Wilson S.L. 47

“Los conocen”, es la conclusión de Estefa, tras mirar fijamente las cámaras del local. Las chicas no se muestran asustadas y el local continua la marcha de cada noche. “¿Martha?” se pregunta revisando las cámaras y se tranquiliza al verla aun apoyada en la pared de fuera.

Montero, deben ser de los Montero, nadie mas tendría huevos a entrar en el Satanás y apuntar a Toncho y Risto. “Oh si, me toca jugar” se anima mentalmente y carga el revolver del que se ha hecho amiga.

Con sigilo baja las escaleras y se escabulle directa al reservado que ocupan los cuatro hombres, en las ultimas imágenes, conversaban en tensión, aunque las armas continuaban apuntando a un sonriente Toncho y un nervioso Risto. Este ultimo sin duda, no esta acostumbrado a lidiar en tales plazas.

A solo unos metros, se detiene y toma aire. Con el acelerado pulso que lleva, cualquier disparo podría herir a quien fuese menos a los dos tipos.

“¿No era tan fácil?” se pregunta ahora con un poquito de guasa. Dirigir la supremacía implantada es una cosa, ayudar a que se mantenga es otra, y es otra mucho mas peligrosa.

Cuando estima estar preparada, saca el revolver, gira el cuello para un lado y después para otro y relajando los hombros, se presta a intervenir.

Es: Bajad las armas- ordena apuntando intermitentemente a ambos hombres.

- ¿Quién cojones?- pregunta uno de ellos girándose hacia la voz que le ordena y la apunta, sonriendo de lado- Vaya, si es la pequeña secuaz de la que tanto hablan.

Es: Deja de apuntarme a la cara

- Las señoritas primero

Es: Continua vacilándome y probaras el acero en tu cara.

- Caray con la pequeñaja

To: Será mejor que hagáis lo que os dice- apunta con su propio revolver aprovechando la distracción que supone Estefa. Y cuatro de cinco se apuntan entre ambos, ante la atenta mirada de Martha.

- Ey....solo veníamos a dar un recado

Es: Estoy hasta lo que no me cuelga ni tengo, de la forma que tenéis de dar recados. Ésta es la casa de la señora y se entre con respeto. ¿Lo vais teniendo claro?

- No me toques los

To: No des un paso

Intervine Toncho y la tensión se palpa entre los cinco, pero uno de los hombres se mantiene mas frío y recuerda para que esta en el Satanás.

- A las tres de hoy, Montero quiere ver a Macarena y sin tonterías. Decidle, que mi jefe tiene algo vital para ella. Vamonos de aquí.

Concluye y tirando de la cazadora de su compañero salen del Satanás sin ningún incidente mas. Mientras tanto, Toncho y Estefa respiran, guardando sus armas.

R: Odio esta parte- exclama arreglando su corbata y los deja para acudir a la barra.

Es ¿Qué narices hacia el de la puerta que no ha avisado?

To: No lo se, estoy hasta las pelotas de los ineptos.

Es: Ve a ver que ha pasado.

Ordena y cuando Toncho se marcha, se despeina nerviosa el pelo, creyéndose sola...”caray, mierda de nervios”

Mr: Empiezo a sospechar que me equivoque mucho contigo- rompe el silencio sobresaltándola y se cruza de brazos, apoyada en una columna.

Es: Yo empiezo a sorprenderme contigo, empate técnico- se defiende girándose hacia ella y propicia que ambas enganchen sus miradas y lo hagan retantes.

Las imágenes vistas queman en sus retinas y la imagen contemplada por Martha, hace lo propio en las suyas.

Mr: Jajaja- ríe cínica, ante el desparpajo con el que Estefa se defiende- no hay nada en mi que pueda sorprender.

Es: ¿Tan fácil eres?- pregunta a maldad y consigue lo que quiere, tocada y hundida.

Mr: Vete a la mierda- escupe y se gira marchándose, desde luego esta Estefa poco puede hacer con ella.

Es: Si, lo hago pero sola, ¿a quien llevaras tu?- alza la voz para que la oiga, y curioso, busca su atención pero no para seguir riñendo, por mucho que sus palabras muestren lo contrario.

Pero lo consigue, el alto que hace Martha y el giro que hacia ella da, le dan muestras de que su atención la llamó, solo que lo hizo como sus palabras pretendían.

Mr: A ti o esto que resultas ser, ten por seguro que no- contesta realmente enfadada con ella y lo hace acercando su rostro al de Estefa. Con los ojos abiertos, mostrando ese enfado y los labios entreabiertos, en la duda de continuar el reto o no. Pero, en un segundo la situación cambia y el pulso se le acelera mas de lo que el enfado le había acelerado. Estefa la besa ante su sorpresa y ella no puede evitar, romper el beso y soltarle una gran bofetada- No me creas tan fácil

Segundos duran mirándose, mientras Estefa aguanta como puede las ganas de volver a besarla y de tocarse el labio que comienza a palpitar de dolor.

Y Martha se debate entre recoger la gota de sangre que amenaza con caer del labio de Estefa o fundirse con ella en otro beso. Pero ninguna cede a sus reales pretensiones.

Es: Martha

Mr: No eres mas que una cría.

Sin beso y sin alivio, así queda Estefa mirando marchar a Martha. Pero el mundo gira y gira sin detenerse y hay alguien que si consigue un beso y que no retiene las ganas de fundirse en unos labios gordos, adornados con un hermoso lunar.

M: Anna

An: Maca

No queda nadie mirando la espectacular fuente, solo ellas y ocupan el espacio mínimo de una losa. Totalmente pegadas y fundidas en un beso, que habla lo que ellas callan y esconden.

Es hora de abrir la cajita que guarda un mundo de sentimientos, otra cosa será, que sepan lidiar con ellos.