La
llamada no podía durar mucho mas y con un; “cuelgo que ya esta
aquí”, Minerva corto la llamada y dejo el teléfono en la mesa,
protestando con disimulo.
Apenas
a unos tres pasos de la mesa, Julia se había detenido, y todo el
bendito salón le prestaba atención, incluida Minerva. Su altura, su
elegante forma de pararse y atender su teléfono, la mano en el
bolsillo, el movimiento de uno de sus pies “y que es Julia Arango”.
Apenas
diez mesas, poco mas que el doble de comensales y todos callados,
mirando como la poderosa mujer, habla por teléfono. Imposible tratar
de leerle los labios.
“Mejor
morderlos, tas mal Minerva”
Segundos
que Julia le daba, para resoplar por el calor que esa mujer le
provocaba. Un coqueto pero pequeño salón, ella que ignora a todos
menos a su llamada de teléfono y todos, pendientes de ella. Julia es
el poder, hecho mujer.
Rápido
para Minerva, fue unir, piezas. Julia había demostrado familiaridad
en el trato con Mariola, madre de los hermanos dueños del
Restaurante, seguro clienta habitual de la casa y siendo el
restaurante que es, de los comensales que allí habría, pocos
desconocerían quien era la mujer que continuaba parada hablando por
teléfono.
Antes
de que cortase la llamada, los ojos de ambas se encontraron, aunque
en verdad, los de Minerva no la habían abandonado ni un momento y lo
hicieron, cuando Minerva dejaba su móvil sobre la mesa.
En
los de Julia, Minerva observo regañina y en los de Minerva, Julia
observo rebeldía. Inconsciente Minerva, llevaba todo el tiempo
mordiéndose los labios.
Pero
el regreso de Julia a la mesa, no fue como Minerva esperaba tras ser
consciente de la humedad en su labio inferior. La regañina quedo en
visual, no hubo ninguna sensual advertencia. Julia tomo su copa de
vino abstraída, como a kilómetros de esa mesa. Hasta que pareció
regresar y mirando la copa de Minerva, como no, observo.
-
Una carta de vinos, de lo mas exquisita y usted Minerva, elige un
simple albariño rosado.
-
No me gusta el vino y no, no quiero que lo elija por mi.
Airada
fue la contestación de Minerva, llevaba mas de dos horas, en un sube
y baja constante. Si Julia frunce el ceño ¡moja!, si Julia regaña
¡arde! Y si Julia se queda callada, mirándola fijo ¡quema y
desespera!
-
¿Que?- pregunta desesperada Minerva, Julia le mantiene la mirada sin
decir ni una palabra y esa mirada unida al descubrimiento del
infinito deseo de lamer la mínima grieta que separa el labio
inferior de Julia en dos, acaba por desesperarla.
-
Vaya al baño
-
¿Que?
-
Lo que ha oído, Minerva vaya al baño y no me contradiga mas.
-
No me de razones
Minerva
se siente incapaz de no contestar cada observación de esa mujer, en
un juego peligroso, dada la dura mirada que recibe por su nueva
contestación. Pero al fin y al cabo, es un juego y jugar con Julia,
es muy excitante. La satisfacción por el juego de “ si tu me
dices, yo te redigo”, le hacen sonreír encogiéndose de hombros.
-
¿Sueles hacer esto muy a menudo?- pregunta Julia entrecerrando los
ojos. Observando cual cazadora a su presa. Pero su presa sonríe
traviesa, no queriendo dejarse cazar tan fácil.
-
¿Cenar? A diario, Julia.
-
Minerva
Su
nombre, un suspiro de la poderosa f18 y Minerva recula.
-
No, no suelo aceptar cenas a setecientos kilómetros con una mujer a
la que apenas conozco y que me mantienen un absurdo tratamiento de
usted. No soy una de sus maniquíes, ni si quiera soy una de sus
empleadas. Soy la fotógrafa, que le hizo un reportaje que usted
cedió a la entrevista en la que yo participo- envalentonada, Minerva
trata de no abrir los ojos tanto como desea y calma su propia
sorpresa, colocando su flequillo tras la oreja. Le esta cantando las
cuarenta al hermoso f18, cuando en verdad, quiere que su lengua sea
el balsámico que su labio necesita- Pero si, acepte y además
reconozco que ni siquiera lo pensé y hasta acabo de llamar a mi
amiga, para pedirle que me detenga.
-
¿Qué quiere detener?
-
Las ganas de besarla, cada vez que se muestra tan borde.
-
¿Soy borde?
-
Mucho
-
Y quiere besarme
-
Si
-
Bien
¿Bien?
La pregunta a Minerva se le atraganto a medio a salir. Totalmente
enfadada con la no solo borde sino que también sobrada Julia, opto
por soltar la servilleta, en un gesto poco elegante e incorporarse de
su asiento.
-
Ahora si voy al baño, porque ahora es cuando yo quiero ir al baño.
Minerva
continuo murmurando de camino al baño, pero a medio camino, recordó
que no había cogido su bolso y regreso a la mesa En ella Julia,
ahora estaba cruzada de piernas y totalmente apoyada en el respaldar
de la silla. La observaba en silencio y la estúpida y sexy sonrisa
de sus labios, no se había borrado de sus labios.
-
Mi bolso
-
Bien
Misma
contestación de Julia y Minerva que se cabrea un poquito mas.
-
Que sepas- de pie, blandiendo su bolso y aguantando las ganas de
alzar la voz, Minerva prosigue y ahora no es un juego- que así me
muera de ganas, no te pienso besar. Puedes dejar de sonreír como
seguro lo haces con todas tus fotocopias.
-
Baja la voz y ve al baño.
Minerva
obtenía lo que pidió. Julia dejo de sonreír para mirarla en
absoluta seriedad. Toda ella gritaba “obedece” y pese a las ganas
de volver a contestarle que Minerva sentía, lo hizo. Se giro,
caminando veloz al baño.
Apenas
pudo saludar a la mujer que en impoluto uniforme, esperaba en la ante
sala del baño, se limito a un gracias apenas susurrado y cogiendo la
pequeña toalla que la mujer le ofreció, se coló en los baños, con
dos objetivos principales. Refrescar su cara, por el sonrojamiento
que la discusión con Julia le había propiciado y relajarse. Jamás,
había protagonizado una escena así, en publico.
Definitivamente,
Julia le hacia no reconocerse.
Solo
abrir el grifo del agua, ansiando que saliese fresca y tuvo que
detener todo movimiento. La voz, que amable conversaba con la mujer
de fuera, no podía ser de otra mas que de Julia. Profunda, segura,
decidida y sexy a rabiar.
“Que
hostiazo te vas a llevar, Minerva”
-
Minerva
-
Julia
.....Acostumbrada siempre a mandar...a ser obedecida..Pisa fuerte..muy fuerte y con poderío...Dispuesta a ''arder'' ...a ''quemarse''...El deseo es difícil de controlar...no se yo si podrá...o quizás es que busca perder de una vez ese control..
ResponderEliminarComo sea ...lo que esta claro..es que sigue ''matando'' a Daniela...aúnque haya intentado revelarse..solo intentarlo...conseguirlo es otra cosa...
Me sigue encantando esta Mujer...
Celeste_Negro
jooooooooooooooooooooooooder!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminargracias artisstaza
Yo creo que el hostiazo, con una mujer así, se lo da cualquiera..Masssssssss Besos, Jayssel
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