lunes, 7 de octubre de 2013

Wilson S.L. 115


Sonriendo victoriosa, se subió al coche que como siempre, Pepe conducía. Paradojas de la vida, esa noche tanto ella como Maca, habían sido consejeras de eso que llaman amor.

Sonrisa al pensarlo sarcástica, dos mujeres que tan poco hicieron por ese sentimiento, que prefirieron durante demasiado tiempo, naufragar entre otros sentimientos mucho mas bajos e indignantes, y en estos momentos y en esta situación, se permiten aconsejar a otras.

Cuando el coche enfilo el camino arenoso y polvoriento, que llevaba a la supuesta ganadería de su hija, le fue imposible no recordar otros tiempos, donde eran eso, dos mujeres envenenadas por celos y traiciones, que escondían aquello, que hoy les hace dejarlo todo y correr en busca de quien necesita ayuda, para reafirmarse en lo que sienten.

Pe: El coche de la señora viene detrás- le avisó Pepe y éste negó con la cabeza no entendiendo la carcajada que sus palabras provocaron en Anna.

An: Reduce la velocidad, Pepe- solicitó y cerró los ojos, retornando a un pasado al que no pensaba retornar.

M: Buenas noches, cariño- pronunció el cariño, despacito, queriendo que en vez de un apelativo cariñoso sea un dardo que impactase de lleno, contra quien, en el otro coche sonríe serena mirándola. Ella misma, hace no demasiado tiempo.

Recuerdo que le hace sonreír avergonzada, su contestación fue tan envenenada, como el saludo que había recibido.

An: Buenas noches, mi vida

M: ¿Puedo saber donde vas?

An: No y lo siento, me interesa muy poco donde vayas tu.

M: Ts- chasqueó guiñándole un ojo- quizás debería interesarte.

An: Hazme un favor, ve a tomarte unas copas antes de regresar a casa, sobria pierdes todo el encanto.

M: Genial, eso haré y ya sabes, como me gusta que me esperes.

An Jajaja, querida apestando a puta barata, lo dudo, dudo mucho que te espere tal cual pides.

Veneno y dolor mezclado. Su risa era tan falsa, tan superficial y sobre todo, tan fingida. Que diferente, a las sensaciones que ahora en ese coche y sabiéndose seguida por Maca, sentía. El veneno ahora era deseo, deseo de ser su mujer al completo. Señora, esposa y…Y el dolor, se había transformado en la alegría de continuar teniéndola en su vida, de haber conseguido formar una familia y de querer seguir teniéndola una vida entera.

Pe: La señora nos hace luces- nuevamente Pepe, la sacaba de sus ensoñaciones y ahora no había carcajada, había una sonrisa amplia y un destello de deseo en sus ojos.

Anna lo quiere todo y esta noche es ideal, para tenerlo.

An: Deja que nos coja.

Fue decirlo y en pocos metros, ambos coches quedaban en paralelo. A la misma vez que Maca bajo la ventanilla del coche y casi a la misma vez se saludaron.

M: Buenas noches, cariño. Te hacia en casa esperándome.

An: Buenas noches, vida. Dame cinco minutos de ventaja y te esperare como tanto te gusta.

No fue tanto lo que dijo, fue mas como Maca se sintió mirada. En la tarde se despidió primero de la esposa y madre, después de la mujer y ahora, en ese instante, en esa negra mirada, se encontraba con la que siempre será, su puta diosa.

Encuentros en la noche, de dos que no supieron y que ahora saben, y de otras dos, a las que parece, los obstáculos no hacen más que aumentarles.

No bastaba la diferencia de edad, no bastaba con la distinta clase social de donde provenían, tampoco con las diferencias pasadas, sino que además debían enfrentarse a muertos que reviven con equipaje.

Daniel había regresado a su vida, evidenciando en Martha, aquello que siempre había significado una barrera no visible entre Estefa y ella, la inseguridad. La inseguridad que produce amar a alguien y sentirse muy pequeñita ante ella. Por tu pasado, por lo que fuiste obligada a ser, quizás por la ausencia de ingenuidad o por las nubes que inevitables por días o momentos, te ensombrecen. Porque puedes haber rehecho tu vida y querer hacer lo que Anna te ha dicho, reírte en la cara de la vida, pero para ello debes entregarte a quien seguro te espera en una cama y esa mujer, es a la que quieres y cuando quieres, deseas lo mejor para ella y ahí radica, toda su inseguridad, ¿es ella lo mejor para Estefa?

A cada paso dado por el jardín de la vieja casona, la respuesta a esa pregunta, se vuelve más negativa y pesimista. No es una barrera entre Estefa y ella, es una barrera propia y ha llegado el momento, de vencerla o reforzarla. Entregarse con miedos y temores, o marcharse y dejarla retomar su vida.

Cada paso un anhelo y un suspiro, que la hacen buscar su ventana como otras veces, apoyarse en la pared, prender un cigarro y soltar el humo, mirando el negro cielo. Si la vence, será para reírse y no dar un solo paso más hacia atrás. Dándose como ha sido y es, con lagunas dolorosas que estarán ahí puede que toda la vida. ¿Si o no? La respuesta esta en la imagen que le ofrece el cristal de la ventana. Estefa abrazada a su almohada, mirando como ella, el reflejo de un cristal.

