lunes, 8 de julio de 2013

Wilson S.L 80


Curioso ruido el que la cebolla y zanahoria, salteándose al fuego. Macarena los contemplaba dorarse, en apariencia totalmente abstraída. En verdad, tratando de remontarse a un tiempo en el que, una noche parecida a la de hoy, estuviese en una cocina junto a Anna. Sin tensión, sin malas palabras y en una emocionante armonía.

Emocionante, cerrar los ojos en el instante que Anna, pasa por delante en busca de un simple bol, y puede apreciar su aroma, reteniendo el murmuro que quiere escapar de su garganta- Anna- Emocionante, cuando a su espalda Anna abre un armario y ambas espaldas se chocan, nuevo murmuro callado- Anna- Emocionante, cuando la escucha hablar con Adriana, su voz aderezando un conjunto, la verdura salteando, el ruido de menesteres de la cocina, la niña y Anna, emocionante sonido a hogar y nuevo murmuro callado- Anna.

Su silencio es evidente, y debe abandonarlo o tarde o temprano, Anna terminara por molestarse.

M: Me gusta el rock- es lo primero que se le ocurre y que Anna, pare de cortar mas verdura, le hace sonreír. Anna, no esperaba tal salida.

An: ¿Como?

M: Me he dado cuenta que, me la pase entre caballos, fincas, tratos y acuerdos, pero no escuche música. Si miro hacia atrás, las canciones que recuerdo como importantes son porque o bien eran las que mi madre escuchaba o son las que tu escuchabas.- fácil brotan sus palabras, tanto que hasta ella misma se sorprende. Por suerte, Anna continua a su espalda y sin la presión de su mirada, seguro sorprendida, sonríe pensando en Martha y su consejo mas repetido, habla y no detengas nada que quieras decir, eso te hará libre.

An: ¿Yo?

M: Si- responde dejando de mirar el salteado para perder la mirada, buscando un momento exacto- verano del dos mil dos, que la detengan jajaja- ríe sin llegar atreverse a cantarla y siente como Anna, se gira hacia ella, es hora de darle frente, aunque cueste- Jaja, la recuerdo perfectamente.

An: Imposible que yo la escuchara- eleva una décima de segundo los ojos y no puede evitar, lo que quería, que ambas por otras décimas, se miren- aunque era pegadiza- y huye, volviéndose de espaldas. De cara a la ensalada a medio preparar, aprovecha para suspirar sin ser oída y cierra los ojos cuando Maca prosigue.

M: La llevabas en tu coche. Debiste reparar ese coche, me hubiese gustado tenerlo ahora.

Nuevo suspiro de Anna, a estas alturas de la conversación, cree no poder sorprenderse mas, pero se equivoca, porque Maca continua.

M: Es irónico, he dejado la coca, el alcohol y el sexo, y justo ahora, llega a mi vida el rock and roll. Es como un hilo que mantiene la tensión.

Lo dicho por Maca ocasiona que Anna se gire hacia ella, intrigada. Sabe, porque al fin y al cabo, en ese pueblo todo se acaba sabiendo, que Francisco está más cabron que de costumbre, sabe de los esfuerzos económicos realizados por Maca, para que su gente tenga un tiempo de sustento hasta que se ubiquen en nuevos puestos de trabajo y sabe, del enorme esfuerzo personal que está haciendo para superar ciertas adicciones.

Todo esto, unido a ese hilo que mantenga la tensión, le hacen dudar si involucrarse en la conversación o simplemente dejar que Maca hable hasta donde quiera.

El dilema para Anna se resuelve pronto, su hija llegando a la cocina con una capa roja, saltando y llamando la atención de Macarena, se lo pone fácil. Se acabo el delicioso y breve  tiempo en que ha disfrutado de una Maca natural que le hablaba con total confianza.

Ad: ¿Se lo has dicho ya?- pregunta a voz baja Adri a su mami y esta niega con la cabeza- Fooh, ¡que es mañana!

An: Yo creo que podemos empezar a cenar, mientras esto se termina.

