Las nueve en punto de la noche eran, cuando Angie salía de su casa de la mano de Luka. Ella con vestido azul turquesa de corte clasico pero juvenil. Corto hasta las rodillas y acompañado eso si, por una de sus rebecas. A ojos de Luka, todo un bombón envuelto en una inocencia ficticia que invitaba a incitarla hasta destapar la verdadera mujer que se escondía bajo esa rebeca. Luka a su vez, había optado por unos pantalones rectos y tobilleros, sumado a una camiseta de amplio escote y americana. Aunque el toque que le daba todo su flow, estaba en su barba. La misma que Angie no pudo reprimirse en tocar al tiempo que se derretía por como Luka la miraba.