Wilson S.L 61

Un encuentro fortuito por el centro urbano de compras, mantenía a ambas mirando un escaparate.

Martha, con la vista fija en unas mantas para viaje y Valeria, con la vista fija en Martha.

V: Observar el curso de un río, la superficie de un lago, las huellas del zorro en la nieve, escuchar el rumor de la lluvia, el susurro del viento, sentirnos dentro del bosque, seguir el flujo de las nubes a través del cielo o el de las olas emergiendo y retornando al mar, oler el aroma de las flores, oír la conversación de los pájaros, abrazar el tronco de un árbol, ascender con la imaginación por las altivas montañas, escuchar lo que dice el desierto, caminar descalzo sobre la hierba, descansar tumbado en un prado tras una caminata o simplemente “estar” en la naturaleza, son algunos ejemplos de la infinidad de situaciones que pueden ayudarnos a distender, no solo nuestros músculos, sino también nuestras defensas psicológicas, y a que, de alguna forma, “fluyamos” con ellos. Las personas nos complicamos la vida y nos gastamos mucho dinero en complejos métodos de relajación o meditación cuando la naturaleza nos lo pone tan fácil: eso sí, ésta exige respeto, conocimiento y atención; hay quien emplea el contacto con el medio natural para relajarse sin más pretensiones, y hay personas en las que la distensión, o incluso la acción, se transforman, de forma espontánea o buscada-encontrada intencionadamente, en vivencia meditativa e integrativa.

Mr: Sólo quiero una manta- asevera cuando Valeria hace una pausa en su larguísimo monólogo y lo hace mordiéndose los labios divertida.

V: Y yo que la aproveches para....jajajaja nada, que me pongo hablar de la naturaleza y me pierdo. Entonces, sólo quieres una manta

Mr: Ujum, un trocito de tela para tumbarme en tu naturaleza sin mancharme la ropa.

V: Poca meditación veo yo ahí

Mr: Jajaja

V: ¿Y vas a necesitar la manta individual o?

Mr: O....eso es darte demasiada información- concluye dándole un pequeño toque con el hombro y comienza a caminar tranquila.

V: Cerrada eres- la sigue y en un par de pasos, ya camina a su lado- Te invito a un te y de paso te abres un poquito.

Mr: Eh....eso sonó

V: Jajaja Necesitaba reírme, este pueblo siempre me desestabiliza.

Mr: ¿Te quedarás mucho?

V: No y estaba vez, no se si me alegro de marcharme pronto.

Mr: Uhm

V: Cualquier otra persona me hubiese preguntado el por qué.

Mr: Es tu vida y no soy nada curiosa. Si quieres contarme lo harás sin la necesidad de preguntarte- se explica y al llegar a un corte de calle, frena a Valeria que distraída mirándola se prestaba a cruzar la calle- Estefa- susurra viendo pasar el coche conducido por ésta y se queda totalmente parada, al ver como Estefa sólo saluda con la mano y continua la marcha.

V: Pueblo pequeño- murmura rascándose la frente y nota la extrañeza en Martha.

Mr: Infierno grande- continúa el dicho y con una mano, hace que Valeria le de la cara- No

V: Si

Mr: ¿Había necesidad?

V: Es mi hermana

Mr: Y es mi vida. Joder Val, ¿que le dijiste?

V: Ya lo sabía, Estefa es super curiosa.

Mr: ¿Cómo iba a saber que tu y yo?- se interrumpe y los ojos esquivos de Valeria, le anuncian que Valeria no solo habla de la noche entre ambas- Sabe que....¿Estefa sabe que yo?

V: Colombia....si

Mr: Genial ¿y que nosotras?

V: Si, no me habla desde hace días. Es....dios....todo pasó muy rápido y es mi hermana, jamás les oculto nada.

Mr: Y me parece muy bien pero no es tu vida.

V: Una cosa llevó a la otra. Y Joder, sin hablarme esta. ¿No te parece poco castigo?

Mr: Y la otra....y yo....Joder....como una imbécil contándole mi vida y en verdad la sabe.

V: No te enfades ni te vayas a encerrar. Para Estefa eres

Mr: Ni se te ocurra contarme mas nada. Aprende esto, es su vida.

V: Ok, soy yo la apaleada por ambas.....quédate tu con esto, a Estefa no le importa tu pasado.

No hay te ni hay invitación posible, enfadada Martha se despide y se marcha a casa y Valeria se queda parada sin saber muy bien qué hacer.

Compartiendo así, misma situación que su cuñada Macarena. Quien, al lado de Anna contempla en completo silencio, como su hija monta el caballo regalado a Anna.

Otra vez sin saber que decirle, otra vez sintiendo una invisible barrera que las separa y otra vez, que no sabe cómo romperla. Pero tiene algo muy claro, quiere romperla.

No es nada cariñosa, quizás ni sepa que es ser realmente cariñoso. Nadie la acuno cuando de pequeña cayo y se abrió la barbilla, nadie le explico que era enamorarse de una mujer mayor que ella, nadie le explico como curar un corazón herido y nadie mas que Martha y Adriana, le ha abrazado porque si y sin motivo. Pero al mirar a su hija y después a Anna, encuentra una pista. Y la pista no es otra, que las ganas que, al ver a Anna callada y sonriendo a su hija, siente de abrazarla.

Como cuando niña se acercaba a su madre ausente por la mezcla de narcóticos y vino, se aproxima a Anna en el mismo silencio que ambas guardan y con sigilo, como si la figura de Anna se fuese a esfumar o la rechazase como hacia su propia madre, la abraza desde atrás.

Y suspira....caliente, Anna emite un calor tan reconfortante, que le hace cerrar más el abrazo y provoca, que a quien abraza suspire por igual. Pero esta vez, Anna no cuenta mentalmente. Su cuenta terminó, aunque Maca, lo desconoce.

Y lo que todas desconocen, es que Francisco Wilson, esta reunido con su asesor y este, le alerta de los últimos movimientos bancarios de Anna.

- Ha alquilado una villa en la costa azul. Lo ha hecho a nombre de la misma sociedad, a la que ha desviado el dinero. Cuando usted me diga anulo todo.

- Jajaja, maldita embustera. Dejémosla jugar unos días más y que nadie ni nada le haga sospechar y mucho menos la pongan en peligro. Lleva un Wilson en su seno..... Esta vez será un niño, el siguiente Francisco Wilson.