jueves, 25 de febrero de 2016

Tres 3

 2.
La pequeña reunión con sus amistades de siempre, calmo algo a Cayetana. Pero bastaba que se quedase parada, para que la imagen de la chica, su próxima cita, y lo que en sí significaba, acaparase todos sus pensamientos, realzando su inquietud.

miércoles, 24 de febrero de 2016

La escalera

No se cuantas son las noches ya, que subo aquí y me fumo mi último cigarro del día contigo. No sé cuántas son, ni cuantas me quedarán. Ni una sola, no te siento aquí conmigo, pero es en noches como ésta, cuando ella nos alumbra titánica y soberbia, que te siento más mía. El cigarro se me consume, mientras recuerdo cualquier cosa que me sepa a ti.

lunes, 22 de febrero de 2016

Tres 2

 Es la morena de pelo largo. Vestido corto estampado. Esa es tu chica, Cayetana.
"Esa es tu chica, Cayetana"- breve frase capaz de encerrar un aberración. No es mi chica, no la elijo para acompañarme en mi vida, la elijo como puro objeto sexual. Observando a la chica, Cayetana continuaba contradiciéndose. Jaume, le dio tiempo y ambos apuraron inquietos sus copas.

sábado, 20 de febrero de 2016

Habitación 303


Habitación 303, ese TRES que eligió un día porque ese mismo TRES las eligió a las dos para unir sus vidas.
TRES, que bien suena en su boca como lo hace en su corazón. 

