jueves, 6 de junio de 2013

Mi cincuenta claúsulas 10





Las ordenes de Nico, implicaban bajarse los pantalones o subirse la falda, según el caso. Cuando la cúpula de la revista intervenía, no había excusas, por muy flamencas que fuesen. Con el taxi fuera esperándola, su cabeza dejo de adivinar quien demonios podía ser Julia Arango y cubriéndose con una corta cazadora de cuero y cambiándose los zapatos por unos botines altos, se dedicó a pensar, en todo lo necesario, para montar una sesión en un tiempo tan récord.

Solo dejo de hacerlo, cuando al subirse al taxi, el conductor del mismo, la miro de arriba a abajo sin disimulo alguno. Los pantalones, como el de todo bailaor, se ajustan a sus piernas como una segunda piel y la camiseta de tirantes, pese a la cazadora, muestran un sugerente escote. Todo ello acompañado, por un cabello recogido en un moño trasero estiradisimo y unos labios carmín. A su profesora, no le van las medias tintas, y cuando se baila, se baila como si fuese en la cueva mas importante de flamenco.

Pero Minerva, no está para molestarse con el taxista, su mente maquina sobre la nueva sesión y mediante su iPhone, interroga a Nico, tratando de adelantar ideas. Claro que, perder el tiempo tecleando por el whatsapp, no le parece que sea reducirlo, exactamente. Por eso finalmente la llama.
- Minerva, deberías estar ya aquí- es la contestación de Nico a punto de echar espuma por la boca- Julia Arango llego y tu no estas.
- Que se tome algo con la cúpula, ¿a mi que me dices? ¿yo la cite?- se indigna Minerva y el taxista aprovecha para volver a mirarla.
- Dios, que heavy, de esta me da un ataque.
- Dime algo de la sesión, que por lo menos pueda anticiparme, ¿o esta todo planeando y fotografiare sin mas?
- Nooo, la tipa debe conocer tu trayectoria, ha pedido que seas tu quien elija el como. Básicamente, es el típico reportaje mujer en tierra de hombres, ¿entiendes el concepto?
- Por favor, se han hecho mil.
- Pues será el mil uno.
- ¿Cómo es? No se, dime algo
- Pasa del metro setenta, cuerpo cuidadísimo, yo diría que esta en la treintona larga, seca, borde y sarcástica y...me gusta su estilo al vestir, ejecutiva pero con un toque
- ¿No has leído su biografía?- pregunta Minerva interrumpiendo a su editora, no creyéndose que en esas condiciones la revista haga un reportaje.
- No hay tiempo, estoy como loca con su vestuario. Maquillaje y peluquería lo trae ella, eso si lo ha exigido.
- Ya estamos exigiendo- protesta Minerva con ganas de lanzar el móvil a la cara del taxista para que deje de mirarle los pechos y de paso, finalizar la llamada tan surrealista que esta teniendo con Nico- Estoy llegando, ¿estudio cinco?
- Si, vamos ya
- Jajaja- cuelga Minerva y estalla en una carcajada histérica. No sabe nada de Julia Arango y lo único que su editora le dice, es una descripción de su físico y apenas unos retazos de su personalidad. Es de locos y madre mía, que a gusto estaba ella en las Bahamas siendo amenazada por mojarse los labios.

Pocos minutos mas tarde, Minerva se despide el taxista mirón y abre los ojos asustada, al ver llegar a las prisas hasta ella a Nico y algún compañero mas. Se masca la tensión en ese estudio y ella es la que debe poner toda la carne en el asador.

