Sonriendo
victoriosa, se subió al coche que como siempre, Pepe conducía.
Paradojas de la vida, esa noche tanto ella como Maca, habían sido
consejeras de eso que llaman amor.
Sonrisa
al pensarlo sarcástica, dos mujeres que tan poco hicieron por ese
sentimiento, que prefirieron durante demasiado tiempo, naufragar
entre otros sentimientos mucho mas bajos e indignantes, y en estos
momentos y en esta situación, se permiten aconsejar a otras.
Cuando
el coche enfilo el camino arenoso y polvoriento, que llevaba a la
supuesta ganadería de su hija, le fue imposible no recordar otros
tiempos, donde eran eso, dos mujeres envenenadas por celos y
traiciones, que escondían aquello, que hoy les hace dejarlo todo y
correr en busca de quien necesita ayuda, para reafirmarse en lo que
sienten.
Pe:
El coche de la señora viene detrás- le avisó Pepe y éste negó
con la cabeza no entendiendo la carcajada que sus palabras provocaron
en Anna.
An:
Reduce la velocidad, Pepe- solicitó y cerró los ojos, retornando a
un pasado al que no pensaba retornar.
M:
Buenas noches, cariño- pronunció el cariño, despacito, queriendo
que en vez de un apelativo cariñoso sea un dardo que impactase de
lleno, contra quien, en el otro coche sonríe serena mirándola. Ella
misma, hace no demasiado tiempo.
Recuerdo
que le hace sonreír avergonzada, su contestación fue tan
envenenada, como el saludo que había recibido.
An:
Buenas noches, mi vida
M:
¿Puedo saber donde vas?
An:
No y lo siento, me interesa muy poco donde vayas tu.
M:
Ts- chasqueó guiñándole un ojo- quizás debería interesarte.
An:
Hazme un favor, ve a tomarte unas copas antes de regresar a casa,
sobria pierdes todo el encanto.
M:
Genial, eso haré y ya sabes, como me gusta que me esperes.
An
Jajaja, querida apestando a puta barata, lo dudo, dudo mucho que te
espere tal cual pides.
Veneno
y dolor mezclado. Su risa era tan falsa, tan superficial y sobre
todo, tan fingida. Que diferente, a las sensaciones que ahora en ese
coche y sabiéndose seguida por Maca, sentía. El veneno ahora era
deseo, deseo de ser su mujer al completo. Señora, esposa y…Y el
dolor, se había transformado en la alegría de continuar teniéndola
en su vida, de haber conseguido formar una familia y de querer seguir
teniéndola una vida entera.
Pe:
La señora nos hace luces- nuevamente Pepe, la sacaba de sus
ensoñaciones y ahora no había carcajada, había una sonrisa amplia
y un destello de deseo en sus ojos.
Anna
lo quiere todo y esta noche es ideal, para tenerlo.
An:
Deja que nos coja.
Fue
decirlo y en pocos metros, ambos coches quedaban en paralelo. A la
misma vez que Maca bajo la ventanilla del coche y casi a la misma vez
se saludaron.
M:
Buenas noches, cariño. Te hacia en casa esperándome.
An:
Buenas noches, vida. Dame cinco minutos de ventaja y te esperare como
tanto te gusta.
No
fue tanto lo que dijo, fue mas como Maca se sintió mirada. En la
tarde se despidió primero de la esposa y madre, después de la mujer
y ahora, en ese instante, en esa negra mirada, se encontraba con la
que siempre será, su puta diosa.
Encuentros
en la noche, de dos que no supieron y que ahora saben, y de otras
dos, a las que parece, los obstáculos no hacen más que aumentarles.
No
bastaba la diferencia de edad, no bastaba con la distinta clase
social de donde provenían, tampoco con las diferencias pasadas, sino
que además debían enfrentarse a muertos que reviven con equipaje.
