Desvíos "Escondidas" 6

Los amigos de Sara y Fernando habían comenzado a llegar, pero Pedro no mejoraba. Inexpertas ambas, Eri y Raquel, pensaron en todas las posibilidades y al final, optaron por lo más razonable para ellas. Si Natalia estaba de turno de oficio, mejor llamar a Jessica, su pareja y pediatra del niño.

- Jopes, ¿se chivara?- preguntó Eri, dudando en el último momento.

- ¿Y que haces? ¿Ahora no le abres la puerta?- Raquel contestó en pregunta. Ambas estaban en la puerta de la casa y Jessica aparcaba en ese momento.

- Soy la poli, puedo hacerlo. ¡No ves!

- Jajaja, porque te he echado mucho de menos, sino- rodó los ojos Raquel y se dejo besar por una Eri con cara de soy lo más y se, que ninguna de las dos nos lo creemos.

Jessica acercándose a la puerta las vio besarse y contemplarlas para ella fue un bálsamo. Era la primera vez que acudía a esa casa y era la primera vez, que ocultaba algo así a Nat.

- Ay, Jess...por fin llegas- acudió rápido Eri a saludarla y ahora Raquel no rodó los ojos, directamente los puso en blanco- Estamos atacaillas.

- Jajaja- río Jessica dejándose besar. Con Eri la vergüenza o timidez, no servían de nada- No estéis preocupadas, según me habías dicho, será una simple varicela.

- Vari- murmuró Eri quedándose atrás. Lo que fuese que había dicho Jess, sonaba a virus y si sonaba a virus, su lado policiaco servicio al ciudadano se activaba.

- Te acompaño a su habitación, por fin se quedó dormido- le explicó Raquel a Jessica, entrando en la casa. Aunque de reojo, no pudo evitar mirar la quietud de Erika.

- Jopes, eso es un virus, si es un virus es cuarentena y tenemos el sótano lleno de niñatos- concluyo para si la anti-disturbios por suerte sin aspiraciones médicas- ¿Sello puertas y ventanas?- preguntó echando a correr para la casa. Pero el stop realizado por la mano de su chica la hizo detenerse- Bien- afirmó repetidamente con la cabeza- primero hay que tranquilizarnos, es básico. La casa está llena de adolescente sobre-hormonados, actuaremos con aparente calma. Suele funcionar en situaciones como la presente. Soy Oficial del Cuerpo Nacional Policía y estoy al mando, pueden estar tranquilas- concluyo adquiriendo una postura totalmente poli dura y malota, y tanto se lo creyó, que llegó a verse en final de peli, con la protagonista buenorra besándola.

A esas alturas de su intervención, Raquel le había murmurado a Jessica- Ay, se ve tan mona creyéndose al mando- que hizo reír a ésta. Aunque, río más cuando Raquel se acerco a la poli dura.

- Cariño, la varicela no es el cólera. Puedes rebajar el protocolo de emergencia y centrate mejor en controlar a los de abajo.

- Eso está hecho muñeca- contestó la poli dura al más puro estilo Clint Eastwood y cuando esto pasa entre estas dos.

- Dios Eri, que llevas mucho sin hacerme de Harry la sucia- Raquel responde encendiéndose y olvidando que Jessica, continúa cerca de ellas esperando para ver a Pedro y su varicela.

- Ejem- carraspeó Jessica, sin saber muy bien a donde mirar. Las manos de Harry estaban en las posaderas de la protagonista y esta última, no parecía muy dispuesta a abandonar la película. Aunque y a su pesar, Raquel dejo de besar a Harry.

- No ves, me paso el día currandome la calle para que el ciudadano duerma tranquilo, llego a casa y cuido de mis tres hijos y le doy lo suyo a mi mujer, creo que merezco un tiempo para mi. Yo también necesito espacio...jejeje siempre he querido decir algo así. ¿Sonó creíble?

