Wilson S.L 52

Llegó a casa con la tranquilidad de ver a Martha sonreír, pero el bullicio en su mente y corazón no cesaba ni se silenciaba.
El puzle estaba prácticamente acabado faltaba sólo la pieza que se ha caído o la que permanece en la caja olvidada.

No le importaba lo mismo que a Anna, en verdad le importan dos cojones que Martha hubiese sido la primera experiencia sexual de Maca. Sabía de la relación que ambas mantenían y pasara lo que pasara en Colombia, allí quedó.

Lo que la mantenía hirviendo en odio es quién, como y por qué, llegó a Martha a tal cosa y como, después de todo, continuaba trabajando en un local como el Satanás.

Sólo recordó la escena de la puerta del local, entre Martha y Valeria, cuando al llegar a casa, escuchó la melodía que Val utiliza para dormir. Es como estar una noche cualquiera en mitad del Amazonas o alguna otra selva, apenas poblada.

Parada en mitad del pasillo donde están las habitaciones, mira la puerta de la habitación de Anna y se emociona, recordando cuando se colaba en esa habitación al ser despertada por una pesadilla.

An: No es más que una pesadilla.
Es: Si, pero...... ¿puedes ir y ver si esta en el armario?
An: Es una pesadilla, no lo está. No hay nada en tu desastre de armario. Mañana si quieres lo arreglamos juntas y....¿Estefa?

Monstruo en el armario no habría y en verdad, nunca lo comprobaron. Le bastaban los brazos de su hermana abrazándola y su voz segura para que Morfeo la acogiese de nuevo.

Cuánto deseaba que esa noche, Anna estuviese en su vieja habitación, poder así colarse en su cama, dejarse abrazar por ella, y que la calmase diciéndole....."ella ahora está bien, sólo eso debe importarte"

Es: ¿Y Val?

Definitivamente necesitaba de Anna.

An: No voy a volver a repetirte lo de siempre, no te metas en líos y pase lo que pase y sea la hora que sea, llámame.

Ocurre, cuando una familia de varios hijos, en este caso hijas, pierden a edad temprana a sus dos progenitores. La mayor toma las riendas convirtiéndose en la madre de acogida. Y Anna no había sido diferente, cogió las riendas para bien y para mal, y a pesar de chocar en muchas cosas, era el abrazo callado que calma, la palabra sabia y la sonrisa reparadora.

Pero, no eran horas y lo más importante, debía coger la pieza caída y la olvidada. Ambas, estaban en la habitación de Valeria y hacia ella avanzó.

La melodía continuaba incansable, una y otra vez, mientras Val dormía plácidamente. Los filtros de luz que se colaban por las antiguas persianas, le permitían ver el largo cabello de su hermana desparramado por la almohada en una coqueta desconjunción.

¿Cómo podían ser tan diferentes? Anna era la recta, pobre de su hermana mayor, fue a enamorarse de una persona completamente diferente a ella. Valeria era el espíritu libre, probo estudiar dos carreras universitarias diferentes, después varios cursos de medicina natural, dietética natural y finalmente decidió, que si quería desarrollar su “simbiosis” con la naturaleza, debía vivir en y con ella. No le había conocido ninguna relación seria, al principio de cada una de sus parejas, todos eran increíbles, al poco todos poseían miles de defectos. Que le atrajese una mujer o bien hubiese mantenido relaciones con alguna, no podía sorprenderle, el sexo lo vivía con la misma filosofía. Es algo natural y como tal hay que vivirlo, sin prejuicios.

¿Pero Martha? ¿Tenia que ser Martha?

“Te estas adelantando” se regaña sentándose en la cama en la que su hermana duerme y la peina en tiernas caricias. No puede guardarle rencor y sea lo que sea, es Val, la hermana trasto a la que todo se le perdona.

V: Uhm- se estira despertada por las caricias de su hermana y sin abrir los ojos, sonríe dejándose mimar.

Es: Duerme- la manda dormir, su ataque de celos y su corazón herido, pueden esperar a mañana.