Daniel
había regresado a su vida, evidenciando en Martha, aquello que
siempre había significado una barrera no visible entre Estefa y
ella, la inseguridad. La inseguridad que produce amar a alguien y
sentirse muy pequeñita ante ella. Por tu pasado, por lo que fuiste
obligada a ser, quizás por la ausencia de ingenuidad o por las nubes
que inevitables por días o momentos, te ensombrecen. Porque puedes
haber rehecho tu vida y querer hacer lo que Anna te ha dicho, reírte
en la cara de la vida, pero para ello debes entregarte a quien seguro
te espera en una cama y esa mujer, es a la que quieres y cuando
quieres, deseas lo mejor para ella y ahí radica, toda su
inseguridad, ¿es ella lo mejor para Estefa?
A
cada paso dado por el jardín de la vieja casona, la respuesta a esa
pregunta, se vuelve más negativa y pesimista. No es una barrera
entre Estefa y ella, es una barrera propia y ha llegado el momento,
de vencerla o reforzarla. Entregarse con miedos y temores, o
marcharse y dejarla retomar su vida.
Cada
paso un anhelo y un suspiro, que la hacen buscar su ventana como
otras veces, apoyarse en la pared, prender un cigarro y soltar el
humo, mirando el negro cielo. Si la vence, será para reírse y no
dar un solo paso más hacia atrás. Dándose como ha sido y es, con
lagunas dolorosas que estarán ahí puede que toda la vida. ¿Si o
no? La respuesta esta en la imagen que le ofrece el cristal de la
ventana. Estefa abrazada a su almohada, mirando como ella, el reflejo
de un cristal.
El
cigarro continúa prendido y mirando reflejos, Martha lo fuma.
Mientras Anna llega a casa, revisa que los niños duermen tranquilos,
cierra su puerta, activa el transmisor y lo deja en su habitación.
Habitación que prepara a la misma velocidad que su excitación
aumenta, pensando y recordando…
M:
Eres mi mayor chute….mi puta diosa
Excitada
recuerda sus firmes propósitos, una vez la lanzo a ese mundo de
drogas, chutes y mujeres. Ahora, ahora ella quiere serlo todo, su
chute y su puta. Y el deseo no puede disminuir solo aumentar, el
destello de luz en su ventana, le hace saber que la señora llego.
Velas encendidas, niños tranquilos, toca desvestirse y vestirse con
una prenda, que la excita con solo ponérsela y lo hace mas, si
piensa en como Maca, la mirara.
---
Horrores,
la cabeza le dolía horrores. Pero a Estefa le ocurría lo que a
cualquiera que ama, es más doloroso el no saber, que un golpe en la
cabeza que casi te hace perder la conciencia. Dolía mas, no haberla
podido abrazar, que no la hubiese buscado y que su único consuelo,
fuese Maca y dos copas.
Pero
ese cabron que es el tiempo y que durante la tarde jugo con ella,
acelerando y desacelerando, ahora le permitía de unos instantes, que
bien podrían cambiar su vida.
Fue
verla reflejada en el cristal de su ventana, como no fumando apoyada
en la pared, y dejo de existir el dolor de su cabeza. De los otros
dolores, se ocuparían el tiempo y Martha.
No
quiso hablar, se limito a mirarla. Sus cartas ya estaban desde hacia
mucho boca arriba en la mesa. Le tocaba a Martha decidir. Sin
presiones, ni reproches, que entrase en esa habitación, limpiando
así todo lo sentido esa tarde, o que se marchase, dejándola como
perro apaleado que se lame y lame, queriendo evitar la segura
infección.
¿Y
el tiempo? Ese dejo de existir para Estefa, cuando sus miradas
tropezaron en el mismo cristal. Después de meses junto a Martha, la
eterna mujer callada, había aprendido a leer en esos hermosos ojos
que ahora la miraban, ¿con miedo?
