Arrastrando
la larga noche y el poco descanso con el que ha premiado a su
maltratado cuerpo, conduce el gran jeep, con la niña sentada en los
asientos traseros y trata de mantenerse activa para ella y ser
partícipe de aquello que la niña le relata sin tregua.
Ad:
Ah...¿te conté?
M:
¿El que? No has parado de hablar desde la comida.
Ad:
Uh, la profe dijo que estaba inquieta.
M:
Jajaja ¿y lo estás?
Ad:
Uh..es que...es que...mami, creo que ya elegí- confiesa nerviosa y
se agarra las manitas.
M:
¿Que has elegido?- pregunta ahora despistada al reducir velocidad
por lo poco transitable que se muestra el camino y maniobrando para
pasar un badem natural, ve a su derecha un enorme y viejo nogal, que
la transporta a muchos años atrás.
Ad:
¿Cuantos años tiene?- pregunta mirando el mismo árbol, con el
coche detenido y como niña que es, olvida aquello que iba a
confesar.
M:
Muchos, mas de cien- sonríe y aprieta las mandíbulas sin poder
apartar la vista de ese viejo nogal.
Ad:
Ahí jugaban mama y las titas. ¿Sabes que su madera es carisima?
M:
Si
Ad:
¿Si? Jeje, ¿en que piensas mami?
M:
Uhm, ahí tu madre me enseño a montar a caballo.
Ad:
¿No fue el abuelo?
M:
No, el solo me enseño a cabalgarlo, pero quien me enseño de veras,
fue mama. Jajaja, ¿sabes como?
Ad:
En bañador, conmigo lo hace. Debes sentir y apreciar, cada
movimiento del caballo, no hay mejor forma. Es lo que dice ella.
M:
Si- consigue apartar la vista del árbol y se gira sonriendo hacia su
hija- yo no me lo esperaba. Me cito aquí y me dijo que trajese traje
de baño.
Ad:
Jejeje ¿si?
M:
Si, pero yo creí que sería para ir a la laguna.
Ad:
Es que tu eras mas pequeña que ella.
M:
Jajaja- se apoya riendo en el espaldar del asiento, sumergiéndose
por completo en el recuerdo de aquellos días- Cuando me hizo
desnudarme para subir al caballo.....
Ad:
Jajaja- ríe tapándose la boca al ver a su madre poner los ojos en
blanco, contagiándose por aquello que le cuenta- te moriste de la
vergüenza.
M:
Si, y mama me decía, vamos Wilson no puedes tener algo diferente a
mi.
Ad:
Jajaja, que mala ¿y lo hiciste?
M:
Si ¿y sabes?
Ad:
¿Que?
M:
Ella también usó traje de baño
Ad:
Ahí va...seguro estaba guapísima
M:
Jajaja, mucho. Anda, mejor seguimos o se enfadará si se nos hace de
noche.
Y
mientras ellas continúan su camino hacia la casa de la laguna, en
ella, Anna continua frente al lienzo blanco sin saber que pintar en
él y su hermana Valeria regresa junto a ella, tras una ducha.
V:
¿No te cambias?
An:
¿Uhm?- pregunta distraída absorta en el pueril lienzo- no.
V:
Pues yo te he cogido este vestido- se luce para mostrar el corto
vestido negro que lleva, pero tiene que tocar el brazo de su hermana
para que le preste atención- ¿Me queda de muerte?
An:
Jajaja si y con las botazas que te has puesto, de infarto vamos.
V:
Jajaja, es el toque Val- exagera la a, mostrando la lengua y es
entonces cunado se percata que su hermana no se ha cambiado y
continua en jeans y camiseta blanca, pero hay algo que resalta
sobremanera y antes no- Que fuerte
An:
¿Que?
V:
Vas a saco
An:
¿Que dices ahora?- pregunta volviendo la vista al lienzo y la
desesperación por la falta de inspiración, le hacen acariciarse el
cuello.
V:
Que te has quitado el sujetador, pedazo perraca.
An:
Ah...eso, comodidad, ya ves tu que cosa.
