domingo, 17 de febrero de 2013

Wilson S.L. 14


Planeaba estar sola en esa casa, a pesar de saber que en nada su presencia ahí, no sería ningún secreto. Casa, de la que estaba enamorada desde muy temprana edad y curioso es, que en eso compartía gusto con una de las personas a las que más animadversión había tenido, Doña Rosario Fernández.

Esposa de Francisco Wilson, fallecida hace tres años, mujer florero en toda la extensión del término. Despreocupada de los turbios negocios de su marido, de las bodegas y de la educación que este impartía a sus tres hijos. Alguien, para Anna, sin ambición y sin personalidad alguna, gustosa solo, de la buena vida que esos turbios negocios le ofrecían.

Pero si, esa casita de la laguna, también era para Rosario su lugar preferido de esparcimiento, la señora se escondía en ella días, gustando de la soledad y tranquilidad que la casa evocaba y evoca.

Casa donde ella misma, prácticamente paso los meses en que estuvo embarazada y casa, donde vivió junto a Adriana los primeros meses de vida de la niña, pese a estar ya casada con Macarena Wilson.

Macarena Wilson, ahora en esa casa, esperando una visita y de pie frente a un lienzo en blanco, Anna fija su vista en ese blanco pulcro y su pensamiento vuela hacia un tiempo atrás, cuando al regresar a esas tierras para pasar el verano aprovechando las vacaciones en la Universidad, se la encontró en una de las fincas Paredes, montando a caballo o mas bien intentándolo.

Conducía un Mini Couper descapotable y regresaba de un pequeño cóctel al que había sido invitada. Y lo hacia disfrutando del sol y de la brisa de finales de junio, cuando en unos de los caminos de las tierras de su padre, vió a una chica que estaba a punto de perder el control sobre el caballo que montaba.

A pocos metros de ella, reducía la velocidad y entrecerraba los ojos sonriendo, al reconocerla como la mediana de los Wilson. Justo, regresaba de tomar una copa con su hermano mayor, Francisco y este y sus amigos, la habían puesto al tanto del fuerte carácter de la chica.

No la había visto desde una cena benéfica la navidad pasada y debía reconocer que a simple vista, Macarena había crecido bastante. Seis años menor que ella, por lo que, debía andar en los dieciséis o diecisiete años y por mucho carácter que su hermano decía tenía, la verdad es que el caballo, al que ella pretendía hacer cruzar un pequeño riachuelo, se le estaba resistiendo y mucho.

Sin ninguna cita pendiente y divertida, por el genio con el que ahora la veía tratar al caballo, detiene el coche y se presta a observarla, sin salir de él.

M: Vamos bonito, es solo un riachuelo.

An: Jajaja, le da miedo Macarena, solo tienes que hacerle ver que puede confiar en ti- murmura para ella, divertidísima del espectáculo, pero su risa ha sido escuchada, por una Macarena, que se gira a mirarla, pero el caballo vuelve a retorcerse y ella tiene que coger fuerte las riendas, o empezará a galopar huyendo de ese riachuelo- Clavale las espuelas- alza la voz, dejando la diversión al ver los nerviosos movimientos del caballo y baja del coche, prestándose a ayudarla.

M: Joder, mira como me estas haciendo quedar, es Anna- murmura por igual intentando tranquilizar al caballo.

An: Cabezota tu caballo, Wilson- le dice a pocos pasos de ella y su caballo, cruzándose de brazos al distingue un halo de orgullo en los marrones ojos de la joven.

M: Es miedoso, pero lo estoy rectificando- contesta orgullosa y logra detener los movimientos del caballo.

An: Uy si, ya lo veo.

M: Puedes apostar, que lograré hacerle cruzar el riachuelo.

An: Jajaja, muy bien, veámoslo- le re replica volviendo a la diversión y camina de espaldas, hasta quedar apoyada en su coche. Apoyada en él, siente la mirada de Macarena fija en ella y el orgullo que demuestra la joven, empieza a gustarle. Por eso se acomoda en el capot del coche y mantiene la mirada en ella.

Pero lo que no sabe, es que Macarena parece olvidarse del caballo y examina el cuerpo de Anna en la distancia recordando las palabras de su hermano Fran; “Regreso Anna Paredes, así que jajaja olvídate de mi en un tiempo, ya sabes lo que dijo Papa, un matrimonio con las Paredes nos vendría bien y si tengo que elegir a una Paredes, sin duda será a ella. Es una puta diosa hermana, esa mujer siempre me ha gustado y ten por seguro, que será mi mujer. ¿La recuerdas en Navidad?, me encanta su cuerpo y se por muy buenas fuentes, que es dura de domar, jajaja ¿no te parece ideal?” “Padre siempre dice, que no debemos enredarnos con alguien así”, fueron las palabras con las que contesto a su hermano.