El cigarro continúa prendido y mirando reflejos, Martha lo fuma. Mientras Anna llega a casa, revisa que los niños duermen tranquilos, cierra su puerta, activa el transmisor y lo deja en su habitación. Habitación que prepara a la misma velocidad que su excitación aumenta, pensando y recordando…

M: Eres mi mayor chute….mi puta diosa

Excitada recuerda sus firmes propósitos, una vez la lanzo a ese mundo de drogas, chutes y mujeres. Ahora, ahora ella quiere serlo todo, su chute y su puta. Y el deseo no puede disminuir solo aumentar, el destello de luz en su ventana, le hace saber que la señora llego. Velas encendidas, niños tranquilos, toca desvestirse y vestirse con una prenda, que la excita con solo ponérsela y lo hace mas, si piensa en como Maca, la mirara.




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Horrores, la cabeza le dolía horrores. Pero a Estefa le ocurría lo que a cualquiera que ama, es más doloroso el no saber, que un golpe en la cabeza que casi te hace perder la conciencia. Dolía mas, no haberla podido abrazar, que no la hubiese buscado y que su único consuelo, fuese Maca y dos copas.

Pero ese cabron que es el tiempo y que durante la tarde jugo con ella, acelerando y desacelerando, ahora le permitía de unos instantes, que bien podrían cambiar su vida.

Fue verla reflejada en el cristal de su ventana, como no fumando apoyada en la pared, y dejo de existir el dolor de su cabeza. De los otros dolores,  se ocuparían el tiempo y Martha.

No quiso hablar, se limito a mirarla. Sus cartas ya estaban desde hacia mucho boca arriba en la mesa. Le tocaba a Martha decidir. Sin presiones, ni reproches, que entrase en esa habitación, limpiando así todo lo sentido esa tarde, o que se marchase, dejándola como perro apaleado que se lame y lame, queriendo evitar la segura infección.

¿Y el tiempo? Ese dejo de existir para Estefa, cuando sus miradas tropezaron en el mismo cristal. Después de meses junto a Martha, la eterna mujer callada, había aprendido a leer en esos hermosos ojos que ahora la miraban, ¿con miedo?

Puede que si, a todo aquel que ama lo acompaña el miedo. Miedo a que le ocurra algo malo, miedo a no dar la talla, a no ser lo bastante buena, lo bastante guapa, segura, fuerte, sensible y resumiendo, ya lo canto Serrat; “Y las muchachas hacen bolillos buscando, ocultas tras los visillos, a ese hombre joven, que, noche a noche, forjaron en su mente: Fuerte pa,ser su señor, tierno para el amor”

Fuerte para ser su señora, tierna para el amor. Poco importaba cumplir los requisitos, ventajas del toque egoísta que también va unido al amor, si esa callada mujer apaga su cigarro y con esfuerzo, por su altura, se cuela en tu habitación, cortándote la respiración al iniciar su movimiento y desatando un deseo desde lo mas profundo de si- Deja la lucha y quédate conmigo-. Deseo que se repite por unos instantes, aquellos en los que Martha la mira de pie sin moverse. Pero entonces si se mueve y lo hace para desnudarse por completo y como lo han estado hasta ahora, en completo silencio.

Desnuda, de pie, con las manos en su cintura y medio temblando, es Martha quien rompe el silencio y lo hace, con la voz rota por la emoción, mostrando como Estefa, sus cartas en la mesa.

Mr: Esto es todo lo que soy y es lo único que puedo ofrecerte…aunque este mas que usado- se ofrece así Martha, a punto de derrumbarse, devastada por todo lo vivido en solo horas. Pero basta una mirada, una sonrisa y unas palabras, para que Martha se rearme y sus pies, avancen hacia la cama, en cuanto lee sus ojos, ve su sonrisa y escucha sus palabras.

Es: Eres mucho mas que un cuerpo bonito y conmigo no lo usas, ni lo uso…ahora ven y abrázame de una vez.

Abrazos que no detienen el tiempo, ¿y a quien le importa? Basta con apurar cada segundo, siendo completamente egoísta para dejarte el alma, besando cada milímetro de ese cuerpo usado. Y esto no es más, que el amor y sus compañías.

Miedos, egoísmos, temores, fantasías, sueños…y pasiones. De alta o baja cama. Cada amor es un mundo, con sus particulares habitantes y sus diferentes épocas.

El de Anna y Maca, está en una época diferente al de Martha y Estefa y sus habitantes son diferentes. Conseguido el equilibrio entre ellas después de años de lucha y tensión, la señora entra en su casa, de un modo completamente diferente a como lo hacia en esos años.

No viene apestando a puta para provocar a Anna, no se tambalea por la ingesta de alcohol y si reconoce esa casa, como su hogar. Tampoco tropieza, con un padre hiriente, ni con un hermano tocapelotas y envidioso, sino con juguetes de sus hijos, a los primeros que ve, besa y aropa. Y Anna, Anna no esta confabulando ni provocando sus más bajos celos, ahora solo la espera.