Puede
que si, a todo aquel que ama lo acompaña el miedo. Miedo a que le
ocurra algo malo, miedo a no dar la talla, a no ser lo bastante
buena, lo bastante guapa, segura, fuerte, sensible y resumiendo, ya
lo canto Serrat; “Y las muchachas hacen bolillos buscando, ocultas
tras los visillos, a ese hombre joven, que, noche a noche, forjaron
en su mente: Fuerte pa,ser su señor, tierno para el amor”
Fuerte
para ser su señora, tierna para el amor. Poco importaba cumplir los
requisitos, ventajas del toque egoísta que también va unido al
amor, si esa callada mujer apaga su cigarro y con esfuerzo, por su
altura, se cuela en tu habitación, cortándote la respiración al
iniciar su movimiento y desatando un deseo desde lo mas profundo de
si- Deja la lucha y quédate conmigo-. Deseo que se repite por unos
instantes, aquellos en los que Martha la mira de pie sin moverse.
Pero entonces si se mueve y lo hace para desnudarse por completo y
como lo han estado hasta ahora, en completo silencio.
Desnuda,
de pie, con las manos en su cintura y medio temblando, es Martha
quien rompe el silencio y lo hace, con la voz rota por la emoción,
mostrando como Estefa, sus cartas en la mesa.
Mr:
Esto es todo lo que soy y es lo único que puedo ofrecerte…aunque
este mas que usado- se ofrece así Martha, a punto de derrumbarse,
devastada por todo lo vivido en solo horas. Pero basta una mirada,
una sonrisa y unas palabras, para que Martha se rearme y sus pies,
avancen hacia la cama, en cuanto lee sus ojos, ve su sonrisa y
escucha sus palabras.
Es:
Eres mucho mas que un cuerpo bonito y conmigo no lo usas, ni lo
uso…ahora ven y abrázame de una vez.
Abrazos
que no detienen el tiempo, ¿y a quien le importa? Basta con apurar
cada segundo, siendo completamente egoísta para dejarte el alma,
besando cada milímetro de ese cuerpo usado. Y esto no es más, que
el amor y sus compañías.
Miedos,
egoísmos, temores, fantasías, sueños…y pasiones. De alta o baja
cama. Cada amor es un mundo, con sus particulares habitantes y sus
diferentes épocas.
El
de Anna y Maca, está en una época diferente al de Martha y Estefa y
sus habitantes son diferentes. Conseguido el equilibrio entre ellas
después de años de lucha y tensión, la señora entra en su casa,
de un modo completamente diferente a como lo hacia en esos años.
No
viene apestando a puta para provocar a Anna, no se tambalea por la
ingesta de alcohol y si reconoce esa casa, como su hogar. Tampoco
tropieza, con un padre hiriente, ni con un hermano tocapelotas y
envidioso, sino con juguetes de sus hijos, a los primeros que ve,
besa y aropa. Y Anna, Anna no esta confabulando ni provocando sus más
bajos celos, ahora solo la espera.
Hay
noches que la espera entretenida con alguno de sus hobbys, ahora
pintar, ahora escribir o ahora diseñar. Otras con una copa de vino y
otras simplemente dormida. Y hay otras como la presente, en la que
directamente la espera matándola de deseo. Porque en noches como la
de hoy, no solo la espera Anna sino que lo hace, su infinita puta
diosa.
Lo
supo, nada mas cerrar la puerta de la habitación de sus hijos.
Debajo de la suya, la luz se mostraba intermitente. Velas prendidas y
Anna solo prende velas, cuando quiere que ella arda, como lo hace el
cordón de esas velas.
Espero
abrir la puerta, disfrutando de las sensaciones que comenzaban a
llenarla. El deseo por la mujer que hay tras esa puerta y sus eternas
ganas de ella. Aprovecho esos instantes, para quitarse la americana y
dejarla en el apoya manos de la escalera y cerró los ojos,
anticipándose a como Anna la estaría esperando.
