Capítulo
2. Yo, la Cherif.
Poco
pudo hacer la Cherif con sus ropas sucias y anchas para las pocas
carnes que cinco días por el salvaje oeste le habían dejado.
Tampoco le ayudaba, mirarse en los polvorientos cristales de Casa
Moflis.
Prostíbulo,
posada y sitio preferido de reunión, de maleantes, forajidos,
ociosos, parados de larga duración y jugadores de cartas.
Lugar
donde ella, Cherif del condado no era muy bien recibida.
-
Jem, jem, jem- pensar en los hermanos Salmón y lo mucho que a estos
les gusta frecuentar Casa Moflis, le hace reír traviesa; cuanto les
joderá verla entrar sana y salva. Dispuesta a ello, abre sus
delgadas piernas y con una mano apoyada en su ancho cinturón, abre
ambas puertas con la mano libre- Auch- no calculando que las puertas
basculan y si no das dos pasos, se te cierran arreándote un golpe.
-
Ya estamos todos- se queja el pobre Sam, tabernero del lugar, de
enorme panza y sucios ropajes, con su inseparable bayeta anti polvo
colgada del hombro y IPad, tras la barra- Por favor, por favor, que
no me diga el chascarrillo de siempre- súplica a quien sea, que le
haga caso.
-
Tócamela otra vez, Sam...... jem jem jem- ríe la Cherif y la
penilla chiste que hace, le hacen partirse ella sola la caja,
entrando al salón.
Pero
entonces, siente como la adrenalina, se impulsa por su cuerpo y riega
su sangre. Espatarrándose otra vez, observa de reojo el gran salón,
con ambas manos apoyadas en sus pistolitas.
-
¡No ves! Si no hay nadie más que yo- rueda los ojos Sam y echa
cuentas de cuanto tiempo le queda para que la Jefa de Casa Moflis, le
de la jubilación o con suerte un buen "ere" remunerado.
Porque aguantar a la Cherif y su manía persecutoria no tiene precio.
-
Cuidaito conmigo, soy la Cherif del lugar.
-
Esa frase, ya fue trending topic hace un mes.
-
¿Eh? ¿Por que me hablas en extranjero?
-
Nada, ¿que le pongo Cherif?
-
A mi rubia jem jem jem
-
Venga si, y ahora sin soñar, ¿que le pongo?
-
Esta esto demasiado tranquilo, Sam- avanza igual de espatarrada hacia
la barra y la corriente moviendo un Store del Ikea le hace
desenfundar en dos segundos.
-
Lo que hay que aguantar con ella, no tiene nombre.
-
Ponme algo duro, Sam- volviendo a enfundar sus revólveres, llega a
la barra sin dejar de estar en alerta.
-
Algo duro- murmura Sam, rodando por enésima vez sus ojos y le
prepara su bebida dura preferida, un cola cao. Doble de cacao.
-
Quieto ahí, Sam. Vengo de cinco días currándome el desierto, mejor
échale sacarina, puede que el azúcar sea demasiado.
El
paciente Sam, termina de prepararle el colacao a la cherif y ambos se
quedan en silencio, al escuchar voces provenientes de la plaza.
-
Ejem- carraspea Sam, viendo como la cherif se centra en sorber los
grumos de cacao y pasa del alboroto que se escucha-ejem
-
¿Galletitas no tienes? Esto así en pelado, no se. Ponme otro doble-
pide pasando del bullicio cada vez más apremiante de la plaza y las
tripas le rugen de puro gusto, al divisar un nuevo cola cao, doble
cacao.
-
¿No cree que debería salir?
-
¿A que?
-
Pues...es la Cherif, debería
-
Lo soy y sabes que no paro. Todo el día que si duelos, que si
forajidos, que si paja pa Flacky. Que cansaita estoy, Sam.
La
cherif, da la misma explicación de siempre y continua con toda la
atención puesta en su colacao, hasta que la voz ronca y asfixiada,
de uno de sus ayudantes, le hace subir las orejas y reír de pleno
gusto, cuando tras la voz de - Cherif, se está liando parda aquí
fuera- un pequeño ser, negro, peludo y sin raza que se pueda
apreciar, restriega el hocico por sus gastadas botas.
-
Se sale mi Rantamplan
Y
mientras ella le da mimos al pequeño chucho sin raza ni chip que lo
identifique, que no habido un solo veterinario que lo haya querido
tocar, de lo feo y horroroso que es, fuera el duelo entre dos temidos
hombres, esta a punto de comenzar.
Por
eso Flacky, caballo astuto y galán, apura el roce con su morena
yegua de nombre Luna.
-
¿A que hueles morena?
-
A hembra, huelo a hembra.
Con
semejante confesión, Flacky traga el nudo de paja que se le había
quedado en mitad de su esófago y se olvida de su dueña y del duelo.
Pero
la Cherif, en esos momentos abre las puertas de Casa Moflis, y toda
la plaza guarda silencio al verla salir.
-
Jem, jem, jem....no me vayáis a dejar la plaza hecha un asco llena
de sangre, que luego tengo que llamar al Doc y al servicio de
limpieza Municipal, ¿entendéis lo que os quiero decir?
Jajaja...Que Manera mas buena de empezar la mañana niña..jajaja..Incalificable esta Sheriff
ResponderEliminarSolo decirte que la persona que tenia enfrente de mi desayunando me miraba como si estuviera loca
de las carcajadas que daba..jajajaja...
¡¡ Crak tu niña ¡¡ y grande de España..jajaja
DIVINA-WILSON
jejejjejejjejejejjejejjej y QUÉ TE DIGO???? JEJEJEJEJEJ si no puedo parar de reir EH????
ResponderEliminarARTISSTAZAAAAAAAAAAAA GRACIAS por momentos así vale y significa un mundo LEERTE
.....Ya te lo dije por el foro....y ahora te lo digo por aquí...¡¡¡¡ me encanta¡¡¡
ResponderEliminarY de acuerdo con Divina...jejeje no podía ser de otra forma..no? y tamb con Moran....es imposible dejar de reír ...imposible...
Celeste-Negro