Wilson S.L. 5

Hogar Wilson 2

Portazo que ha retumbado en la casa y que ha sido dado por una Macarena, que regresa a casa, antes de lo habitual y que enfadada como está con ella misma, primero por haber vuelto a consumir, incumpliendo así la promesa hecha así misma y por solo una personita y después, por el acto que acaba de realizar, patético y que jamas confesaría a nadie. El mismo, que la hace oler a lo que sabe su mujer detesta.

Pero el cabreo y enfado que le hace dar el portazo, queda en nada, cuando acercándose al salón, escucha la voz que reconocería en cualquier parte y bajo cualquier circunstancia, la voz con la que está casada desde hace siete años.

Parada junto a la puerta, agudiza el oído para saber con quien conversa y las risas que ahora escucha, le hacen abrir la puerta e irrumpir en el salón, en ese punto donde el enfado puede hacerte perder el control.

Y no ayuda, la imagen de su mujer semitumbada en el sofá y de su hermano, demasiado cerca de ella, acaban de encenderla y sus ojos se lo demuestra a ambos, cometiendo un error, si eres débil, jamás muestres serlo ante tu mayor adversario.

Porque hay ocasiones en la vida de cada persona, donde inconscientemente y en un puro mecanismo del cerebro para no lastimarse, que los sentimientos son enterrados entre capas de odio, rivalidad, ansia de poder y un largo etcétera. Pero cuidado, en cualquier momento la realidad puede estallarte en la cara cuando menos te lo esperes y entonces, no habrá mecanismo que te ayude a no salir lastimada.

Ro: Hermanita- rompe el silencio que mantienen los tres y lo hace sonriendo, como lo esta la mujer del sofá.

- Mm....si ya estas aquí, me retiro y te espero en nuestra habitación- se incorpora satisfecha del destello que lucen los ojos de Maca puestos sobre ella y lista como es, prefiere marcharse antes de que su mujer, pueda perder los papeles.

Ro: Mirate hermanita- la molesta, que él también distingue ese destello y ni por asomo, quiere perder la oportunidad- ¿Te tuvieron que coger con cucharilla o pudiste sola?- pregunta divertido y da un trago a su copa, mientras su cuñada se retira del salón.

Y lo hace entrecerrando los ojos por la pregunta que escucha y por la verdad que escupe esa pregunta, tras salir por la puerta se detiene junto a ella y se apoya en la columna, dispuesta a escuchar la conversación entre ambos hermanos.

M: ¿No te vas a cansar de babearla?

Ro: Jajaja, hazte la mujer celosa, a mi no me engañas y ella tampoco, pero ¿sabes que? Me da igual de que palo vayáis, algún día todo esto estará en mis manos y en todo esto, incluyo a tu mujer.

M: Das pena

Ro: ¿Yo? Jajaja, no me hagas reír hermanita, ¿soy yo una vulgar yonky? ¿soy yo quien cría a una hija que no es mía? ¿estoy yo casado con la mayor zor- es la última pregunta que puede hacer, porque la mano de su hermana se cierra sobre su cuello.

M: No me hagas olvidarme de nuestro parentesco.

Ro: Lo fue su madre y lo es ella, suéltame- solicita con los ojos inyectados en rabia y su hermana lo suelta ahora riendo divertida.

M: No eres mas que un niño rico bueno para nada, solo te queda la ofensa y no me ofendes, tu no puedes.

Ro: Preguntemos en el pueblo o mejor- hace una pausa para carraspear y colocarse la corbata- mejor te recuerdo, a ver, tonteo con Papa, cambio de planes, entonces se lío con Fran, se quedo embarazada y cuando Fran murió, oh...me caso con la yonky, ¿me niegas que sea un putón? Jajaja- disfruta del efecto de cada una de sus palabras y envalentonado continua propinando golpes sin miramiento- Puede que no, venga hermanita pongamos que no lo es, pero imposible que me niegues, que no es una propiedad mas de los Wilson, solo le falta colarse en mi cama, eso si no lo ha hecho..¡cabrona!- exclama tras recibir un puñetazo y ser sujetado por la chaqueta.

- Suelta a tu hermano, Maca- irrumpe de nuevo en el salón, tras escucharlo todo, pero no lo muestra y aparenta solo haberlos visto agarrándose.

M: Eres un mierda y algún día

- Que lo sueltes y te calles- ordena tomando el control absoluto y clava sus oscuros ojos en su mujer, reafirmando su petición.

Ro: Jajaja, obedece cual perrito- dice, pero traga saliva no queriendo demostrar ninguna debilidad ante ella.

Segundos pasan, hasta que lo suelta con desprecio y dirige su mirada, hacia su alta mujer, mordiéndose los labios ante la impotencia que le produce el reconocer, que lleva razón.

- Roberto, mejor retirate.

Ro: Si- vuelve a colocarse la ropa y avanza hacia ella como si nada- buenas noches cuñada- deja un beso en la mejilla impávida y se marcha riendo triunfante.

Y mas segundos que transcurren, con las dos solas y mirándose, sin que ninguna hable, hasta que lo hace ella, sin moverse del sitio.

- De verdad que....no se Maca, no se cuantas veces tendré que repetirte las mismas cosas.

M: No me toques lo que no tengo, no es el día- busca calma, bebiendo de la copa, que sabe solo puede ser de ella.

Y quien la mira observándola con atención, suspira al distinguir las pupilas dilatadas, conociendo cual es el motivo.

- Le prometiste madrugar.

M: Y lo haré

- Vamos Maca, mira como llegas.

M: Me estas cansando- aprieta la copa de vino que sostiene vacía, buscando mantener un mínimo control, pero el recuerdo de las palabras de su hermano y de la imagen que ha presenciado al llegar, se reproducen en su cabeza, como una secuencia perfecta en tiempo y espacio, enervandole la sangre- lo que le prometa o no a mi hija, es cosa mía y de ella.

- Te olvidas que también es mi hija y que cuando falles, seré yo la que tenga que....no te acerques Maca- camina hacia atrás, al ver como deja la copa y anda hacia ella, sonriendo de lado.

M: Artículo no se cuantos, las abajo firmantes se comprometen a mantener una total discreción en cuanto a las relaciones paralelas que puedan tener- recita de memoria, acorralándola de a poco, contra una pared- eng....error, has fallado demasiadas veces.

- Jajaja- ríe, tratando de que la situación no se le vaya de las manos- ¿Y tú no? No me contestes, el único artículo que debes tener claro, es que las abajo firmante se comprometen en este acto a velar única y exclusivamente, por los intereses de su hija, Adriana Wilson Paredes, pero cariño, no se hasta que punto, debo recordartelo una y otra vez.

M: No me llames cariño- bloquea con su cuerpo, la huida de quien con los ojos le pide “no lo hagas”

- Te llamo como me de la gana- encerrada como está , entre su cuerpo y la pared, planta cara olvidándose de cualquier control- y no te atrevas a volver a tocarme.

M: Las abajo firmantes, no mantendrán ningún tipo de relación afectiva y o sexual, ¿hablas de ese artículo?- pregunta pegada a ella y cualquier atisbo de cordura, se esfuma cuando cuela las manos por debajo del vestido y siente el calor de la piel canela que acaricia queriendo poseerla.

- Maca