El gran jeep llegaba a las Bodegas y con él, lo hacían Macarena Wilson y Faus, este ultimo conduciéndolo, mientras Macarena, se erguía en el asiento y trataba de recordar la última vez que estuvo allí.
Fue
en una celebración parecida y lo hizo solo, por obligación. Su
padre venia y exigía que ella lo acompañase. Así lo hizo y poco
recuerda de aquella visita, había sido la mañana siguiente a una
noche larga en el Satanás.
Hoy
en cambio lo hacia por propia voluntad, con el firme propósito de
dar todo lo que ella pudiera dar, para que la tregua entre ella y
Anna, se alargase en el tiempo.
En
esas divagaciones estaba, cuando Faus freno en la garita de acceso a
las bodegas y la estridente voz del vigilante de seguridad le
devolvió a ese coche y esas bodegas.
Vi:
Señora
La
voz, temerosa y un tanto asombrada del vigilante, le hizo mirarlo. El
hombre de mediana edad, apenas le mantuvo la mirada y se presto
accionar la barrera.
M:
Faus- con el coche nuevamente en marcha, lo llama, sabiendo que Faus
es muy parecido a Estefa, ambos son traslucidos y sinceros.
Fau:
¿Uhm?
M:
¿Como crees que me ha saludado el vigilante?
Fau:
Acojonado
Ahí
estaba, otro en su lugar, habría contestado yéndose por las ramas,
Faus no. Faus solo expresa lo que piensa.
M:
Acojonado- tira de las solapas de su abrigo y pliega las faldas de
este entre sus piernas- ¿Por que?
Fau:
Eres Macarena Wilson, “la señora”, un chasquido de dedos y yo
mismo le parto los suyos. Eres la puta ama del co...co.....cotarro,
joder. Y por aquí, no están acostumbrados a verte.
M:
¿Cuántos dedos te hecho partir?- pregunta haciéndolo detener la
marcha y vuelve a enfadarse, al retomar la misma sensación que en el
Satanás, ¿que clase de monstruo creían que era?
Fau:
No eres de ese estilo y por ese mismo estilo, no llegamos ahí. Pero
podrías ser una Montoya y ellos creen que lo eres- continua sincero
y reanuda la marcha, si su jefa quería llegar a hora, debía
hacerlo.
M:
¿Lo soy o no lo soy?
Fau:
Pareces serlo, pero no lo eres. Tu padre si lo fue y quizás es ese
temor, el que la gente te muestra. ¿Me explique bien ahora?
M:
Si, ahora si- regresa la vista a la ventanilla, pero la sensación
continua ahí y está mas presente, cuando recuerda las palabras de
Anna..”no quiero que la convirtáis en un monstruo”- Joder-
protesta al aire y sopla, al ver como llegan al hangar donde se
guarda el Pinot Doir.
Hangar
por el que camina al lado de Faus, apenas dos minutos mas tarde, y lo
hace con un semblante mas serio de lo normal. Con cada empleado que
se cruza, tiene la misma sensación, el saludo es temeroso y empieza
asquearse.
Hasta
que divisa a Anna, conversando con Valeria y entonces acelera el
paso, está ahí para demostrarle lo orgullosa que se siente de ella
y no dejara que una estúpida sensación, lo eche a perder.
Pero
que este inquieta, al ser consciente de la imagen que desprende, que
esa imagen además sea algo que Anna deteste y que quiera cambiar
muchas cosas de su vida, al reconocer claramente en su interior, algo
que por mucho que ha intentado callar, está ahí omnipresente, no
quiere decir, que pierda carácter. Y ver a Valeria, luciendo una
falda tan corta, le revuelve el estomago.
M:
Señora Paredes- es su saludo al llegar hasta ellas, excluyendo a
propósito a Valeria.
V:
Señoras- la rectifica alzando una ceja y con lo que tiene encima,
apenas le da importancia.
M:
Perdón, no te reconocí como Paredes.
An:
Maca- avisa, clavando sus negros ojos en ella. Tiene el día
estupendo, como para estar lidiando entre ambas.
V:
Déjala, hoy no me molesta- se cruza de brazos y reprime la sonrisa,
como le gusta picar a Macarena Wilson.
M:
Solo...es un pueblo muy pequeño y
V:
También me críe aquí
M:
No vestías así- alza la voz y la mirada dura de Anna le hace
resoplar, no quería discutir, pero Valeria siempre consigue sacarla
de las casillas.
