Me
encanta como besa, me encanta como me toca y cuanto mas me encanta
mas me excito y mas fiera me vuelve.
Es
increíble, ante mi no tiene que guardar ninguna apariencia, este es
nuestro noveno encuentro, podría arrancarme la ropa sin miramientos,
pero no se porqué, no lo hace. Y eso hace que me guste aun mas, noto
por su forma de tocarme y por su respiración, que llega a esta cita
como yo, cargadita de deseo, pero su empeño de continuar tratándome
como algo puro y frágil, la frena.
Y
no pasa nada, no soy la mujer inexperta de las primeras citas, jamas
había estado con una mujer hasta ¿conocerla? A ella, pero ha hecho
un estupendo trabajo conmigo y ahora mismo, no necesito que me guíe
y si, que me arranque la ropa de una vez.
-
Se nos va el tiempo y lo que hay debajo del vestido te va a gustar
mas aún- le susurro en la oreja, la misma que aprovecho para
primero besar y después morder.Dios, como me gusta su sabor, me da igual de que parte, toda ella sabe a deseo. Me encanta y me excita sobremanera y me vuelve muy loca, demostrárselo con pequeños bocaditos que nos saben a gloria.
Y ahí está, mi morena de ojos miel, ha entendido a la perfección mis palabras y no se demora nada en bajarme la cremallera lateral del vestido.
Haciendo malabarismos si, porque no la dejo abandonar mi boca, soy adicta a ella, sueño con ella casi a diario y cuando no lo hago durmiendo, cierro los ojos y la recuerdo.
Me encanta, como juega con mi lengua, me encanta cuando hace que se la exponga y me la acaricia con la suya desde abajo hacia arriba, para después sentir un puntazo enorme de deseo, cuando las puntas de ambas se encuentran y el baile continua o comienza, no se bien.
Con ella nunca se cual es el siguiente paso, puede pasarse minutos haciendo que nuestras lenguas se acaricien, muerdan y besen y yo, ni me habré enterado que ya me ha dejado en solo ropa interior, como ha pasado justo en este instante.
He aquí uno de mis cambios, antes jamas me hubiera exhibido en ropa interior como ahora lo hago, me encanta quedarme así y que ella me recorra, descubriendo mediante el tacto, como es la ropa interior que elegí solo para ella y me excita como nunca, hacerlo subida en mis altos tacones.
- Me encanta, me encanta lo que llevas
Me dice con la respiración de ambas a mil y por primera vez, siento un deseo infernal de alcanzar con la mano el interruptor y que la luz se encienda y ella así, pueda ver lo que toca con verdadero ardor.
- Empieza a estorbarme y mucho
- ¿Ah si?
- Si, me muero por sentirte.
.....me ecanta ''esta historia''....una vez más.. ''atrapas'' con aquello que escribes ...Esa oscuridad que ampara ''sus encuentros''testigo mudo....de lo que pueden sentir en cada uno de ellos...quizas les haga ''ver''que no siempre es necesaria ''la luz a pleno día...para ''sentir''..
ResponderEliminar........... un placer seguirte...gracias...
Celeste-negro.
Creas éstos momentos tan eróticos,tan mágicos, tan excitantes, tan profundos...jugando con la ambigüedad de una forma poderosa y
ResponderEliminaravivando la excitación de una forma GRANDE y ÚNICA.
Te sales ARTISSTAZA
GRACIAS
Jejejeje, ¿es a mi?
ResponderEliminar