miércoles, 20 de febrero de 2013

Wilson S.L. 17


Arrastrando la larga noche y el poco descanso con el que ha premiado a su maltratado cuerpo, conduce el gran jeep, con la niña sentada en los asientos traseros y trata de mantenerse activa para ella y ser partícipe de aquello que la niña le relata sin tregua.

Ad: Ah...¿te conté?

M: ¿El que? No has parado de hablar desde la comida.

Ad: Uh, la profe dijo que estaba inquieta.

M: Jajaja ¿y lo estás?

Ad: Uh..es que...es que...mami, creo que ya elegí- confiesa nerviosa y se agarra las manitas.

M: ¿Que has elegido?- pregunta ahora despistada al reducir velocidad por lo poco transitable que se muestra el camino y maniobrando para pasar un badem natural, ve a su derecha un enorme y viejo nogal, que la transporta a muchos años atrás.

Ad: ¿Cuantos años tiene?- pregunta mirando el mismo árbol, con el coche detenido y como niña que es, olvida aquello que iba a confesar.

M: Muchos, mas de cien- sonríe y aprieta las mandíbulas sin poder apartar la vista de ese viejo nogal.

Ad: Ahí jugaban mama y las titas. ¿Sabes que su madera es carisima?

M: Si

Ad: ¿Si? Jeje, ¿en que piensas mami?

M: Uhm, ahí tu madre me enseño a montar a caballo.

Ad: ¿No fue el abuelo?

M: No, el solo me enseño a cabalgarlo, pero quien me enseño de veras, fue mama. Jajaja, ¿sabes como?

Ad: En bañador, conmigo lo hace. Debes sentir y apreciar, cada movimiento del caballo, no hay mejor forma. Es lo que dice ella.

M: Si- consigue apartar la vista del árbol y se gira sonriendo hacia su hija- yo no me lo esperaba. Me cito aquí y me dijo que trajese traje de baño.

Ad: Jejeje ¿si?

M: Si, pero yo creí que sería para ir a la laguna.

Ad: Es que tu eras mas pequeña que ella.

M: Jajaja- se apoya riendo en el espaldar del asiento, sumergiéndose por completo en el recuerdo de aquellos días- Cuando me hizo desnudarme para subir al caballo.....

Ad: Jajaja- ríe tapándose la boca al ver a su madre poner los ojos en blanco, contagiándose por aquello que le cuenta- te moriste de la vergüenza.

M: Si, y mama me decía, vamos Wilson no puedes tener algo diferente a mi.

Ad: Jajaja, que mala ¿y lo hiciste?

M: Si ¿y sabes?

Ad: ¿Que?

M: Ella también usó traje de baño

Ad: Ahí va...seguro estaba guapísima

M: Jajaja, mucho. Anda, mejor seguimos o se enfadará si se nos hace de noche.

Y mientras ellas continúan su camino hacia la casa de la laguna, en ella, Anna continua frente al lienzo blanco sin saber que pintar en él y su hermana Valeria regresa junto a ella, tras una ducha.

V: ¿No te cambias?

An: ¿Uhm?- pregunta distraída absorta en el pueril lienzo- no.

V: Pues yo te he cogido este vestido- se luce para mostrar el corto vestido negro que lleva, pero tiene que tocar el brazo de su hermana para que le preste atención- ¿Me queda de muerte?

An: Jajaja si y con las botazas que te has puesto, de infarto vamos.

V: Jajaja, es el toque Val- exagera la a, mostrando la lengua y es entonces cunado se percata que su hermana no se ha cambiado y continua en jeans y camiseta blanca, pero hay algo que resalta sobremanera y antes no- Que fuerte

An: ¿Que?

V: Vas a saco

An: ¿Que dices ahora?- pregunta volviendo la vista al lienzo y la desesperación por la falta de inspiración, le hacen acariciarse el cuello.

V: Que te has quitado el sujetador, pedazo perraca.

An: Ah...eso, comodidad, ya ves tu que cosa.