martes, 16 de febrero de 2016

Tres 1

1.
Sentada en el taxi, se dejaba llevar a una cita demasiado especial. ¿Lo había pensado suficiente? Puede que no, o puede que de tanto pensarlo, había decidido quedarse con la idea inicial. Si algo no encajaba, si la chica no era de su agrado o si al final no podía dar el paso por cualquier causa, estaba a tiempo. Esa noche, solo iba a inspeccionar.
El último pensamiento no la hizo sentirse muy orgullosa. Inspeccionar, como el que va de tiendas, este vestido me gusta, este no. Clara opción de compra, revisar chequera, y “Oh si, me lo llevo”. Pero ella no iba a comprar un vestido o un diván antiguo. Iba a inspeccionar a una chica. Según Jaume, veinticuatro años, de profesión no remunerada escritora y como remunerada, chica de compañía.
¿Que diferencia existe entre chica de compañía y puta? ¿Quien había sido el falso o falsa que cambió la expresión disfrazándola? Alguien a quien seguro, le molestaba la palabra puta, pero que en cambio, solía recurrir a ellas con bastante frecuencia.
Nuevo hondo suspiro, el local al que acude está a tan solo dos calles más. Bueno, una copa en la compañía de Jaume siempre o casi siempre, le resulta placentera. Ese loco trovador, la conquistó años ha, cuando las canas que hoy cubren su cabeza eran de color negro azabache, como lo era su despreocupada barba, poco más había cambiado su aspecto. Jaume era de genética agradecida, como los buenos caldos de reserva, que mejoran con los años. Pero ese loco trovador, era mucho más que un físico de “atrapa hambrientas”, era un corazón con patas, un amigo, un consejero y su mayor confesor.
Que gusto recordar aquellos tiempos, en los que él no pintaba canas y ella no inspeccionaba chicas. Reuniones de locos soñadores que creían poder cambiar el mundo mediante el arte. Días fumando hierba y organizando batallas intelectuales. Cuantos cambios en dos décadas, los manifiestos ahora no son en papel, son en las redes sociales. Suerte, que los premios “Goya” guardan aun algo de aquellas reivindicaciones, aunque estén tan politizados que pensándolo bien, no son un ejemplo acertado.
A escasos metros del local, la imagen de Jaume apoyado con una pierna doblada en la pared, con pitillos negros ajustados, camisa que define su atractivo pectoral y un cigarrillo en su mano, le hace sonreír, como cada vez que lo contempla en la distancia como ahora. Un loco trovador, que a su misma edad, cuarenta y tres años, se cree poseedor de la juventud eterna.
Revisando el marcador del taxi, sacó de su billetera veinte euros. Reconociéndose nerviosa, no quiso perder tiempo. Esa cita iba contra todos sus principios y Jaume, era el único que conocía sus planes y en cierta forma, los aceptaba. De su mano sería más fácil, ojear el mercado y decidir si había o no, segundo paso a dar.
Pagado el taxi, sonrió esperando que el propio Jaume le abriese la puerta. Siendo un poquito vanidosa, ese tipo de detalles caballerosos le seguían gustando. No está nada mal, disfrutar de la galantería, y a galante, Jaume era el primero.
- Se que no aguantas lo repetitivo, pero estas hermosa como nunca- dijo él saludándola.
Jaume no la defraudó y de su mano, bajó del taxi. Un coqueto gesto y su ajustado vestido cayó perfecto, delineando su cuerpo. De estatura media, a poder ser siempre estilizado con altos tacones, cabello rubio perfectamente cuidado de envidiable brillo, de rostro con raza, facciones marcadas, labios gruesos, pómulos muy definidos y profundos ojos color miel. La belleza femenina, es tan arte para ella como lo era para Bernini y ninguno de los complementos que lucen, son llevados por casualidad. Todo ella es una obra de arte y las obras, se dejan querer.
- Algún día, mis advertencias a tu mujer se harán realidad. Te secuestrare para el resto de nuestros días- dijo Jaume, apretando sus manos entre las suyas. Siempre galante, dejaba un leve beso en ellas y buscaba rápido la sonrisa en la dueña de las suaves manos besadas.
El halago, el beso y la sonrisa de Jaume tomándola de la cintura, no la sorprenden, pero si la reconfortan.
- Recuerda que odio el calor y por igual me ocurre con el frío, confío en que hallarás la solución- dice caminando llevada por su loco trovador y las puertas del local se abren para que los dos entren, revisando los rostros de aquellos con los que se cruzan en su camino hacia la parte más reservada del local.
- Años que te conozco, apuesta que tengo el sitio perfecto- dice Jaume, alargando el coqueteo entre ambos. Conoce demasiado a la mujer a la que acompaña. Su porte seguro, su elegante caminar, a él no lo engañan. Está nerviosa y es para estarlo. Muchos años reivindicando el trato por igual de la mujer, intentando acabar con todas las desigualdades y tópicos, intentando darle la dignidad, el poder de decisión, la valía por sí misma a la mujer y ambos, hoy y ahora, ojearan a una chica, para decidir si habrá trato o no lo habrá.
- Antes que nada, Jaume- alejados de las miradas mas públicas de los clientes del local, la mujer se detiene sin llegar a tomar asiento en los sillones elegidos por Jaume- necesito una copa.
- Claro- sonríe Jaume felicitándose. Estaba cantado que esta situación podría desubicarla- de todas maneras, no ha llegado.
- La impuntualidad no me molesta.
Lo dicho por la mujer, provoca que ambos rían relajándose. A la primera copa le sigue una segunda. Jaume sabe cómo manejar la situación y pronto trovador y reina, conversan de amistades, trabajos y parejas, olvidando el porqué de su cita en ese local.
- Se rumorea- Jaume hizo una pausa, sabía de lo poco que le gustaban esas cosas, pero el rumor estaba lo suficientemente activo, como hacérselo participe-ya sabes en los mentideros, que no encuentras financiación para tu nuevo proyecto. Un intento de politizarte.
La última observación de Jaume le hizo arrugar los labios pensativa. Habían sido muchos los intentos de enmarcarla en una rama u otra de la política. De todos había salido ganadora, sus películas al final eran un canto a la libertad real, a la palpable, no a la que se puede vender en un programa electoral.
- Lo único cierto, es que sin estar en un bando u otro, acabas como siempre, financiándote tu mismo. Algo con lo que siempre he estado de acuerdo, salvo para aquellos que empiezan. Un nombre consagrado no tiene más sentido que el de estimular la creación, pero si la creación fluye, con que por igual fluya el crédito, basta.
Enfrascada en la conversación con Jaume, se distraía removiendo su copa, en uno de los altos de la conversación entre ambos, identificó un destello muy claro en los ojos de Jaume. Este intentaba seguir atento a su conversación, pero sus ojos se comportaban traviesos y de vez en cuando, enfocaban una parte en concreto del local.
Si fuese una chica con la que no quería encontrarse, si fuese algún conocido pesado, algún fan o cualquiera que Jaume no quisiera ver en ese momento, ya se lo habría dicho, si callaba fingiendo atención, solo podía ser una cosa. La chica había llegado al local. Tal conclusión la hizo soltar aire por la boca y morderse los labios mirando a Jaume, quien la miraba alzando las cejas. Había llegado el momento.
- Jaume- lo llamó asustada.
- A ver, eh....es lo que querías, lesbiana, no busca fama, y solo es chica de compañía- los ojos color miel se clavaron en él, tras la expresión utilizada y Jaume prosiguió intentando ayudar- me refiero, no ha mantenido relaciones sexuales por dinero. Lleva nada en este mundo y quien me la recomendó sabes que es de fiar. Ahora sólo debes mirarla, una palabra que me digas y así hacemos.
- No se si esto es lo correcto. Es una mujer, no un trozo de carne- previene ella.
- Es la morena de pelo largo. Vestido corto estampado. Esa es tu chica, Cayetana.






domingo, 7 de febrero de 2016

Bandolera 4


Confesar que estaba prendaita por una criatura que apuntaba con un trabuco sin pólvora que quemar, fue lo de menos comparado con confesarle su robo. Pero su Doña, leal como ella misma le era, le restó importancia, sin dejar de regañarla por no haberlo pedido. Abrazándose entre las dos quedó todo apañado, pero a la Doña le picó la curiosidad por el bandolero que sonrojaba a María.
- Mañana ire contigo a las compras, no me pierdo yo verte suspirando por un varón que no sea Gregorio- le dijo su Doña divertida y picarona.
- Ay Doña...ayyyy, es un bandío. Por la Virgen de estas tierras que lo es.

lunes, 1 de febrero de 2016

Sexo....ese gran incomprendido

No lo digo por decir, desde peques en cines, televisión, revistas y pocos medios más, que las de mi edad o en adelante teníamos, solían camuflarlo bajo el gran lema; hacer el amor.