jueves, 28 de noviembre de 2013

Desvíos "Escondidas" 14


Todo el relax y desconexión conseguidos en horas junto a Esther, parecía esfumarse al ver el coche de Natalia aparcado en su casa. Con desánimo y sin ninguna gana de una nueva batalla con la dueña del coche, se hundió en su asiento. Pero la mano de Esther acariciándole el muslo, le hizo ladear el cuello para mirarla.

- Si fuese grave nos hubiesen avisado- dijo Esther animándola, ladeando el cuello como ella. Una sonrisa, leve, prácticamente invisible, que fue imitada por Maca.

- Te dije había que detener el reloj- prosiguió Maca, posando la mano sobre la de Esther. No había más en ese coche, que un par de ojos verdes serenos, capaces de provocar la misma locura que paz.

- Eres tú la agente- la incitó Esther, aproximándose lo justo, para que los alientos de ambas, comiencen a regenerar ganas, para una futura escapada.

- Y tú la legisladora.

- Jajaja, ¿división de poderes?

- Eso es democracia, ¿no?

- Bésame

Las ganas provocadas y la conquista conseguida. Pero no están en su escondite, están a la parcela de la casa y una adolescente en plena combustión hormonal, se acerca al coche con andares García y genio propio.

- Mamá por fin llegas. Esto ha sido- gesticulaba Sara medio histriónica y más lo hizo, al encontrarlas besándose- Por favor, ¿podéis parar de hacer eso y atenderme?- preguntó abriendo la puerta y fue la Inspectora la que sufrió en forma de muerdo de Esther, la interrupción de la joven.

- Jajaja, lo bonito que es llegar al hogar- decía contras los labios que a milímetros de su boca, ignoraban a Sara para volver a besarla.

- ¡Mamá!- se impacientaba Sara, hasta que su madre dejaba de besar a Maca, para mirarla a ella, salir del coche y seguir mirándola- Que?

- ¿Son formas?- preguntó Esther y ahora sus ojos ni provocaban locura ni paz, más bien corrección.

- Pero es...pues...ay Mami es que

- Dame un beso- la interrumpía Esther, pero era Maca la que se adelantaba atrapando a Sara.

- ¿Que me has traído?- se colgaba de Maca y era ella, quien recibía los primeros besos caprichosos de Sara.

- Jajaja, ¿una piña seca?

- Venga ya, Maca. Algo le has regalado seguro y si es así- dejaba caer Sara acostumbrada a regalos dobles.

- ¿Pasó algo con Pedro?- las interrumpió Esther, haciéndolas caminar hacia la puerta.

- Ups, varicela. Vino tu ex y su pareja. Esto es- hizo una pausa Sara dándole misterio- ¿un poco comprometido?- los ojos verdes de su madre sobre ella, le hicieron soltarse de Maca y adentrarse en la casa, tras dejar un beso en la mejilla de su madre.

Sin Sara cerca, Maca suspiró fuerte antes de entrar a la casa y Esther, mantuvo la tranquilidad, tomándola de la mano. Volvía la paz, a través de unos ojos.

- Sea lo que sea, tranquila. ¿Uhm?

Armándose de paciencia, ambas entraron finalmente a la casa, pensando encontrarse a una Natalia molesta por la enfermedad de Pedro y la ausencia de Maca, pero Natalia las recibió sonriente, descolocandolas.

- Buenos días, casi tardes- saludo Natalia adelantándose a ambas.

El saludo fue muy cordial con Maca y con Esther fue simple cortesía. Ninguna pretendía mantener una relación más que la necesaria por Pedro y Esther, prefirió marcharse y dejarlas solas.

Preocupada por Pedro, fue hacia su habitación, pero se encontró con su hijo Fernando y tras abrazo mimoson con el, de su brazo salió al jardín posterior. En el Pedro estaba claramente mimado por Jessica y Raquel, a los que se sumaba Sara y ella misma.

Saludos de todos los presentes a la recién llegada y con arte y modales naturales en ella, en poco más se quedó sola con Pedro. Las pocas horas dormidas, lo calentito que estaba Pedro, su aroma a hogar, sumado al infinito cariño, propiciaron que la Presidenta se olvidase de la presencia de Natalia en esa casa y se tumbase junto a él. Medio dormidito Pedro, enseguida busco su abrazo y en minutos, ambos dormían abrazados.

Así los encontró Erika, quien dejó la pelota de basket y sus intenciones de jugar con ella, para sentarse cerca de ellos en completo silencio.

Nuevos minutos de silencio contados por el universal reloj que marca vidas y la Presidenta abre los ojos topando con los de Erika sobre ella. Sonrisas compartidas y el silencio que se quiebra.

- Dijo Gala, una casa es el lugar donde uno es esperado- lo rompía Erika, con la vista perdida en los intensos ojos verdes de Esther.

- ¿Me esperabas?- preguntaba Esther, manteniéndole la mirada.

- ¿Deseabas que lo hiciera?
 
 
 

3 comentarios:

  1. amooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooesta historia

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  2. artissstaza

    ésto no es ni medio normal, lo tuyo, digo
    GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

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  3. ......... Te dije que había que detener el reloj'''.....eso dijo si...perooo no se puede...y ahora el mundo real las espera...si no queda otra....
    Escritora...que me pierdo....Erika es amiga de la Presidenta ...no?...es que me quede algo ..pues no se...serán imaginaciones mías...es que será la forma de hablar que tienen ..no?
    GRACIAS,,,,,,,,,,

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