Y ahora viéndola burlona apoyada en ese coche, con un vestido color claro, que resalta su piel morena, recto hasta medio muslo y de anchos tirantes, con una larga melena color chocolate, dejada sobre uno de sus hombros y mostrando así su largo cuello, sonríe canalla al pensar en como sería o como respondería, si se la intentase domar.

Pero otro giro en redondo de su caballo, le hace recordar que primero debería domar al caballo que monta.

M: Bonito, demostrémosle a la creída Paredes, que se equivoca y borrémosle esa sonrisa.

An: Esto va a ser divertido, jajaja

M: Hey, lo voy a conseguir- alza la voz al verla reír y se presta a ello concentrándose en las riendas.

An: Jajaja bien, aquí estoy esperando.

Y esperar, espera unos minutos en los que Macarena intenta una y otra vez, que el caballo cumpla sus ordenes sin ningún éxito y consigue que el caballo, cada vez se muestre mas nervioso.

No queriendo que la diversión por picar a Macarena, termine en un accidente, se aproxima a ella y con la mano le indica que se detenga.

An: Baja y sujétalo para que yo suba.

M: ¿Qué? Vas en vestido y tacones- se niega, siendo consciente de lo nervioso que se muestra el caballo, pero percibe, que a Anna, parece no importarle.

An: Aja, haz lo que te digo- sujeta las riendas del caballo y acompaña la orden con un guiño que hace sonrojar a la mediana de los Willson.

M: No lo conseguirás, menos sin espuelas- baja reticente del caballo y trata de no mirarla, al saberse sonrojada. Pero debe sujetar las riendas y además, Anna se apoya en su brazo descalzándose, por lo que le es imposible no mirarla y menos, cuando el aroma de Anna, le llega envolviéndola ante su cercanía- ¿Descalza?

An: Llevo montando desde muy pequeña- contesta agachándose para recoger los zapatos y cuando vuelve a estar recta, topa con los ojos fijos de Macarena- Voy a ganarte- arruga la nariz picándola- Jajaja- ríe ante la cara desconcertada de Maca y continua con eso que empieza a encantarle- ¿Podrás con ello Wilson?

M: Primero debes conseguirlo- encoge los hombros y sonríe contagiada por la sonrisa constante de Anna.

An: Uy, no lo dudes- sube de un salto al caballo y ya sentada, se sube el vestido acomodándose y muestra así, sus largas piernas.

Piernas morenas, a las que Macarena se queda enganchada sin remedio, recorriéndolas con los ojos desde el pie hasta donde el vestido las oculta y que la hacen volver a sonrojarse, al sentirse pillada in fraganti por Anna.

An: ¿Preparada?

M: Oh vamos, eres una creída.

An: Jajaja. Soy una Paredes, puedo serlo, ¿Acaso tu no Wilson?

Sonriendo al recordarse compartiendo risas con ella, atiende la llamada de teléfono que recibe y que la saca de ese recuerdo.

An: Hola…buenos días….aja….¿anoche? …ya, con ella…uhm…no, no me interesa nada mas- es la breve conversación que mantiene y es la conversación que borra la sonrisa de su cara. Pasando ahora a una extrema seriedad, que la hace apretar las mandíbulas enfadada.

Y quien la ha llamado, disfruta del enfado que ha apreciado en la voz de Anna, mientras piensa “jodete y toma de tu propia medicina”









2 comentarios:

  1. Divina-Wilson...

    ¡¡Anna..Anna...''Vose..vose me mataaaa¡¡...
    ¡¡Anna..Anna...''Vose..vose me mataaaa¡¡...

    Pedonadme mi malisimo portugues..
    pero amo ha esta mujer..Ainsss...
    Morena...seductora ( de menores tambien..esto suma puntos ..jaja) con unas piernas largas y de fuego..
    que a mi tierna Macarena al verlas ''se lan quemao'' las pestañas y todo...
    Y malvada..malvada por que va a por mi tiernisima Macarena con premeditacion y alevosia...
    Una mujer-mujer...Gemo...me encanta tu historia niña...De verdad..

    ¡¡Anna..Anna...''Vose..vose me mataaaa¡¡...
    ¡¡Anna..Anna...''Vose..vose me mataaaa¡¡...

    Jjajajaja...Saluditos....

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