martes, 19 de marzo de 2013

Wilson S.L. 37



El gran jeep llegaba a las Bodegas y con él, lo hacían Macarena Wilson y Faus, este ultimo conduciéndolo, mientras Macarena, se erguía en el asiento y trataba de recordar la última vez que estuvo allí.

Fue en una celebración parecida y lo hizo solo, por obligación. Su padre venia y exigía que ella lo acompañase. Así lo hizo y poco recuerda de aquella visita, había sido la mañana siguiente a una noche larga en el Satanás.

Hoy en cambio lo hacia por propia voluntad, con el firme propósito de dar todo lo que ella pudiera dar, para que la tregua entre ella y Anna, se alargase en el tiempo.

En esas divagaciones estaba, cuando Faus freno en la garita de acceso a las bodegas y la estridente voz del vigilante de seguridad le devolvió a ese coche y esas bodegas.

Vi: Señora

La voz, temerosa y un tanto asombrada del vigilante, le hizo mirarlo. El hombre de mediana edad, apenas le mantuvo la mirada y se presto accionar la barrera.

M: Faus- con el coche nuevamente en marcha, lo llama, sabiendo que Faus es muy parecido a Estefa, ambos son traslucidos y sinceros.

Fau: ¿Uhm?

M: ¿Como crees que me ha saludado el vigilante?

Fau: Acojonado

Ahí estaba, otro en su lugar, habría contestado yéndose por las ramas, Faus no. Faus solo expresa lo que piensa.

M: Acojonado- tira de las solapas de su abrigo y pliega las faldas de este entre sus piernas- ¿Por que?

Fau: Eres Macarena Wilson, “la señora”, un chasquido de dedos y yo mismo le parto los suyos. Eres la puta ama del co...co.....cotarro, joder. Y por aquí, no están acostumbrados a verte.

M: ¿Cuántos dedos te hecho partir?- pregunta haciéndolo detener la marcha y vuelve a enfadarse, al retomar la misma sensación que en el Satanás, ¿que clase de monstruo creían que era?

Fau: No eres de ese estilo y por ese mismo estilo, no llegamos ahí. Pero podrías ser una Montoya y ellos creen que lo eres- continua sincero y reanuda la marcha, si su jefa quería llegar a hora, debía hacerlo.

M: ¿Lo soy o no lo soy?

Fau: Pareces serlo, pero no lo eres. Tu padre si lo fue y quizás es ese temor, el que la gente te muestra. ¿Me explique bien ahora?

M: Si, ahora si- regresa la vista a la ventanilla, pero la sensación continua ahí y está mas presente, cuando recuerda las palabras de Anna..”no quiero que la convirtáis en un monstruo”- Joder- protesta al aire y sopla, al ver como llegan al hangar donde se guarda el Pinot Doir.

Hangar por el que camina al lado de Faus, apenas dos minutos mas tarde, y lo hace con un semblante mas serio de lo normal. Con cada empleado que se cruza, tiene la misma sensación, el saludo es temeroso y empieza asquearse.

Hasta que divisa a Anna, conversando con Valeria y entonces acelera el paso, está ahí para demostrarle lo orgullosa que se siente de ella y no dejara que una estúpida sensación, lo eche a perder.

Pero que este inquieta, al ser consciente de la imagen que desprende, que esa imagen además sea algo que Anna deteste y que quiera cambiar muchas cosas de su vida, al reconocer claramente en su interior, algo que por mucho que ha intentado callar, está ahí omnipresente, no quiere decir, que pierda carácter. Y ver a Valeria, luciendo una falda tan corta, le revuelve el estomago.

M: Señora Paredes- es su saludo al llegar hasta ellas, excluyendo a propósito a Valeria.

V: Señoras- la rectifica alzando una ceja y con lo que tiene encima, apenas le da importancia.

M: Perdón, no te reconocí como Paredes.

An: Maca- avisa, clavando sus negros ojos en ella. Tiene el día estupendo, como para estar lidiando entre ambas.

V: Déjala, hoy no me molesta- se cruza de brazos y reprime la sonrisa, como le gusta picar a Macarena Wilson.

M: Solo...es un pueblo muy pequeño y

V: También me críe aquí

M: No vestías así- alza la voz y la mirada dura de Anna le hace resoplar, no quería discutir, pero Valeria siempre consigue sacarla de las casillas.

