Ese otro hogar...
Nada
mas entrar al local donde prácticamente, se desarrolla su vida en
los últimos años, sonríe colocando las manos en la cadera,
esquivando la negra americana que viste.
M:
Hogar, dulce hogar- exclama orgullosa, mientras realiza un barrido
visual por el local hasta que se topa con los ojos de la camarera que
viene a su encuentro.
Rubia,
con el pelo corto por detrás y un largo flequillo que juega a
esconder sus azules ojos, la camarera, enfundada en una muy corta y
pegada falda junto con una camisa igual de ajustada, camina hacia
ella portando una bandeja y en ella, la bebida de quien sigue ojeando
su local escoltada por sus dos compinches. Tres en realidad, y justo
es la tercera, la que se lleva toda la atención de la camarera, por
la sorpresa que le supone encontrarla con su jefa.
M:
¿Como va la noche?- pregunta a la camarera, como cada noche,
mientras espera que ésta remueva su movida.
-
Tranquila- contesta evasiva y concentrada en la bebida y en la nueva
acompañante de su Jefa- Problemas, esa mocosa huele a problemas.
M:
¿Te he preguntado?- entrecierra los ojos y busca divertirse,
acariciando los gordos y suaves labios de su camarera.
-
Maca- rechaza así el gesto, provocando la cínica risa de su jefa.
M:
Me vas hacer un favor- se acerca pegándose todo lo que la bandeja
colocada hábilmente entre ellas le permite- encárgate de que
ninguna de las chicas, quiera sacar provecho de la mocosa.
-
No soy niñera de nadie.
M:
Eng...incorrecto, eres todo lo que a mi me de la gana que seas,
Martita- concluye cogiendo la copa se separa de ella, riendo
nuevamente al verla elevar sus ojos cansina- ¿Miriam?
Mr:
Está atendiendo a Arteta.
M:
Jums- bebe de su copa y retiene los movimientos involuntarios de su
mandíbula, señales inequívocas de su cuerpo, de que " algo"
empieza a ser necesario y que la hacen esnifar aire por su nariz.
Gesto que no pasa desapercibido por la camarera y que provoca que sea ahora ella la que se acerque y fingiendo colocarle la camisa, busque que solo ella la oiga.
Mr:
Llevas sangre, sube al despacho, duchate, cambiate y en seguida busco
un tranqui- los dedos de su jefa en su boca la hacen callar y
suspirar, porque ya sabe que no quiere ayuda.
M:
Sush...sush...sush...calladita, que hablando me haces pensar por qué
cojones te aguanto- sonríe de medio lado al ver la cara enfadada de
la camarera y tras un nuevo trago, deja la copa en la bandeja
guiñándola en un lenguaje que solo ambas entienden- dile a Miriam
que suba a mi despacho.
Mr:
Si- contesta en un suspiro pensando " no se que narices me
mantiene aquí...¿o si lo se?" pero todo pensamiento se detiene
en su cabeza cuando tropieza con la imagen de la tercera compinche,
plantada frente a ella con una mano en el bolsillo de sus jeans y
otra rascando su corto y despeinado negro cabello- ¿Pasa algo?
-
Eh...no....no pasa nada...eh soy
Mr:
Ya se quien eres- la interrumpe marchándose de vuelta a la barra y
provoca que la compinche alce ambas cejas, sorprendida por su
actitud.
To: Jajaja, esa es Marta, genio y figura. Hazme caso, si quieres un viajecito rápido y sin charlas, nunca se lo propongas a ella.
La
informa Toncho y aunque de primeras no entiende a que se viaje se
refiere, pronto cae en ello y sus cejas vuelven a subir sorpresivas.
-
¿Te…te refieres a que puedo
Fa:
Dis..dis…disponer de las chicas, va en el pago- encoge los hombros
despreocupado.
- No me jodas- abre sus marrones ojos a todo lo que le dan, no porque la noticia de pago en especies le agrade precisamente.
To:
Justamente
-
¿Lo sabe Maca?
To: Jajaja, que preguntas tienes pequeñaja. Ah, no se toca a Marta y mucho menos a Miriam.
- ¿Quién es Miriam?
To:
Miriam es todo en el “Satanás” y digamos que- detiene sus
explicaciones y peine su rubia melena, preparándose a recibir a
quien llega hasta ellos, con aires divos- ¿No deberías estar
colocando basura?
- Jajaja- es la contestación de Risto, otro de los chicos para todo usado por Macarena, éste para fines mas relacionado con negocios que poco tienen que ver con las bodegas. Apuesto, en sus treinta y largos años, perfectamente vestido con traje ejecutivo y excelente educación, pocos podrían adivinar los verdaderos negocios a los que se dedica y menos, otras cositas que guarda muy celosamente- Tú dedícate a meter hostias que de lo mío, solo a Maca debo darle explicaciones- concluye palmeándole el estomago y se marcha, esquivando los ojos que sabe le miran esperando algo.