V: Já, a mi no me la das, ¿quieres dejar de mirar la puñetera cosa esa?

An: Jajaja

V: Y una cosa te voy a decir, mataros las dos si queréis y como queráis, pero cuidadito que estará mi niña y ella no tiene culpa de nada.

An: Exagerada eres, solo vamos a- hace una pausa al escuchar un silbido y ahora si deja de mirar el lienzo para mirar a su hermana.

V: ¿Sabes que es lo peor? Que la imbécil que silba no sabe que hace un tiempo ese silbido te daba la vida.

An: Y ahora me la quita- susurra mas para si que para su hermana y se atusa su larga melena, preparándose para recibir a quien silba y a su hija- quedate a cenar, después te vas ¿te parece?

V: Claro tonta, voy a darle un poco de por culito.

An: Jajaja, no te pases.

V: Nada, un poquito nada mas- concluye y se marcha sonriendo a la puerta, por la que ya entra su sobrina, abalanzándose hacia ella nada mas verla- wau- la coge en brazos como puede, que la niña es alta y sus ojos se topan con otros que la observan impávidos- estas enorme cariño, no puedo contigo- la deja en el suelo, ignorando a su cuñada parada frente a ella.

M: ¿Que haces aquí?- pregunta manteniendo la misa seriedad, pero no puede evitar sonreír al ver como su hija continua abrazada a ella.

Ad: Eso Tita, ¿como que has venido?

V: De visita y quizás me quede un tiempo.

Ad: Uh...¿y que harás?

M: No creo que trabajar- murmura queriendo ser oída por su cuñada y accede a la vivienda esquivándolas.

V: Jajaja aprovechate de que este mi angelito aquí- responde sin achicarse y agarra el rostro de su sobrina para seguir besándola.

Ad: ¿Quien se tiene que aprovechar?

V: Nadie cariño, tu madre me entiende.

Ignorando la contestación de su cuñada, acostumbradas a ellas, avanza por la casa y en el salón, divisa a Anna frente al lienzo en blanco.

Sin saludar ni hacer denotar su presencia en el salón, camina hacia uno de los armarios y tras sacar un pequeño revolver de su cinturón, lo guarda en un cajón con llave, cerrándolo a continuación.

An: Te dije que aquí nada de armas- rompe el silencio tras observar sus movimientos por el cristal de la ventana, sin girarse a ella. Pero no obtiene contestación ninguna y molesta, lo hace. Se gira y se encuentra cara a cara con una Macarena que la mira en completo silencio. Silencio que prosigue unos instantes mas, con ambas mirándose a los ojos, hasta que cansada del reto, decide relajar el ambiente por el bien de la niña- Esta casa es mas pequeña y Adri puede encontrarla.

M: ¿Que has hecho en Madrid?- pregunta ignorando por completo lo que Anna dice y da un paso hacia ella, ignorando también lo que se había propuesto para esos días, no discutir.

An: ¿Que has hecho tu aquí?- contesta altiva y no se achica ante su aproximación.

M: Trabajar- aproxima el rostro al de ella y pronuncia silaba a silaba, enfadándose por momentos.

An: Ya, trabajar

M: Repito ¿que has hecho en Madrid?

An: Lo que me ha dado la real gana.

M: Anna- sujeta sus brazos con ambas manos y la pega contra ella, olvidándose de todo, al ver en los ojos que mira incredulidad y un toque de ironía.

An: Suéltame

Ad: Jejeje, ya se van a besar

M: Jajaja- ríe al escuchar a su hija tras ella y lo hace mas al ver el gesto cansado de Anna- Se te olvida- susurra acercándose a los labios de una Anna, que continua firme y orgullosa- y tiene que llegar nuestra hija a recordartelo, eres mi mujer y así sera siempre.






1 comentario:

  1. Ésta tensión, éste querer quedar por encima, ésta lucha de titanes, éste ver quién manda en quién...
    ME FASCINA

    GRACIASSS ARTISSTAZAAAAAAAAAAA

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