V:
No, porque no me daba la gana y ahora si. Y ten por seguro que no me
vas a controlar mientras este aquí.
M:
Quizás lo haga tu hermana- concluye mirando a Anna y los ojos en
blanco de esta, le hacen proseguir- ¿De verdad lo apruebas?
V:
¿Pero tu que edad tienes? Solo es una mini falda, por dios. Me estas
desestabilizando, enterita- dramatiza, no queriendo darle el día a
su hermana y que carajo, si solo la pica para pasarlo bien, nadie la
va a ofender por su forma de vestir. Es una Paredes.
An:
Por favor- alza las manos hacia ambas pidiendo un tiempo muerto, pero
entonces cae en la cuenta, de que no alza su mano sola, porque no lo
está. Su mano esta entrelazada a la de Maca.
¿En
que momento había ocurrido? Centrada en el descubrimiento, deja de
escuchar a ambas y de reojo observa la unión de sus manos, el pulgar
de Maca acaricia sus nudillos constantemente. Entonces mira el perfil
de su mujer y si, parece que ella tampoco se ha dado cuenta de esa
unión. Había empezado la mañana desbordada emocionalmente y el
tonto gesto de que sus manos se buscaran y unieran, le hacía
sentirse aún más vulnerable si eso era posible. Y para más, su
corazón se aceleraba al verlas seguir discutiendo sin que sus manos
se soltasen y lo hacía mas, cuando hizo un pequeño intento de
desunión y la mano firme de Maca lo evitó, pero no solo lo evitó
con la firmeza de su mano, también lo hizo con una mirada de una
milésima de segundo.
Fastidiada
por la vorágine de sentimientos que la estaban sacudiendo en medio
de ese hangar, tuerce los labios y decide que es hora de retomar el
trabajo y buscar un poco de tranquilidad.
An:
Val cariño, vete a dormir. Te despierto para comer- concluye la
discusión interrumpiéndolas y besa la mejilla de su hermana, para
después guiñarle un ojo- ¿Tu te quedas?- pregunta ahora a Maca,
quien la mira seria por la interrupción.
M:
Si
An:
Pues vamos- tira de ella con la misma mano que las mantiene unidas y
a los dos o tres pasos, desune las manos y se lleva otra sorpresa,
cuando la mano que ha soltado se posiciona ahora en su cintura.
M:
Siempre trata de provocarme
An:
Uhm, estabas invadiendo su espacio. Puede vestir y hacer lo que le
plazca. Y tampoco es novedad, lleváis toda la vida igual.
M:
Por...da igual, ¿comes con ella?
An:
Y con Estefa
M:
Ah
An:
Pero, ¿cómo tienes la noche?
M:
Pues....para que luzcas en el Bahía la gargantilla, la tengo genial
An:
Jajaja ¿nosotras en publico?
M:
Si, démosle de que hablar a este pueblo.
Que voy a decir niña...una historia dificil y llena de sorpresas y aunque parece que Anna&Maca van con las velas desplegadas..no me fio ni un pelo...demasiada calma para lo que las rodea...
ResponderEliminarY dejame que te hable de los detalles
De tus detalles..Genial este...
An: Por favor- alza las manos hacia ambas pidiendo un tiempo muerto, pero entonces cae en la cuenta, de que no alza su mano sola, porque no lo está. Su mano esta entrelazada a la de Maca.
¿En que momento había ocurrido? Centrada en el descubrimiento, deja de escuchar a ambas y de reojo observa la unión de sus manos, el pulgar de Maca acaricia sus nudillos constantemente. Entonces mira el perfil de su mujer y si, parece que ella tampoco se ha dado cuenta de esa unión. Había empezado la mañana desbordada emocionalmente y el tonto gesto de que sus manos se buscaran y unieran, le hacía sentirse aún más vulnerable si eso era posible..
Solo este parrafo te define Gemo...Eres un Crack niña...
Divina-Wilson
Maca está viéndose con nuevos ojos y Anna está descubriendo nuevos detalles que le hacen ver a una Maca distinta...a mi también me ha parecido sublime el momento manos jeje!
ResponderEliminarBesos y gracias
Uuuffff¡¡¡ que intensidad¡¡¡¡ me tiene enganchada¡¡¡¡¡ sigue asi , cosita bella. Jejejeje
ResponderEliminarBesicos desde R. , anotepaug jejeje muuuuuuaaaaa