- Este no me ha caído, na de bien. Jejeje, aunque guapete es.
Fa:
Es..es…es Risto- la informa dejando escapar una tierna sonrisa y
carraspea, consciente de la escapada- maneja otra parte del negocio.
Ven, te mostraré el local.
Mientras
tanto, Macarena ya duchada, intenta abotonarse la camisa, sin mucho
éxito por el temblor de sus manos. Manos que se unen al resto de su
cuerpo, en la ingrata misión de recordarle, que “algo” sigue
faltándole a su organismo.
Reteniendo
la ansiedad propia de la abstinencia, se deja caer en la butaca, tras
ingerir un nuevo trago de whisky y cierra los ojos, auto animándose
por los días que lleva sin consumir.
Pero
el sonido de su móvil anunciando llamada entrante, la hacen abrirlos
y mirar enfurecida, la papelina no vista hasta ahora sobre su
escritorio.
M:
¿Qué?- contesta la llamada, manteniendo un reto no real contra un
pequeño envoltorio.
-
¿Qué parte de que seas la encargada de la distribución no has
entendido aún?
M:
No estoy para juegos ni adivinanzas.
-
El Restaurante Astur, ha prescindido de nuestros vinos, haz el favor
de solucionarlo.
Es
lo último que escucha antes de que la llamada sea cortada sin
despedidas, enfureciéndola mas.
M:
Yo también te quiero- exclama hastiada y arroja el móvil contra una
pared.
-
Uh…mal momento elegí- irrumpe en el despacho, obedeciendo a la
orden dada a Marta.
M:
Cierra la puerta- exige mirando a la pelirroja que frente a ella,
sonríe examinándola- que la cierres Miriam.
Mi:
Ya imagino, quien te llamo- obedece cerrándola y aprovecha que le da
la espalda, para sonreír al comprobar que la papelina continua sobre
la mesa.
M:
¿Arteta esta cómodo?- ignora su comentario y agarra entre sus manos
la pequeña papelina.
Mi:
Si, lo he dejado entretenido- avanza hacia la mesa y no puede evitar
el destello que sus ojos muestran al verla con la papelina entre sus
manos. Ya en la mesa, se apoya en ella y coloca su pie en la butaca,
entre las piernas de la bodeguera.
M:
¿Qué crees que quiere?
Mi:
Arteta siempre quiere algo- acaricia el rostro que cierra los ojos y
que vuelve a esnifar, nerviosa. Distrayéndola con caricias, abre el
primer cajón y de él saca un pequeño espejo y un tubito de plata,
dispuesto sobre él.
M:
Miriam- suplica, arrugando la papelina con la mano.
Mi:
Es solo un tirito, con Arteta debes estar segura- preparada una
pequeña raya de coca, la acerca a ella sin dejar de coquetear con
ella y de acariciarla, ya esnifada, la deja recostarse en la butaca,
mientras prepara ahora otra copa de whisky- ¿Mejor?
M:
Jums si- abre los ojos recuperando el control de su cuerpo y tira de
la camiseta escotada de Miriam, haciendo que ambas bocas choquen.
Provocando
que Miriam sonría victoriosa y que a continuación, la borre al
sentir como Macarena, no la besa y que busca su cuello oliéndolo.
¿Qué demonios le huele? Es lo que piensa, fingiendo que nada
ocurre.
M:
¿Qué perfume usas?
Mir:
El que te gusta.
M:
Cambialo, hueles a puta barata y haces que yo, huela igual.
Al dia tambien por aqui.....gemo....te sales.
ResponderEliminarEs que ni se que comentar me has matado con esto...
ResponderEliminarM: ¿Qué perfume usas?
Mir: El que te gusta.
M: Cambialo, hueles a puta barata y haces que yo, huela igual.
Por lo menos Maca acepta que le digan la verdad y trata de ponerle remedio... Esta Maca creo necesitara otra rayita antes de volver a su casa.
Cari.
Vamos haber si este sale,je,je.
ResponderEliminarEsta historia la sigo por acá...Che esta como para tomarse unos mates con esta Maca,ja,ja.Ahora en serio historia distinta,dura, llena de todo como la vida, así que quedo a la espera.
Saludetes
Saja
Tomaaaaaaaa este salio,je,je.
ResponderEliminarSaja
parece que Maca intentaba dejarlo....y parece que le afectan los comentarios de su "mujer"? más de lo que en apariencia deja ver...me gusta...es una historia distinta....
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