Provoca
morderlo, dos palabras, una mini frase y toda la intención del
mundo. Como el hermoso efe dieciocho “honet”, que atraviesa el
cielo silencioso, abre sus compuertas y te suelta la bomba como el
que suelta un gas ligero. Con las misma facilidad pero distinta
consecuencia.
El
efe dieciocho, era una mujer de cuerpo impresionante, voz
aterciopelada tildada de una canallismo de perder la cabeza y no olía
a queroseno, olía a, a nada, no le dio tiempo.
“Pa,l
carajo. No la olí, pss....me pierdo las mejores, ya lo dice mi
madre”
Horas
mas tarde de la funesta persecución, Minerva, mueve las piernas a
ritmo constante, da igual que cambien las canciones y con ellas, las
melodías. Ella se mueve exactamente igual, salvo cuando alguna
carcajada le hace moverse contrayéndose.
Mil
veinticuatro vez, que se revisa el atuendo. Pantaloncito corto con
coquetos bolsillos de color azul marino, blusa de media manga que se
cierra sobre su cintura color rosa pálido y sandalias de cuña alta.
Perfecta
para bailar pegadita a una mujer de mas de metro setenta. Pena que,
la mujer lleva desaparecida horas. Justamente, desde que la dejo a
punto de cocción con su “provoca mordérselo”
“Oh
no”
Solo
recordar la frase y la forma en que la malvada efe dieciocho
pronunció la frase, le hacen apretar los muslos excitándose.
“Menuda
tortura”
-
¿Las sandalias?- le pregunta Fatima, lo que ella creía era un
pensamiento ha sido pronunciado en alto.
-
¿Que les pasa?- pregunta Minerva, completamente fuera de juego, el
frote de sus muslos, el alcohol ingerido, los meses en ayunas, la
calor, el agua, la malvada efe dieciocho, las Bahamas y la madre que
las pario, la tienen que ni aquí, ni allí.
-
Has dicho menuda hartura- explica Fatima, con infinita paciencia,
Minerva a veces requiere de altas dosis de eso mismo y ella la conoce
desde infantil.
- Creo, que mas específicamente he dicho tortura.
- Jejeje, como sea. ¿Por que estas tan roja?
- El alcohol- explica Minerva y guiña un ojo a su amiga Fatima, rápido la conexión entre ambas, sale a flote.
- Sol
- Baile
- Nenitas bailando
- Jajaja
- Deja de reírte, mira hacia tu derecha, monisima la de la falda blanca. ¿Arquitecta?
- ¿Que se yo?
- Es de las nuestras, seguro.
- ¿Como de las nuestras?
- Oh, por favor. No empieces, no vamos a negar lo evidente. Siempre he respetado que vayas de rebelde, que pretendas ganarte la vida por ti misma y demás. Pero Min, somos hijos de papa.
- ¡No me fastidies!
- Como te lo digo, tía. A bailar.
Al grito de " a bailar" Fátima tiro de Minerva hacia la pista de baile.
Se alojan en el Hotel One & Only Ocean Club. En una exclusiva villa con piscina privada de tres habitaciones, dos habitaciones principales, una ocupada por Minerva, otra por Fátima, y Manuela y Marga, ocupaban la doble. El resto de chicos, estaba desperdigado por distintas suites del hotel.
Del curioso grupo que forman, es Minerva la que más desentona, acostumbrada a tenerlo todo, gusta más de alojamientos sencillos, pero era la despedida de Fátima y no la suya.
Durante los primeros bailes, disfruto de la compañía de sus amigos, pero la sonrojez que cubría su rostro, fue nada comparado a cuando escucho a Mauro, un loco amante de Fito y Fitipaldis, como todos en mitad de su veintena, pelo castaño a media melena y media barba cuidadisima, llamándola a pleno grito por los altavoces del escenario.
- Min....Min.....sube es la nuestra...vamos....ayúdenme....Minervaaaaa
- Jajajaja, vamos Min....es tu canción- la anima empujándola Manuela y ella se deja arrastrar con su rostro como una bombilla de club nocturno.
La canción comienza antes de que Minerva suba al escenario junto a Mauro y la adrenalina en su cuerpo comienza a crecer al ritmo de la música.
"Lo he intentado muchas veces pero nunca me ha salido, puede que me falte voluntad o que me sobre vicio. Y mirando en mi cabeza, no encontré ningún motivo. La verdad es que me interesa sólo porque está prohibido"
A estas alturas de la canción, Mauro se desgañita cantando y contoneándose coqueto a la espera de una Minerva que llega hasta el cantando, soltando su también castaño cabello y contoneándose por igual.
Con la adrenalina recorriendo su cuerpo y el buen rollo entre amigos, Minerva no es consciente de que un efe dieciocho, esta atento a cada uno de sus movimientos y gestos.
Agazapado en espera, de iniciar vuelo y soltar bomba sobre su objetivo.
- Minerva, suena delicioso.
" El mejor de los pecados.... el haberte conocido, tu no eres sin mí.... yo solo soy contigo. Y cuidar de las estrellas puede ser un buen castigo"
- Tenlo por seguro, Minerva.
Esta chica no se si sobrevivira..esta muy mal niña..jajaja...Esto acaba de empezar y mira como estamos...deseando leer el proximo..Se pone poco a poco ''very hot''..nos estas desestabilizando Gemo que lo sepas..jajajaja...Esperando escritora
ResponderEliminarDivina-Wilson
A mi también me gusta el nombre de Minerva....jajajaja. Esto toma una forma muy hot y encantada por ello que me hallo. Maaaas. Besos, Jayssel.
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