Abrazando
la almohada y fingiendo dormir. Así, se encontraba Anna en mitad de
la noche. Otra vez vulnerable y otra vez rota.
Dejó
que las palabras brotaran de su boca sin limitaciones y animada por
los ojos, para ella sin dueño, que la miraban gritando que sí, que
se equivocaba, que tenían dueña y era ella misma.
Sabe
de dos cosas que nunca pueden regresar, las balas disparadas y las
palabras dichas. Pero, ¿que más daba? ¿Que podía importar haber
sido sincera con ambas si Maca volvía a lo mismo?
Minutos
más tarde de tal confesión, Maca vuelve a irse, vete a saber donde.
Sin importarle que en casa, la deja a ella y a su propia hija,
rogando que a donde sea que quiera vaya, no le pase nada y el nuevo
día, la encuentre sana y salva en la cama junto a ella.
Puede
tener el alma rota, pero la conciencia a pesar de todo la tiene
limpia. Y es hora, de tomar una decisión definitiva, quiere
salvaguardar lo que por derecho le pertenece a su hija, pero no
quiere que su hija el día de mañana, sea Maca.
Mientras
tanto ésta, termina de colocarse su largo abrigo y mira desde la
puerta a su hija dormir. Pronto, no tendrá que abandonarlas a mitad
de la noche para verse con un narco.
Con
sigilo, cierra la puerta y baja las escaleras. Cuando camina
dirección a la puerta, hasta sus oídos llega el golpe del sello
Wilson contra un bastón. Su padre en el salón, la reclama.
P:
¿Te ibas sin decirme nada?
M:
Creí que dormía
P:
Llegarás a una edad, en la que te será difícil conciliar el sueño.
La
mala conciencia, piensa Maca mirándolo sentado en su butaca.
P:
Tomate una copa con tu padre.
M:
Me esperan.
P:
Así debe ser.
Instantes
de silencio entre ellos, escuece y mucho en Maca, lo vivido horas
antes, y lo cierto, es que quiere regresar temprano. No era la noche
ideal, para abandonar su cama matrimonial y no demorará el regreso a
ella.
M:
Soy yo, la que tiene prisa. Mañana le contaré padre- rompe el
silencio acercándose a él y baja la cabeza para recibir su beso.
Pocos minutos más tarde, sale de la vivienda y su coche está listo.
To:
Cuando quieras Maca.
M:
Faus, ve al ala de la casa que yo ocupo y cuida de las mías.
To:
Están los chicos.
M:
Prefiero que sea Faus.
F:
Como si fueras tú, así lo haré
M:
Lo sé.
Por
eso precisamente lo elige y Faus no necesita ninguna explicación
más.
F:
Nadie sabrá que estoy en la casa- informa y acto seguido se pierde
entre los jardines, bajo la mirada triste de Maca.
Su
ceguera causada por mil cosas, adicciones, celos, avaricia, no la
dejaron ver, que una noche así llegaría tarde o temprano. Noche en
la que es incapaz de dejar solas a su mujer y su hija, en casa de su
padre.
Con
Troncho y tres chicos más, emprende el camino hacia el “Mimosas”
y lo hace sin Estefa, como bien sabe, la lista de imperdonables de
Anna es larguísima y no le sumará, poner en riesgo a Estefa.
Y
Estefa, libre y sin más que hacer que beber en el Satanás, donde
Martha continúa ignorándola, decide marcharse a casa.
De
pie en medio del Satanás, la mira por última vez esa noche y Martha
se gira a propósito hacia la estantería de bebidas, dándole así
la espalda.
Pero
no sólo le da la espalda, la vuelve a ignorar y con ese gesto lo
hace más crudo y dañino.
Como
si levitara, Estefa puede verse ahí parada y a punto de echarse a
llorar. Duele y mucho, saber que le ha hecho daño y aunque piensa
aprovechar su noche libre despejando dudas, no puede marcharse del
Satanás con esa sensación, desgarrándola por dentro.
Por
eso avanza, escondiendo en los bolsillos sus manos sudadas por los
nervios, hasta la barra.
Pero,
parece que Martha tampoco se encuentra muy bien y se gira rápido,
creyendo que le dará tiempo a verla salir del local.
Y
bendito destino o a saber que, que le hace toparse de frente con
Estefa y su tímida sonrisa.
Es:
Lo siento- murmura con los ojos brillosos y no necesita de más, para
que Martha la premie con una sonrisa, que se expande contagiándola.
Ma:
Vete- murmura guardando como un tesoro la intimidad creada en ese
instante por Estefa y le guiña un ojo, intentando tranquilizarla. Le
es tan, pero tan difícil enfadarse con ella.
Pero
la noche no se detiene, por dos corazones que laten a la par sin que
sus dueñas puedan calmarlo ni romper el contacto visual entre ellas.
La
noche avanza y Macarena Wilson, “la señora”, llega al Mimosas, y
las puertas del local se abren para ella en un falso buen
recibimiento.
Dentro,
le espera un duro trato que decidirá su destino más inmediato.
¿Cuántas vidas puede abarcar un mismo destino?
sabes lo que mata más que mil palabras?...el silencio…
ResponderEliminarEl silencio es ciertos momentos es la mayor demostración de desprecio…y es por lo tanto evidente como Esther se siente…desprecio…abandono ..
beijos
Ok,maca ya esta miedo por primera vez dejando a su mujer y a sus hija solas CON su padre ahí, no se siente bien dejándolas con el.
ResponderEliminarMartha y estefania me gusta esa pareja.
PD: Espero el próximo capitulo para mañana.Y porque, siempre nos dejas con la intriga de que va suceder en el próxima actualización,no es justo xD.
Bye
.... El silencio...no tiene por que ser demostración de desprecio...puede ser también el aliado para aquello que queremos proteger...y es lo que Maca a toda costa quiere hacer...Su anterior vida..ya le pesa..pero sabe que existe... como sabe también que pueden hacerle daño..en lo que más le importa...aquellas a quien quiere...si¡¡..por eso...y aún sabiendo que quizás Anna no lo entienda...como así es...abandona esa cama...porque prefiere leer un reproche en los ojos de quien ama...antes de no encontrar esa mirada nunca más...y Anna deberia de una vez por todas...saber leer en esos ojos...lo que su boca no le dice...es solo cuestión de dejarse llevar...por lo que se siente...y es un hecho..que lo hace..
ResponderEliminar......GRACIAS ESCRITORA...
sigues haciendolo de una manera UNICA...
Celeste_Negro
Que manera de dejarlo SIEMPRE en el crítico momento...
ResponderEliminarno se que decirte de verdad!!!!!
GRACIAS ARTISSTAZAAAAAAAA, MUY FUERTE LO TUYO CON ÉSTA HISTORIA...
Ah, Mi Musa del Alba….
ResponderEliminarcuando necesitares con todas sus fuerzas una sola palabra de aquel que ama y como respuesta receba el silencio, entenderá lo que quiero decir ..
beijos
Hola, le doy toda la razón a RS Martíns, los silencios, salidas y mas cositas de Maca, dejan a Anna en el más absoluto de los abandonos. Se supone Anna esta en un punto de inflexión, embarazo y otras circunstancias, que la están haciendo acercarse a Maca, pero con el carácter demostrado, no creo que aguante mas ¿desplantes? Veremos. Una gozada, leerte. Besos, Jayssel
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