V: No, porque no me daba la gana y ahora si. Y ten por seguro que no me vas a controlar mientras este aquí.

M: Quizás lo haga tu hermana- concluye mirando a Anna y los ojos en blanco de esta, le hacen proseguir- ¿De verdad lo apruebas?

V: ¿Pero tu que edad tienes? Solo es una mini falda, por dios. Me estas desestabilizando, enterita- dramatiza, no queriendo darle el día a su hermana y que carajo, si solo la pica para pasarlo bien, nadie la va a ofender por su forma de vestir. Es una Paredes.

An: Por favor- alza las manos hacia ambas pidiendo un tiempo muerto, pero entonces cae en la cuenta, de que no alza su mano sola, porque no lo está. Su mano esta entrelazada a la de Maca.

¿En que momento había ocurrido? Centrada en el descubrimiento, deja de escuchar a ambas y de reojo observa la unión de sus manos, el pulgar de Maca acaricia sus nudillos constantemente. Entonces mira el perfil de su mujer y si, parece que ella tampoco se ha dado cuenta de esa unión. Había empezado la mañana desbordada emocionalmente y el tonto gesto de que sus manos se buscaran y unieran, le hacía sentirse aún más vulnerable si eso era posible. Y para más, su corazón se aceleraba al verlas seguir discutiendo sin que sus manos se soltasen y lo hacía mas, cuando hizo un pequeño intento de desunión y la mano firme de Maca lo evitó, pero no solo lo evitó con la firmeza de su mano, también lo hizo con una mirada de una milésima de segundo.

Fastidiada por la vorágine de sentimientos que la estaban sacudiendo en medio de ese hangar, tuerce los labios y decide que es hora de retomar el trabajo y buscar un poco de tranquilidad.

An: Val cariño, vete a dormir. Te despierto para comer- concluye la discusión interrumpiéndolas y besa la mejilla de su hermana, para después guiñarle un ojo- ¿Tu te quedas?- pregunta ahora a Maca, quien la mira seria por la interrupción.

M: Si

An: Pues vamos- tira de ella con la misma mano que las mantiene unidas y a los dos o tres pasos, desune las manos y se lleva otra sorpresa, cuando la mano que ha soltado se posiciona ahora en su cintura.

M: Siempre trata de provocarme

An: Uhm, estabas invadiendo su espacio. Puede vestir y hacer lo que le plazca. Y tampoco es novedad, lleváis toda la vida igual.

M: Por...da igual, ¿comes con ella?

An: Y con Estefa

M: Ah

An: Pero, ¿cómo tienes la noche?

M: Pues....para que luzcas en el Bahía la gargantilla, la tengo genial

An: Jajaja ¿nosotras en publico?

M: Si, démosle de que hablar a este pueblo.
 
 

3 comentarios:

  1. Que voy a decir niña...una historia dificil y llena de sorpresas y aunque parece que Anna&Maca van con las velas desplegadas..no me fio ni un pelo...demasiada calma para lo que las rodea...
    Y dejame que te hable de los detalles
    De tus detalles..Genial este...
    An: Por favor- alza las manos hacia ambas pidiendo un tiempo muerto, pero entonces cae en la cuenta, de que no alza su mano sola, porque no lo está. Su mano esta entrelazada a la de Maca.
    ¿En que momento había ocurrido? Centrada en el descubrimiento, deja de escuchar a ambas y de reojo observa la unión de sus manos, el pulgar de Maca acaricia sus nudillos constantemente. Entonces mira el perfil de su mujer y si, parece que ella tampoco se ha dado cuenta de esa unión. Había empezado la mañana desbordada emocionalmente y el tonto gesto de que sus manos se buscaran y unieran, le hacía sentirse aún más vulnerable si eso era posible..
    Solo este parrafo te define Gemo...Eres un Crack niña...
    Divina-Wilson

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  2. Maca está viéndose con nuevos ojos y Anna está descubriendo nuevos detalles que le hacen ver a una Maca distinta...a mi también me ha parecido sublime el momento manos jeje!
    Besos y gracias

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  3. Uuuffff¡¡¡ que intensidad¡¡¡¡ me tiene enganchada¡¡¡¡¡ sigue asi , cosita bella. Jejejeje
    Besicos desde R. , anotepaug jejeje muuuuuuaaaaa

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