Nico es transparente y acude hasta ella, en plena tensión y al borde de un ataque de nervios. Desde luego, la tal Julia debe ser un pez gordo, para movilizar todo en una sola hora.
- Esto es un locura, ahora dicen que subas a los despachos- la informa Nico, prácticamente hiperventilando y deja mas alucinada a Minerva- ¿Quieres espabilar?
- ¿Qué pinto yo en los despachos?- pregunta Minerva alzando la voz al mismo tono que Nico y ambas, niegan con la cabeza- Respiremos- alza las manos pidiendo tregua, una cosa es trabajar en máxima tensión y otra acabar gritando como histéricas.
- No hay tiempo- la apremia Nico, ante las medio risas del resto y la lleva el brazo ella misma- muy bonito look, con la cámara parecerás una japonesa de turismo, jajaja- ríe por no llorar, Minerva va a subir a ver a la Jefa de prensa, en no sabe que clase de atuendo.
De lo que se olvida Nico, es de que si a Minerva, tu le hablas de su forma de vestir, su cabello o de su imagen en general, vas a provocar que detenga sus pasos, saque su pequeño espejito de Channel, y revise su maquillaje y peinado.
- Cuadrados, los tienes cuadrados- maldice Nico, comprobando como Minerva, retoca que cada pelo siga perfectamente recogido y que su maquillaje no ha sufrido ninguna variación- Por el amor de dios- y vuelve a protestar, cuando Minerva, retoca su carmín y se besa ante el pequeño espejito.
- Jajaja, antes muerta que sencilla- vacila Minerva a Nico, guardando su coqueto espejo y el lápiz labial, con esmero. Para su neceser de maquillaje, nunca debe haber prisas ni descuidos. No en vano, cualquier despiste ocasionaría que el neceser de Louis Vuitton pudiera manchar su bolso de Stella Maccartney. Marcas que ella nunca nombra, no es una pija y solo aprecia la calidad de tales marcas. Aunque, esta es solo su versión oficial, que le acerca mas a la niña rebelde que pretende ser, que a la niña de papa que es.
Las protestas de Nico continúan a lo largo de los metros que ambas, ahora en soledad, recorren en busca de los despachos y las preguntas de Minerva, respecto a la misteriosa mujer, tampoco cesan en esos metros.
Una vez llegan al Edificio donde se ubican las oficinas y despachos, Minerva sonríe a Nico, tratando de reírse de la locura que están viviendo, pero solo consigue una nueva protesta de Nico, mientras esperan la llegada del ascensor. Dentro de él, a Minerva le es inevitable volver a mirarse en el espejo y gamberra, como es, no pierde la oportunidad de picar mas a Nico.
- Sexy, el mil un reportaje sobre mujer en tierra de hombres será sexy. Quiero que la tal Julia, vista de hombre y ya la estoy viendo- hace una pausa enfocando en su cabeza la imagen- un sofá, Julia tumbada en él y un portátil con ella. La diosa feminidad manejando el mundo. Estoy harta, de que las mujeres poderosas, sean vendidas como las hijas de Botin, feuchas y con pintas de empollona. Julia Arango, será la mujer del siglo veintiuno, mujer que sabe dirigir una empresa y que no deja de ser lo primero, mujer- monologuea con la vista perdida en el espejo del ascensor y prosigue sin ser consciente de más, que de su próxima creación- Feucha o guapa, pero que sabe usar su feminidad amenizándola con una inteligencia soberbia para aplacar a los corbatas amargados. Rendiros, la mujer hoy manda, os guste o no. ¿Qué tal?
Pregunta Minerva y deja de mirar el espejo, para mirar el rostro sonrojado de Nico. La misma que huye su mirada, deseando que la tierra la trague. El ascensor llego a la planta seleccionada y tres personas mas, además de ella, escucharon la parrafada de Minerva.
- Eh...- es lo único que puede murmurar Minerva, cuando sospecha que tras ella, alguien hay y que, lo que creía solo escuchaba Nico, lo escucho alguien mas.
- Ella es Minerva, nuestra chispeante fotógrafa- presenta la Jefa de Prensa, mientras Minerva se gira lentamente hacia las tres personas que la esperan.
- Minerva

Y un espectacular f 18, nombra a Minerva, en el justo instante en que ésta se gira y choca, contra el reactor de hermosos ojos verdes que la acaba de nombrar.

- ¿Julia?

- ¿Os conocéis?

3 comentarios:

  1. BUENO..EL QUE LA SIGUE LA MATA..Y EL JUEGUECITO DE JULIA ESTA CERCANDO A MINERVA Y YA LA TIENE DONDE QUERIA..APARTE DE ESTAR VOLVIENDOLA LOCA.
    JAJAJA..QUE BUEN PERSONAGE MINERVA...ENAMORA LA NIÑA....GRANDE TU GEMO
    DIVINA-WILSON

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  2. JEJEJJEJEJEJEJJEJEJJE toma YAAAAAAAA!!!!!!!
    subiendome por las paredes....


    GRACIAS ARTISSTAZAAAAAAAA

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  3. .....La Diosa feminidad manejando el mundo....Y ellas dos...a punto para quemarse...o lo que quieran..Y si ese juego...que empieza Julia pero que puede acabar Minerva...¿ porque no??

    GRACIAS..
    Celeste-Negro

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