Hay noches que la espera entretenida con alguno de sus hobbys, ahora pintar, ahora escribir o ahora diseñar. Otras con una copa de vino y otras simplemente dormida. Y hay otras como la presente, en la que directamente la espera matándola de deseo. Porque en noches como la de hoy, no solo la espera Anna sino que lo hace, su infinita puta diosa.

Lo supo, nada mas cerrar la puerta de la habitación de sus hijos. Debajo de la suya, la luz se mostraba intermitente. Velas prendidas y Anna solo prende velas, cuando quiere que ella arda, como lo hace el cordón de esas velas.

Espero abrir la puerta, disfrutando de las sensaciones que comenzaban a llenarla. El deseo por la mujer que hay tras esa puerta y sus eternas ganas de ella. Aprovecho esos instantes, para quitarse la americana y dejarla en el apoya manos de la escalera y cerró los ojos, anticipándose a como Anna la estaría esperando.

Y consiguió lo inevitable, una punzada de deseo más acuciante. Fuese como fuera que la esperaba, quería verlo ya. No presto atención a la suave música o a las diferentes sombras que dibujaban las velas, tampoco a como olía la habitación, sus ojos y toda ella, al abrir la puerta, no pudieron mas que engancharse y enredarse, con los ojos negros como los de una gata de Anna.

An: Has tardado y mira lo que has conseguido.

Tumbada en la cama, con solo un babydoll de seda y encaje, negro como lo son sus ojos y culotte de igual encaje y color unido a un liguero, Anna no solo le mostraba el cuerpo de vértigo que poseía sino una de sus manos, sujetada al cabezal de la cama.

M: Jo…der

An: Si- movió sus piernas de un lado a otro, sin separarlas, guardando así su sexo, el que pronto Maca busco con la mirada y el que ya humedecido, la esperaba- no podía retener mis ganas y solo se me ocurrió, atarme. ¿No te doy pena? ¿Os es que preferías que me tocase sola?

M: Jo…no, eso sabes que no puedes.

An: Por eso me ate, pero me falta una mano, ¿uhm?- la mano que libre y con toda la intención comenzaba a pasearse por su cuerpo- ¿Me toco o me atas? Esta noche tú mandas.

Tú mandas y mandó. Macarena se mando así misma, desnudarse todo lo rápido que sus manos y algún tropezón, le permitieron, mientras Anna seguía tentando a su deseo con un excitante juego de piernas y caricias a una mano. Caricias que delineaban su pecho para bajar y bajar.

A un centímetro de su pelvis, su mano fue detenida y lo vio, vio en los ojos de Macarena el estado que quería, sus palabras no fueron más que una confirmación.

M: Mi puta diosa.

An: Esa misma, haz conmigo lo que quieras, no te guardes nada cariño.

Y nada se guardó. Amor y sus a veces, excitantes compañías.
 
 
 
 

8 comentarios:

  1. No hay un sólo día que yo no entro en este blog para leer las novedades...noticias... difícil postear... mi tiempo va a lo loco...Pero, siempre dejo mi "guay",....
    Parafraseando nuestra amiga compañera de lecturas.....GRACIAS ARTISTAZAAAAAAA....
    Beijos.....mi gemo.

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  2. Trocito sin sobresaltos y lleno de deseo y pasion..y mira que me gusta a mi eso...Deseo y Pasion..casi lo que mueve los hilos de muchas cosas...

    Y a que pareja elegir...yo..naturalmente a la ''mia''y aunque tengo que reconocer que nunca ''vi'' a Estefania para la gran Martha...casi me he conformado a base de ''chiquilladas'' de Estifi...Y aun sigo viendo a Martha mucha ''mujer'' para la cria esta pero..confesare que no esta mal.jajaja..

    Y Anna...Anna es..LA MUJER...con mayusculas..Seductora...sexy...
    provocadora..con una clase impresionante y...Enamorada...
    ¿Se puede pedir mas ?...

    De Macarena solo dire...Entregada a su mujer en cuerpo y alma...

    Me gusto muchisimo este trocito Gemo..a sido casi relajante que todo fuera tan bien niña...Ainsssssss...

    Esperando el proximo niña....Divina-Wilson....

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  3. unica....gemo, eres....unica....!!!!!!

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  4. ufff.......................................... jaja aparte de eso sin palabras

    Shani_de_Israel

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  5. Supongo, que en el fondo sabrás, lo mucho que has evolucionado con esta historia. Simplemente, genial. Besos, Jayssel

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  6. Me ha encantado este trozo! Genial la evolución de la historia y de nuestras protaginistas. Mas pasteleo gemo, porfi...jejeje
    Gracias!
    L.a.c.e.r

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  7. .....Me encuentro con que antes no pude entrar Escritora y ahora..ahora veo esa F de ese fin ...esperado pero nunca deseado... de otra gran Historia tuya...antes de leerlo...quise hacer esto y decirte...

    GRACIAS...........

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