V: ¿Qué hora es?

Es: Tarde

V: ¿Estas bien?

Es: No

Cara a cara, aunque con poca luz, pero es su hermana quien la mira, es ese ser junto con Anna, ante el que no puede fingir ni una mínima sonrisa. Son los ojos que la quieren, que la conocen y que no la juzgan, solo le aconsejan y tratan de guiarla.

V: Estefa

Un solo “no” la alerta, el tono, lo caído de sus hombros, las tiernas caricias que extrañamente aprietan su frente.

Es: ¿Qué le hicieron Val?

V: ¿A quien?

Es: Martha

Un nombre y pronunciado en los labios de su hermana menor, la hacen abrir los ojos como si el día llegase en mitad de la noche. Rápido se incorpora y agarra su cara entre las manos, examinando sus ojos.

“Mierda”, piensa tras su examen y de repente la noche que vivió como algo hermoso y sensual, comienza a pasarle factura, en forma de remordimientos.

“Anna....joder” y se maldice, recordando que Anna, siempre protectora de Estefa, le pidió no contárselo.

Pero, ella también esta cara a cara, con la persona que la quiere por igual y con el mayor de los compromisos la sangre y hermandad.

V: ¿Qué sabes?

Es: Nada.....solo que....no se como ni.....solo se que fue en Colombia, algún proxeneta o narco....no tengo idea...solo se que.....que....Val

Se derrumba cayendo en los brazos de su hermana y ésta la acoge. Y lo hace, sabiendo que lo visto en los ojos de su hermana, no da para una explicación sencilla, pero también es cierto que no es su vida sino la de Martha.

Pasados unos minutos y cuando su hermana la aprieta la espalda, comienza a hablar.

V: Estaba con el tal Montoya- hace una pausa acomodando a ambas en la cama, muchas veces había encontrado a Anna y a Estefa abrazadas en una cama, era hora de hacerlo ella- y Estefa, debes entender que es su vida y que yo la se, porque el verano pasado coincidí con ella en nuestra finca, ella iba corriendo y yo estaba en una de mis sesiones.....ya sabes lo que puedo hablar, ella se detuvo y le di conversación. ¿Sabes lo parca en palabras que es?

Es: Si- susurra abrazada por la espalda de su hermana.

V: Todo eran monosílabos y bueno, le vi los ojos.....vacíos, estaban escalofriantemente vacíos. Le propuse acudir al día siguiente, no teníamos que saber nada la una de la otra, solo le dije que podía ayudarla.....y fue lo que hice- otra pausa, ahora necesaria al recordar que aquel verano ayudo a Martha y hace apenas unas noches, también- me costo un mundo que hablase de lo ocurrido en Colombia, supe que había recibido ayuda profesional, hoy se que fue Maca quien se la busco y quien la obligo acudir.

Es: Pero....eso.....¿como fue?

V: Una deuda

Es: ¿De ella?

V: No, fue de su pareja.

Es: Joder

V: Jums......el típico crío que se cree que puede comerse el mundo y engañar a alguien como Montoya sin salir escaldado. Evidentemente lo pillaron, recibió el castigo de esos cerdos y ella pagó su deuda hasta que Maca, digamos que la rescato ¿Nos entiendes un poco a Anna y a mi? ¿Te imaginas lo que es para nosotras verte en algo así?

Su hermana continua preguntando y hablándole al oído, pero ella se ha detenido en una de sus explicaciones...”el típico crío que se cree que puede comerse el mundo”

Martha lo había dejado claro, “no vayas a Colombia”, “A ti o esto que resultas ser, ten por seguro que no”

Por eso no la quería en el Satanás y no le gustaba lo rápido que se había adaptado a Wilson SL.

Es: ¿Por......por que continua de alguna forma enredada a algo similar?

V: No tiene mas que a Maca, y Maca tiene una vida, es una forma de estar segura. Estefa....yo.....Estefa yo

Es: ¿Te gusta?

V: Me encanta

Es: A mi también

V: Lo se