V:
Já, a mi no me la das, ¿quieres dejar de mirar la puñetera cosa
esa?
An:
Jajaja
V:
Y una cosa te voy a decir, mataros las dos si queréis y como
queráis, pero cuidadito que estará mi niña y ella no tiene culpa
de nada.
An:
Exagerada eres, solo vamos a- hace una pausa al escuchar un silbido y
ahora si deja de mirar el lienzo para mirar a su hermana.
V:
¿Sabes que es lo peor? Que la imbécil que silba no sabe que hace un
tiempo ese silbido te daba la vida.
An:
Y ahora me la quita- susurra mas para si que para su hermana y se
atusa su larga melena, preparándose para recibir a quien silba y a
su hija- quedate a cenar, después te vas ¿te parece?
V:
Claro tonta, voy a darle un poco de por culito.
An:
Jajaja, no te pases.
V:
Nada, un poquito nada mas- concluye y se marcha sonriendo a la
puerta, por la que ya entra su sobrina, abalanzándose hacia ella
nada mas verla- wau- la coge en brazos como puede, que la niña es
alta y sus ojos se topan con otros que la observan impávidos- estas
enorme cariño, no puedo contigo- la deja en el suelo, ignorando a su
cuñada parada frente a ella.
M:
¿Que haces aquí?- pregunta manteniendo la misa seriedad, pero no
puede evitar sonreír al ver como su hija continua abrazada a ella.
Ad:
Eso Tita, ¿como que has venido?
V:
De visita y quizás me quede un tiempo.
Ad:
Uh...¿y que harás?
M:
No creo que trabajar- murmura queriendo ser oída por su cuñada y
accede a la vivienda esquivándolas.
V:
Jajaja aprovechate de que este mi angelito aquí- responde sin
achicarse y agarra el rostro de su sobrina para seguir besándola.
Ad:
¿Quien se tiene que aprovechar?
V:
Nadie cariño, tu madre me entiende.
Ignorando
la contestación de su cuñada, acostumbradas a ellas, avanza por la
casa y en el salón, divisa a Anna frente al lienzo en blanco.
Sin
saludar ni hacer denotar su presencia en el salón, camina hacia uno
de los armarios y tras sacar un pequeño revolver de su cinturón, lo
guarda en un cajón con llave, cerrándolo a continuación.
An:
Te dije que aquí nada de armas- rompe el silencio tras observar sus
movimientos por el cristal de la ventana, sin girarse a ella. Pero no
obtiene contestación ninguna y molesta, lo hace. Se gira y se
encuentra cara a cara con una Macarena que la mira en completo
silencio. Silencio que prosigue unos instantes mas, con ambas
mirándose a los ojos, hasta que cansada del reto, decide relajar el
ambiente por el bien de la niña- Esta casa es mas pequeña y Adri
puede encontrarla.
M:
¿Que has hecho en Madrid?- pregunta ignorando por completo lo que
Anna dice y da un paso hacia ella, ignorando también lo que se había
propuesto para esos días, no discutir.
An:
¿Que has hecho tu aquí?- contesta altiva y no se achica ante su
aproximación.
M:
Trabajar- aproxima el rostro al de ella y pronuncia silaba a silaba,
enfadándose por momentos.
An:
Ya, trabajar
M:
Repito ¿que has hecho en Madrid?
An:
Lo que me ha dado la real gana.
M:
Anna- sujeta sus brazos con ambas manos y la pega contra ella,
olvidándose de todo, al ver en los ojos que mira incredulidad y un
toque de ironía.
An:
Suéltame
Ad:
Jejeje, ya se van a besar
M:
Jajaja- ríe al escuchar a su hija tras ella y lo hace mas al ver el
gesto cansado de Anna- Se te olvida- susurra acercándose a los
labios de una Anna, que continua firme y orgullosa- y tiene que
llegar nuestra hija a recordartelo, eres mi mujer y así sera
siempre.
Ésta tensión, éste querer quedar por encima, ésta lucha de titanes, éste ver quién manda en quién...
ResponderEliminarME FASCINA
GRACIASSS ARTISSTAZAAAAAAAAAAA