Ad: Espera mamá, quiero hacerle el salto de Superman

M: Jajaja, ¿que saltó es ese?

An: Adriana

Ad: Fooh

M: Después de cenar, ¿vale?

La propuesta no convence a Adriana, quien especialmente inquieta esa noche, se marcha al salón. No en vano, es la primera noche después de mucho, que las tres cenan juntas.

M: ¿Ha tenido más pesadillas?- pregunta Maca en cuanto la niña sale y por dentro los nervios, amenazan con traicionarla. Muere por poder mantenerle la mirada, pero parece imposible, cuando no es ella quien la esquiva, es Anna quien lo hace. Pero ahora habla de la niña y le da la fuerza suficiente para mantenérsela y provocar que sea Anna quien la retire.

An: Con menos frecuencia, lo único es- hace una pausa y encuentra en una gotita en el borde del plato que acaba de preparar la excusa perfecta, para no mirar a los marrones ojos de Maca- de vez en cuando en sus juegos, ya has visto que está obsesionada con Superman, suelta cositas.

M: ¿Cómo cositas?- pregunta y se aguanta las ganas de sonreír, Anna insiste en limpiar el borde del plato. ¿Esta como ella? ¿Sus ojos también la ponen nerviosa?

An: No lo se, es- se interrumpe cuando Maca le retira el plato y se queda sin excusas. Toca mirarse y aguantar las mil sensaciones que los ojos  y la forma de mirarla de Maca provocan en ella- Maca- suspira y pierde el hilo, definitivamente, no es fácil mirarse como si nada.

M: Anna

Ad: Mami, soy Superman y te protegeré, eso es así.

An: Este tipo de cosas.

La niña y su nueva interrupción, detienen el momento. El Maca y Anna, como suspiro entre dos personas incapaces de mirarse a los ojos, porque se prometieron distancia, iniciar nuevos caminos personales, pero que, después de meses, continúan sintiendo un hilo atado a ellas como extremos, hilo que se destensa y tensa por igual e hilo que continúa manteniéndolas unidas.

A Anna la interrupción le viene de maravillas, es mucho lo que la echa de menos. A pesar de ser consciente, que jamás mantuvieron la relación normal entre dos personas. ¿Cómo puedes echar de menos a alguien a quien por días no veías o lo hacías apenas horas?

A Maca en cierta forma la interrupción le molesta. No por la niña, pero si por la oportunidad pérdida de hablar con Anna a solas. Sin mediadores, sin terceras personas y sin nadie más que ellas, y la familia que ahora sí están formando.

Tras la interrupción, por fin cenan con las mil y una ocurrencia de Adriana. Mami esta en casa con ellas y la niña, sin ser consciente, provoca numerosas situaciones entre ambas. Imposible no mirarse y sonreír cuando Adri habla sobre su hermanito, imposible no volver hacerlo cuando cuenta sus anécdotas colegiales e imposible no hacerlo, cuando comenta los libros leídos, las buenas notas escolares y la cantidad de amiguitos que acumula. Al fin y al cabo, ambas son las madres de esa niña.

Hasta que Adriana recuerda el cumpleaños del día siguiente y viva como es, lleva la conversación a su terreno.

Ad: Podrías recogerme en el cumple mañana.

M: Eh- es lo único que puede decir, las cómicas muecas que pone Adriana le provocan reír y así es difícil, ayudarla con el tema vestido.

An: Esta por ver si vas.

Ad: ¿Que? Sabes que llevo esperando días por este cumple.

An: Haberlo pensado antes.

Ad: No es justo, que lo sepas.

M: Adri

Ad: Adri no, es el cumple de Consu.

M: Yo- dice Maca y provoca que ambas la miren a ella. Curiosa sensación que siente al verlas con la atención puesta en ella. Ella es el centro de ambas, el hilo conductor entre madre e hija, y eso le hace sonreír por dentro. Es una parte, de ser familia- ¿Es por el vestido?- termina por preguntarle a Anna y esta suspira, dejando el postre- podemos negociar, si Adri no quiere llevar vestido

An: Lo rompe- interrumpe a Maca y por cómo esta se sorprende, sabe que Adriana no le ha contado todo

M: ¿Cómo que lo rompe?