Y
consiguió lo inevitable, una punzada de deseo más acuciante. Fuese
como fuera que la esperaba, quería verlo ya. No presto atención a
la suave música o a las diferentes sombras que dibujaban las velas,
tampoco a como olía la habitación, sus ojos y toda ella, al abrir
la puerta, no pudieron mas que engancharse y enredarse, con los ojos
negros como los de una gata de Anna.
An:
Has tardado y mira lo que has conseguido.
Tumbada
en la cama, con solo un babydoll de seda y encaje, negro como lo son
sus ojos y culotte de igual encaje y color unido a un liguero, Anna
no solo le mostraba el cuerpo de vértigo que poseía sino una de sus
manos, sujetada al cabezal de la cama.
M:
Jo…der
An:
Si- movió sus piernas de un lado a otro, sin separarlas, guardando
así su sexo, el que pronto Maca busco con la mirada y el que ya
humedecido, la esperaba- no podía retener mis ganas y solo se me
ocurrió, atarme. ¿No te doy pena? ¿Os es que preferías que me
tocase sola?
M:
Jo…no, eso sabes que no puedes.
An:
Por eso me ate, pero me falta una mano, ¿uhm?- la mano que libre y
con toda la intención comenzaba a pasearse por su cuerpo- ¿Me toco
o me atas? Esta noche tú mandas.
Tú
mandas y mandó. Macarena se mando así misma, desnudarse todo lo
rápido que sus manos y algún tropezón, le permitieron, mientras
Anna seguía tentando a su deseo con un excitante juego de piernas y
caricias a una mano. Caricias que delineaban su pecho para bajar y
bajar.
A
un centímetro de su pelvis, su mano fue detenida y lo vio, vio en
los ojos de Macarena el estado que quería, sus palabras no fueron
más que una confirmación.
M:
Mi puta diosa.
An:
Esa misma, haz conmigo lo que quieras, no te guardes nada cariño.
Y
nada se guardó. Amor y sus a veces, excitantes compañías.
wauuuu magnifico gemo
ResponderEliminarNo hay un sólo día que yo no entro en este blog para leer las novedades...noticias... difícil postear... mi tiempo va a lo loco...Pero, siempre dejo mi "guay",....
ResponderEliminarParafraseando nuestra amiga compañera de lecturas.....GRACIAS ARTISTAZAAAAAAA....
Beijos.....mi gemo.
Trocito sin sobresaltos y lleno de deseo y pasion..y mira que me gusta a mi eso...Deseo y Pasion..casi lo que mueve los hilos de muchas cosas...
ResponderEliminarY a que pareja elegir...yo..naturalmente a la ''mia''y aunque tengo que reconocer que nunca ''vi'' a Estefania para la gran Martha...casi me he conformado a base de ''chiquilladas'' de Estifi...Y aun sigo viendo a Martha mucha ''mujer'' para la cria esta pero..confesare que no esta mal.jajaja..
Y Anna...Anna es..LA MUJER...con mayusculas..Seductora...sexy...
provocadora..con una clase impresionante y...Enamorada...
¿Se puede pedir mas ?...
De Macarena solo dire...Entregada a su mujer en cuerpo y alma...
Me gusto muchisimo este trocito Gemo..a sido casi relajante que todo fuera tan bien niña...Ainsssssss...
Esperando el proximo niña....Divina-Wilson....
unica....gemo, eres....unica....!!!!!!
ResponderEliminarufff.......................................... jaja aparte de eso sin palabras
ResponderEliminarShani_de_Israel
Supongo, que en el fondo sabrás, lo mucho que has evolucionado con esta historia. Simplemente, genial. Besos, Jayssel
ResponderEliminarMe ha encantado este trozo! Genial la evolución de la historia y de nuestras protaginistas. Mas pasteleo gemo, porfi...jejeje
ResponderEliminarGracias!
L.a.c.e.r
.....Me encuentro con que antes no pude entrar Escritora y ahora..ahora veo esa F de ese fin ...esperado pero nunca deseado... de otra gran Historia tuya...antes de leerlo...quise hacer esto y decirte...
ResponderEliminarGRACIAS...........