Reír, alucinar, llorar, abrir la boca, esta y otras varias opciones tuvieron Raquel y Jessica, ante la parrafada flipada de Eri, pero finalmente optaron por ir a ver a Pedro.

- Jejeje, sonrisa más bonita tiene, no ves. ¿Y ahora que hago yo?

La respuesta a su pregunta se la había dado la misma Raquel, pero Eri es de fácil olvidar y de mucha sed. Siendo la hora que era, optó por cerrar la puerta y colarse en la cocina de la Presidenta.

Estaba cogiendo un botellín de cerveza de la nevera, cuando sintió como todo su cuerpo se erizaba. Las orejas en alerta, crujían los dedos de sus manos, pun pun nervioso, atrás de ella unos pasos y su lado poli anti disturbios se activaba. Uno de los menores había cruzado el cordón policial situado en el sótano de la vivienda. Código Penal, Ley Enjuiciamiento criminal, Leyes orgánicas de seguridad ciudadana y hasta la Constitución, circulaban por su cabeza, hasta que se giró cara a cara, con el delincuente. Menor, diecisiete años, nene de papa con apariencia heavy y muchos granos destrozando sus tiernas facciones.

- Eri- dijo el chaval al verla totalmente quieta- he subido sólo porque...bueno abajo

- ¿Que dije de subir a esta planta?

- Que no lo hiciéramos, pero es- hizo una pausa el joven, al ver cómo Eri avanzaba hacia el y con un gesto le sugería que la acompañase. Sin decir más lo hizo, hasta que ambos llegaron a las escaleras que daban al sótano.

- ¿Que se lee ahí?- señaló Eri hacia el suelo, donde nada se podía leer.

- Eh...pues...pues- dudo el chaval, sudando tinta china. No era la primera vez que veía a la pelirroja, pero nunca antes, la había visto tan sería.

- Dime, ¿que lees ahí?

- No...no, que no llevo las gafas no puedo leer- improviso el chaval acorralado y abrió los ojos sorprendido, cuando Eri tiro su placa policial al suelo- Que de ahí, no se puede pasar- dijo de carrerilla captando el mensaje.

- ¿Ves como si lees?

- Joder Eri. Me hacía pis y abajo estaba ocupado.

- Pero...¿y te atreves hacer pis en el baño de la Presidenta?

- Bueno, mi padre es Consejero de Repsol

- Consejero de..eh..

- Y mi madre accionista de

- Sush...ya está, si sólo ha sido una confusión momentánea debido a una necesidad corpórea. Aquí no ha pasado nadita.

Mientras Eri solventaba la metida de pata con el chaval, Jessica confirmaba que Pedro, tenía varicela y un nuevo dilema se abría para Raquel; avisar o no, a Maca y Esther.

- Es un estrés esto de ser madre. Y es que, te lo digo en confianza y espero no lo tomes a mal, pero Nat esta un poco por culera últimamente- dijo Raquel, sentada en la cama junto a Jessica. Era sabido por todos los cercanos a Maca, que Natalia en lo últimos tiempos, se mostraba mucho más tensa y se ajustaba al régimen de custodia de Pedro, como nunca antes.

- Es...es mi culpa- confesó Jessica entendiéndola- quiero ser madre y ella...ella creo que de repente esta reviviendo todo lo ocurrido con Maca y Pedro. A veces parece convencida de que se repetirá conmigo lo vivido con ella.

- Uff...así, se entienden muchas cosas.

- Sera mejor que le cuente que Pedro tiene varicela, sino Maca podría tener un problema.

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Y mientras ellas deciden que hacer, Esther tras un baño reparador, sale de nuevo al salón donde la Inspectora la espera para cenar.

- Joder- exclama la Inspectora gratamente sorprendida al verla salir. La Presidenta se transformo en la increíble mujer de piernas kilométricas.

- Si, un buen baño tiene la capacidad de regenerarme...¿Uhm?