi bella dama Claudico cuando y como ustedes lo quieran,
Cari.
Cari..¿Nos estas proponiendo un trio a la Dama y a mi?...jaajajjaja..
ResponderEliminarAunque yo personalmente no te veo a ti claudicando en nada querida
mia..¿Vienes de leer 50 sombras no?..jajajajaja...
De todas formas que hable la Dama...jajaajja..pero hasta que tu no arregles ''tus asuntos''...no hay nada que hacer niña..jajajajaja
Aprovecho para repetir..si repetir..¡¡Que pasa Cari¡¡..jajaja..
que esta Madrina me vuelve loca..si..jaajajja
Divina-Wilson
Un trio??? pero si ya lo tenemos Mi querida Anna sobra proponerlo otra vez jejeje... Y si mi bella dama claudico por esta historia que me llega y disfruto atraves de sus ojos serranos.y si esa madrina te vuelve loca a mi tambien jajajja
Eliminarbesos de colores pa las dos
Cari.
Ayyyy!!!!...todo lo que te podria decir ahora!!!!....pero¿ para qué?..¡¡.si todo te lo han dicho miles de veces ya!!!.....te superas día a día.
ResponderEliminar.....'''Esa mujer de fuego....esa que ¡¡Tanto¡¡ tenia de canalla...esa mujer misteriosa que jugaba con sus ganas..Brava..como el agua donde quería apagar aquello que quemaba su sangre...esa Mujer...es la misma que ahora tiembla de ''deseo'' cuando sabe muy cerca a quien le ha robado ya el sueño..a quien sus ojos lleva grabados...esa que hace que en la noche y bajo esa Luna que todo lo ve...''la busque''...luchando entre la Locura por tenerla y la cordura que la frena...esa a quien dice..''Niña apaga mi fuego'''..La que ahora ya no puede detener sus pasos para llegar a lo que sabe sera su perdición...pero de la que ya no puede escapar...porque siii¡¡¡ las distancias se hacen cortas...cuando el deseo llama a dos cuerpos enloquecidos ya por la Pasión más absoluta'...
ResponderEliminarY sii....embrujo y más embrujo ...locura y más locura...es lo que lleva esta Historia....hecha con maestría ..cuidando hasta el más minimo detalle...dejando tras de ella ...regueros que llevan tu marca Escritora...esa que te sigue haciendo...ÚNICA...donde dejas caer todo ese arte que llevas y que aquí...lo pones a disposición de todo el que tiene esa ''Niña de los picos''' y esa Madrina..que lleva tatuada la lujuria en su rostro...la que es pura provocación ..si¡¡¡ese que nosotras podemos disfrutar ''gracias a ti''...por regalarnos cada día ese talento tuyo...Atrapándonos a quienes gustamos de leerte en ese cortijo ya....donde los sentios se pierden por senderos de alegrías y agonías...esas que cada día acompañaran a todos los que allí habitan....Ayyy¡¡¡¡¡ quien detenga sus pasos en la realidad de la VIDA y no se deje atrapar por esos ojos que hacen soñar....esos de una y de la otra...esos que hablan aún teniendo los labios sellados...esos...¡¡¡
Es verdad....una y otra vez..podemos repetirnos...una y otra vez...decir que quizás ya todo este dicho...casi podría copiar palabra por palabra el comentario de arriba...''más parecido para como yo te lo expresaría imposible''...pero no...no lo haré...porque diré SIEMPRE que no importa repetir aquello que sale desde la admiración hacía quien nos la despierta...
.............GRACIAS..........
Y de Dama a Damas hablare....jejejeje....veo que el embrujo que se respira en esta Historia llego a ambas...y terminara ''por envolvernos '''...jejeje....eso me complace ....y lo sabéis....el disfrute es mutuo Señora...la influencia también...jejejeje...colores varios ya nos acompañan y esa '''Luna gusta de jugar y acompañarnos en cada paseo que damos y que tanto me gustan''....Divina ...a todo aquello que digas o ''propongas'' sabes ya mi respuesta...''' totalmente de acuerdo con vos Dama de Glamour''...jejejeje...Y Cari....la Dama de ese color del que eres autora...a tu entera disposición...seguro ni lo dudabas ...no??...Y que esas serranías nos sigan propiciando lo que si lugar a duda es un placer....el pasear en vuestra compañía....continuamos...el galope de esos caballos...lo marcáis vosotras Señoras...
Un placer.......y un beso fuerte a las dos.....
y ahora que te digo????????? jjejejjejejjejej si amo a todos tus peronajes y eta increibles, hitorias tuyas......
ResponderEliminarGRACIAS por tantas cosas.... ARTISSSSTAZAAAAAAAAAAA