Ad: Fooh- pillada in fraganti, agacha la cabeza, parece que no sólo Anna se va a enfadar con ella.

An: Adriana, deja tu plato en la cocina y vete a tu habitación.

Ad: Mamá

M: A ver

An: A ver nada. No sólo rompe el vestido sino que además, no te cuenta la verdad.

El tono autoritario de Anna y la cabeza cada vez más gacha de Adriana, ocasionan que Maca tome el mando de la situación. Y lo hace encantada, al poder disfrutar de un ratito en verdadera familia.

M: ¿Rompiste el vestido?- pregunta a Adriana y la niña afirma con la cabeza sin levantar la mirada del plato- ¿Qué costó el vestido?- pregunta ahora a Anna y la elevación de cejas de esta le provoca una sonrisa, que está vez brota libre.

An: Que se yo, me gustó mucho y, pues.... más de ciento cincuenta euros seguro- informa Anna recogiendo su plato y marchándose a la cocina.

Ad: Fooh- protesta Adri, sin entender como un vestido que no quiere cuesta tanto.

M: Tú eliges Adri, te quedas sin regalo de fin de curso o arreglas el vestido.

Ad: Yo no se coser, fooh

M: ¿Quieres cumple?

Ad: Si, ¿me ayudas?

M: Yo no se coser tampoco

Ad: ¿Y que hacemos? Esta enfadada, ¿no lo viste?

M: Jajaja no tengas tanto morro

Ad: Ahora seguro se va a su balcón, ella es así.

M: Jajaja Adrianaaaa

Ad: Jejejeje haz algo Mami, que es cabezota.

M: Antes, tú y yo, vamos hablar de lo mal que esta romper un vestido

Ad: Más feo que es....fooh, de princesita, que yo no soy eso....Díselo tu mami, Díselo. Es ella, la princesita de nuestra casa, no yo. Eso es así.
 
 
 
 
 
 



6 comentarios:

  1. quiero más, más de TODO lo GEMOlar, joder...ese cable que estiran y encogen anna maca maca anna....DIOSDEMIVIDAAAAAAAAAA

    DIA Y NOCHE te obligaría....sin levantar cabeza..

    gracias ARTISSTAZA es UN MUNDO leerte

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  2. Que pasa con las chicas?,tienen que hablar,Anna anda muy esquiva,no va pasar toda la vida escondiéndose de Maca,esperemos que no.
    Y otra cosa,esta si es tremenda,no?
    Quiero interacción entre Maca y Anna,cuando hablo de interacción, quiero decir,que hablen,que saquen todo lo que tienen guardado,y otras cosas mas claro esta.
    Saludos

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  3. Me encanta Gemo!!!!Con este fic te estás superando y con creces!! Es el más adictivo de los que he podido leer tuyos...Así que esperando ansiosa otro capítulo y ver cómo se van sucediendo las cosas entre ellas.
    Gracias!!
    L.a.c.e.r

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  4. .... ESE HILO QUE TEJIÓ SU ''SUS VIDAS''...BORDANDO CON BESOS Y PASIÓN AL IGUAL QUE ESE ODIO QUE EN REALIDAD NUNCA SE LO FUE .....ESE EL MISMO HILO QUE HIZO QUE NO SE PERDIERAN ...ES FUERTE Y NO QUISIERON CORTARLO TAMPOCO...POR ESO ESA OPORTUNIDAD LES LLEGARAN...

    GRACIAS

    CELESTE-NEGRO

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  5. Si ambos quieren, y el amor sigue ahí, nada más justo que empezar de cero.

    Un abrazo

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  6. La verdad que no entiendo a Anna,cuando Maca se decide hablar se pone esquiva y no quiere escucharla,bueno tal vez no es el momento y yo no me doy cuenta ,ja,ja.
    Gracias por esta linda historia
    Saja

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